martes, 10 de septiembre de 2024

Draghi pide aumentar la inversión anual al 5% del PIB de la UE y abre la puerta a una nueva emisión de deuda conjunta

 

El exprimer ministro italiano, Mario Draghi.


  • Pone la innovación, la descarbonización y el suministro como pilares para salvar la economía
  • Su informe para impulsar la competitividad de la UE pide un cambio "radical"  y "urgente"



Expectación rodea la presentación del exprimer ministro italiano, Mario Draghi, de su informe sobre competitividad de la UE encargado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El documento pretende sentar las bases para un cambio en el bloque comunitario que permita impulsar su industria y no perder la carrera frente a Estados Unidos y China. Una estrategia, a desarrollar en el ciclo legislativo que da comienzo tras las elecciones europeas, que requerirá una movilización de capital ingente en los próximos años. El plan de Draghi para salvar la economía de la UE: elevar la inversión anual al 5% del PIB y abre la puerta a una nueva emisión de deuda conjunta.

"Para digitalizar y descarbonizar la economía y aumentar nuestra capacidad de defensa, la ratio de inversión en Europa tendrá que aumentar en torno a 5 puntos porcentuales del PIB hasta niveles que no se habían visto desde 1960 y 1970", dijo en rueda de prensa el expresidente del Banco Central Europeo en la presentación de su análisis. Para ponerlo en perspectiva, las inversiones del Plan Marshall entre 1948 y 1951 ascendieron a entre 1 y el 2% del PIB.

"Para alcanzar los objetivos fijados en este informe se necesita una inversión adicional anual mínima de entre 750.000 y 800.000 millones de euros, según las últimas estimaciones de la Comisión, lo que corresponde a entre el 4,4 % y el 4,7 % del PIB de la UE en 2023", apunta Draghi. Una cifra que supera los más de 600.000 millones de euros anuales que prevé necesarios el comisario de Economía, Paolo Gentiloni.

Sugiere una fórmula similar a la del comisario italiano, una nueva emisión de deuda conjunta siguiendo la fórmula del plan de Recuperación de salida de la pandemia. "Podría ser necesaria una mayor emisión de deuda pública para que la financiación de las transiciones sea una propuesta más realista", apunta el expresidente del Banco Central Europeo en su informe. "Tendría que ir acompañada de todas las salvaguardias que implicaría un paso tan fundamental. El uso de un activo común seguro tiene un precedente bien establecido en la financiación del Next Generation EU".

Se refiere, con esto, a una nueva emisión de eurobonos que permita financiar las inversiones requeridas para la próxima década, al estilo de la fórmula utilizada en el plan de Recuperación. "La UE deben continuar emitiendo instrumentos de deuda conjunta para financiar inversiones conjuntas que mejoren la competitividad y la seguridad de la UE". El análisis considera que una emisión de deuda conjunta podría generar mayor liquidez en el mercado de bonos de la UE, lo que a su vez permitiría una mayor integración de los mercados de capitales europeos.

Consciente de que la emisión de deuda conjunta no es de gusto de todos los países, mucho menos de frugales como Alemania o Países Bajos, Draghi esboza una contrapartida con la que persuadir a estos Estados miembro. "Emitir tales activos de forma más sistemática requeriría unas reglas fiscales más sólidas que garanticen que el incremento de la deuda común se corresponda con una senda más sostenible de la deuda nacional", apunta. La idea es que los países de la UE puedan contribuir a este activo común para financiar proyectos de interés común sin poner en riesgo la sostenibilidad de la deuda y cada emisión de eurobonos tendría que ser específica para cada proyecto.

Tres áreas de mejora: innovación, descarbonización y suministro

Draghi delinea un cambio "radical", que es "urgente" y "concreto". El italiano identifica, en su análisis, tres áreas sobre las que actuar para impulsar el crecimiento económico: la innovación es una de ellas y la transferencia de conocimiento de la academia al mercado, la raíz de tal problema. La otra es la descarbonización y la competitividad y, por último, la seguridad de suministro, especialmente en materias primas críticas.

"Europa debe reorientar profundamente sus esfuerzos colectivos para cerrar la brecha de innovación con Estados Unidos y China, especialmente en tecnologías avanzadas", apunta Draghi. No se trata solo de que, en los últimos cincuenta años no se haya creado ninguna empresa con una capitalización bursátil superior a los 100.000 millones de euros en la UE, sino que la estructura industria es estática y pocas empresas disruptivas han cambiado el panorama empresarial.

No es ningún secreto que la UE tiene un problema de productividad. Una dimensión en la que, por otro lado, España se sitúa a la cola entre los Veintisiete y es un mal endémico de nuestra economía, en palabras de la Comisión Europea.

En lo que se refiere a la descarbonización el expresidente del BCE identifica la necesidad de coordinar las políticas a nivel de los Veintisiete para impulsar la competitividad y el crecimiento. Los altos precios de la energía se han convertido en un elemento que mina la productividad industrial europea, con picos de precios que duplican y triplican los de Estados Unidos.

La descarbonización supone una oportunidad para la industria europea. "Más de un quinto de las tecnologías limpias y sostenibles se desarrollan en la UE", sostiene el informe. Sin embargo, China viene pujando fuerte en el despliegue de esta industria. Es por ello que Draghi pide "un plan conjunto que abarque las industrias que producen energía y las que permiten la descarbonización, como las tecnologías limpias y la automoción".

En toda esta transición hacia una economía limpia las materias primas son una "precondición" para la seguridad y un crecimiento sostenible. Dependencias comerciales, especialmente de China, hacen a la UE vulnerable a las presiones de terceros países. Motivo por el que Draghi llama a desarrollar una "política económica exterior" con relaciones comerciales preferenciales.

"Necesitaremos una auténtica 'política económica exterior' de la UE para conservar nuestra libertad -la llamada 'política de Estado'-", asegura el análisis. Considera que la UE tendrá que coordinar acuerdos comerciales preferenciales e inversión directa con las naciones ricas en recursos, acumular reservas en determinadas áreas críticas y crear asociaciones industriales para asegurar la cadena de suministro de tecnologías clave.

"La UE entra en el primer periodo de su historia reciente el que el crecimiento no se apoyará en su alza de la población. En 2040, e prevé que la población activa se reduzca en cerca de 2 millones de trabajadores al año", advierte el informe elaborado por Draghi.

Las necesidades de financiación son enormes en un plazo muy corto de tiempo. La productividad industrial, los altos precios de la energía o la falta de profesionales cualificados suponen frenos estructurales a la competitividad de la UE. Elementos a los que se une la necesidad de mejorar la digitalización y las capacidades de defensa.

La UE se juega mucho en este momento. La competitividad industrial y la autonomía estratégica son elementos cruciales para poder seguir en la carrera contra potencias como Estados Unidos y China y que la economía no pierda fuelle. El cambio de las reglas de juego que evidenció la pandemia ha obligado a los Veintisiete a repensar su plan de acción. Es necesario relocalizar la industria en suelo comunitario, especialmente en sectores claves como el de materias primas. También se requiere de fórmulas para evitar la fuga de talento a otros mercados, principalmente el norteamericano, o atraer y retener capital inversor en la UE.

Estas son las bases por las que Bruselas encomendaba a Draghi un análisis que, hace unos meses, abría la puerta a un "cambio radical". Lejos de verse completada la unión de mercado de capitales, el aletargado proyecto está llamado a experimentar un revulsivo para poder dar alas a la competitividad de la UE. Es uno de los puntos que subrayaba el otro exprimer ministro italiano, Enrico Letta, en su análisis complementario para mejorar la competitividad de la UE.


Bruselasicon-related