- Kongsberg, Rheinmetall, RollsRoyce siguen disparadas
- Hay miedo de una 'burbuja' por el exceso de euforia
- Los expertos anticipan un nuevo 'boom' de pedidos próximamente
Una duda recorre Wall Street desde hace meses… ¿hasta cuando va a durar el impulso de la IA? La fiebre que ha generado en las empresas de chips una demanda desatada por la revolución de esta nueva tecnología es el principal impulsor de Wall Street, con empresas volando por encima de los tres dígitos en bolsa en lo que va de 2024. Mientras esto ocurre en Norteamérica, un proceso muy parecido se adueña del viejo continente. La fiebre de la industria de la guerra no para y sus empresas siguen subiendo a ritmo acelerado.
El ejemplo más claro es la noruega Kongsberg Gruppen que, tras dispararse un 125% en lo que llevamos de 2024 es ya la segunda compañía de todo el Stoxx Europe 600 Index solo por detrás de Siemens Energy, que repunta tras su hundimiento por la crisis de Gamesa. La nórdica no es el único fabricante militar que domina el 'olimpo' de las grandes subidas europeas, Rheinmetall se dispara un 70%. También está Rolls Royce, la ingeniera aeronáutica y uno de los grandes contratist de defensa en todo el mundo, que sube un 84%.
No son los únicos ejemplos pues BAE System avanza un 12%, Safran un 30% y Leonardo un 41%. De hecho, el Europe Aerospace & Defense sube un 28% este 2024. Esto teniendo en cuenta que muchas de las empresas que componen el ETF son aeroespaciales menos expuestas a la industria bélica, un sector que se encuentra en horas bajas ante una crisis de componentes que está lastrando su producción. El ejemplo más claro es Airbus que cae un 1% en el año y ha anunciado un recorte de previsiones para todo el ejercicio ante problemas en las entregas.
Incluso con ese gran lastre, el sector se ha posicionado como uno de los grandes ganadores del año. Desde la guerra de Ucrania este índice se ha disparado un 194%. De hecho, tales han sido sus avances, algunas triplicando su valor desde 2022 como Rheinmetall, que algunos analistas han mostrado gran preocupación de una gran burbuja que es más común de la tecnología que de un sector industrial. A mediados del año Goldman Sachs publicó un informe en el que alertaba que las principales firmas del sector "tienen una prima del 45% respecto a los mercados en general, lo que podría indicar una sobrevaloración".
La firma norteamericana, hablando exclusivamente de las europeas, ha expresado que las mayores empresas como Safran, Bae o Rheinmetall "tienen un PER de 45 veces "mientras que el sector industrial europeo está en 22". Por lo tanto cree que hay riesgo de "una fuerte corrección en los mercados" tal vez demasiado animados por los cantos de guerra e incertidumbre geopolítica en todo el mundo.
La fiebre bélica
Toda esta fiebre comenzó con la guerra de Ucrania, cuando los principales países europeos comenzaron a disparar su gasto militar para rearmarse viendo como en su frente oriental una guerra estallaba y el peligro era más real que nunca. Entonces sucedieron eventos en el sector para la historia como un plan de rearme de Alemania, algo que no había ocurrido desde la unificación del país. Este año el gasto de la UE en sus ejércitos ha igualado al de China, representando ya el 1,5% del PIB. En España, por ejemplo, este año lo presupuestado a las fuerzas militares ha subido un 20%.
En 2022 Alemania creó un fondo especial (fuera del control constitucional del déficit) de 100.000 millones de euros para una reforma urgente militar, pero desde Berlín quieren que este sea el primer paso para situar el gasto en el 2% del PIB de ahora en adelante, tal y como pide la OTAN. La organización militar estima que solo en 2024 habrá un incremento del 11% del presupuesto, es decir, que el conjunto de países que componen la alianza (en particular los europeos) gastarán cerca de 600.000 millones extra.
Las empresas europeas han sido las grandes ganadoras de esta tendencia. El ejemplo más claro es Rheinmetall cuyos pedidos se han disparado un 61% en los últimos resultados presentados. Sin embargo, la noruega Kongsberg es una de las grandes ganadoras, anunciando la pasada semana unos pedidos récord en particular de su segmento marino. El grupo logró un 20% más de ingresos generales y un 30% más en sus barcos de guerra. Sin embargo lo que ilusionó al mercado fue más bien sus previsiones, anticipando que se mantendrán crecimiento similares durante 2025.
"Los gobiernos europeos necesitan gastar más de 2 billones de euros para compensar 30 años de gasto insuficiente"
Ese futuro brillante es lo que apuntan los expertos de Morgan Stanley en su informe publicado hace escasas semanas. Marie-Ange Riggio, comentaba que ven este año al sector, pese a las subidas, lastrado por un factor técnico. Tras los agresivos avances de 2023 muchos inversores están reevaluando sus carteras y sacando beneficios. Sin embargo, "a pesar de un reposicionamiento del mercado, creemos que los impulsores siguen totalmente intactos".
De hecho, uno de los argumentos que dieron desde Morgan Stanley es que el sector está preparándose para una nueva ola de pedidos. "Además de reponer el material donado a Ucrania y reducir su dependencia de Estados Unidos, los gobiernos europeos necesitan gastar más de 2 billones de euros para compensar 30 años de gasto insuficiente en defensa".
Desde Mckinsey también creen que estos valores pueden esperar un gran impulso, a pesar de las dudas de Goldman Sachs. Según sus estimaciones de aquí a 2028 habrá un total de gasto en defensa de entre 700.000 y 800.000 millones de euros más. "Dos años después del inicio de la guerra en Ucrania y 75 años después de la creación de la OTAN, Europa se está adaptando a una nueva realidad en materia de defensa y seguridad" comenta la consultora.
Lindsey Berckman, analista de Deloitte, comenta en un informe publicado hace un par de semanas que lo que estamos viendo en Oriente Medio, el Mar Meridional de China y la propia Rusia no generan dudas. "Las tensiones han continuado y como resultados el gasto en defensa del mundo superó los 2,4 billones de dólares en 2023. Se espera que estas tendencias continúen hasta 2025 (incluido)".
La firma comenta que "en 2025, se espera que la industria vea un enfoque continuo y creciente en varias áreas clave, incluidas la tecnología de cohetes, los sistemas no tripulados y las capacidades espaciales". En ese sentido cree que durante estos años se está construyendo la estructura de gasto que reinará en la industria, con los drones a la cabeza pero también en motores.
Aunque sin duda la clave para las empresas estará en cómo resuelven los problemas en la complicada cadena de suministro del sector aeroespacial. Si bien todos dan por hecho un aumento sostenido de los pedidos, esto puede definir la rentabilidad. "La cadena de suministro es realmente compleja, una empresa promedio de equipos originales aeroespaciales tiene 200 proveedores de nivel 1 y 12.000 proveedores de nivel 2 o 3", comentan desde Deloitte. Ahora la clave está en las piezas y componente que están teniendo retrasos "ante una situación de escasez donde las preocupaciones por el abastecimiento están golpeando de la industria".
Trump y el beneficio de un rearme 'verde'
Pero volviendo a la 'etapa dorada' de una industria bélica naciente. Hay dos frentes que están agitando incluso más las esperanzas del sector. En primer lugar está el ascenso de Donald Trump que generará una necesidad aún mayor de alimentar la maquinaria bélica europea con empresas locales (dados los aranceles y desconfianza comercial). Sin embargo, el factor decisivo del republicano será su exigencia a los aliados en incrementar su gasto militar hasta el 2%.
De hecho, Trump a comienzos de año comentó que tomaría una decisión radical para obligar a pagar a sus socios europeos. "¿No pagas? ¿Eres moroso?... pues no te protegería, de hecho alentaría a los rusos a hacer lo que quisieran. Tienes que pagar", comentaba Trump en un mitin en Conway, Carolina del Sur. "Una presidencia de Trump tendría repercusiones a escala mundial; en el actual entorno geopolítico volátil y tras los recientes comentarios de Trump sobre la OTAN, el riesgo de un mayor gasto fiscal debería extenderse a los países europeos", comentan los expertos de Federated Hermes.
Pero hay otro factor que está elevando a unas 'armamentísticas' europeas sobre otras. El impulso 'verde' en particular en el segmento marítimo. Este es uno de los grandes secretos que está impulsando a Kongsberg Gruppen. La noruega ha expresado en su última presentación de resultados que este es el motivo de su gran crecimiento.
"Al mismo tiempo, la industria marítima y espacial oceánica está experimentando una transición hacia el cero neto, lo que implica fuentes de energía de cero emisiones y una utilización más eficiente de la energía", comentaba el CEO de la firma, Geir Haoy preguntado por los analistas tras sus resultados. "La flota offshore en general está envejeciendo y, para asegurarse de que estas operaciones se realicen en línea con la regulación y los objetivos de eficiencia, se necesitan más activos nuevos en el futuro. Actualmente, la cartera de pedidos de los astilleros en relación con la flota total se encuentra en un nivel históricamente bajo y, junto con las tarifas diarias en este segmento, es un sólido indicador de una futura contracción" sentenciaba el alto cargo.