jueves, 21 de octubre de 2010

Una batalla financiera en el Barça


Foto from banyordonez.blogspot.com

BARCELONA—En los últimos tiempos el FC Barcelona ha logrado cifras extraordinarias: ocho trofeos en dos años; un récord de 99 puntos la temporada pasada; y siete de sus jugadores participando en la alineación que llevó a la selección española a ganar el Mundial de Sudáfrica.
Sin embargo, fuera del terreno de juego, parece que algo no cuadra.
Los nuevos directivos del FC Barcelona advirtieron el fin de semana de que el segundo club más rico del mundo por ingresos tiene sus cuentas en mala forma y que las crecientes pérdidas podrían limitar su capacidad para aumentar la plantilla de superestrellas en los próximos años.
Aunque los extraordinarios logros deportivos del emblemático equipo catalán provocaron un drástico aumento de los ingresos en los últimos años, Sandro Rosell, el nuevo presidente del club, asegura que los desmedidos gastos y las reformulaciones de la contabilidad generaron una pérdida de casi 80 millones de euros (US$112 millones) en la temporada 2009-10.
Se espera que las pérdidas se reduzcan a unos 21 millones de euros (US$29,3 millones) para finales de esta temporada, gracias a la estrategia del Barcelona de recurrir a los jóvenes de su cantera y a sus planes de atraer a nuevos patrocinadores mundiales, dijo Javier Faus, vicepresidente del Barcelona, en un encuentro con la prensa.
Las pérdidas del Barcelona salieron a la luz después de que Rosell encargara una auditoría contable de la gestión de su predecesor, el nacionalista catalán Joan Laporta, que fue presidente del club durante su espectacular ascenso al podio del fútbol mundial. Durante su mandato, el Barça llegó a ser uno de los mejores equipos de la historia de esta disciplina deportiva, que consiguió ganar los campeonatos nacional, europeo y mundial con un fútbol elegante basado en el ataque.
Aunque los principales equipos de fútbol españoles tienen una ventaja competitiva respecto a los europeos porque venden derechos de retransmisión por televisión de sus partidos a título individual —en lugar de los modelos de licencia colectiva comunes en otras ligas— los retos financieros del Barcelona son indicio de los problemas más amplios que enfrentan los principales equipos del país, muchos de los cuales tienen grandes deudas y dependen mucho de los ingresos por retransmisión de sus partidos.
El Barcelona y su archirrival, el Real Madrid FC, el club más rico del mundo por ingresos, también tienen el inusual estatus de ser clubes deportivos, ya que son organizaciones mutualistas. A diferencia de la mayoría de clubes británicos, que son de propiedad privada, los dos clubes españoles más laureados pertenecen a sus seguidores, cientos de miles de socios con capacidad para elegir al presidente.
Aunque no han pasado por las adquisiciones hostiles o no solicitadas vistas en otras ligas profesionales de fútbol europeas, estos clubes españoles a menudo han tenido problemas financieros y han vivido duras batallas por su control.
Este tipo de animosidad es la que ha surgido ahora en el Barça. Su nuevo equipo directivo apeló a los socios del club el sábado, que aprobaron las cuentas revisadas y también hicieron responsable a Laporta de las pérdidas.
Dos días antes, Laporta había hecho una encendido defensa de su mandato, junto con Xavier Sala i Martin, catedrático de economía de la Columbia University y ex tesorero del Barcelona.
Laporta asegura que la gestión del equipo ha sido "impecable" desde que fue elegido como presidente en 2003. La mayoría de los gastos del club se hicieron para desarrollar y retener un equipo de jugadores que integró la mayor parte de la selección nacional española que ganó el Mundial de Fútbol de Sudáfrica el pasado mes de julio y en el que se incluyen algunas de las principales estrellas del fútbol, como Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Gerard Piqué, Carles Puyol, el recién fichado David Villa y el astro argentino mundialmente aclamado Lionel Messi.
"Hemos tenido los mejores resultados de la historia, tanto desde el punto de vista deportivo como económico", dijo Laporta.
El historial de Laporta, que recientemente creó un partido nacionalista que busca la independencia de la comunidad autónoma de Cataluña, es casi insuperable en el ámbito deportivo. En cuanto al crecimiento de los ingresos, Laporta fue el impulsor de un fuerte aumento, de los 297,3 millones de euros (US$415,8 millones) de la temporada 2006-07, se pasó a 415,4 millones de euros (US$581 millones) en 2009-10.
Pero la nueva junta directiva señala que el gasto creció aún más rápido: de 283,6 millones de euros (US$396,6 millones) en 2006-07 se pasó a 486,9 millones de euros (US$681 millones) en 2009-10, y eso que el mandato de Laporta comenzó con un superávit de 11 millones de euros (US$15,3 millones) para la temporada 2009-10. La deuda neta también ha crecido desde 291,7 millones de euros (US$407,9 millones) en 2004 a 430,7 millones de euros (US$602,3 millones) en la actualidad.
Laporta también irritó a los críticos con sus supuestamente excesivos gastos personales y sus políticas de transferencia de jugadores, incluidas sus decisiones de vender jugadores de alto perfil —como el brasileño Ronaldinho y el camerunés Samuel Eto'o— estando aún en plena posesión de sus facultades deportivas, para contratar a veteranos por grandes sumas de dinero.
La transferencia de Eto'o al club italiano Inter de Milan, el pasado año, fue especialmente controvertida porque el Barcelona cambió al camerunés y algo de dinero por Zlatan Ibrahimovic, el voluble futbolista sueco que no logró dejar huella y fue revendido a Italia este año. Mientras tanto, el nuevo club de Eto'o, el Inter de Milan, ganó al Barcelona en su encuentro de la UEFA Champions League.
A un precio de en torno a 70 millones de euros, el de Ibrahimovic es el fichaje más caro realizado por el Barcelona en toda su historia y se espera que el club pierda más de 37 millones de euros con él. La nueva dirección del Barcelona también señala que se ha visto obligada a reservar fondos para cubrir las pérdidas vinculadas a otros traspasos.
Para controlar los gastos, el presupuesto de fichajes del Barcelona se limitará a 40 millones de euros anuales. Esta cifra no contempla los fondos adicionales que podrían generarse con la venta o rotación de jugadores. A pesar de la reducción de la cifra, no es probable que otros clubes de fútbol puedan igualarla, a excepción de los más ricos, como el Real Madrid o el británico Manchester City, que cuenta con el respaldo financiero de la familia real de Abu Dhabi.
"No hay necesidad de gastar 80 millones de euros, porque tenemos La Masía", dijo Faus, en referencia a la legendaria academia del Barcelona donde se forma su cantera y de la que han salido ocho de los campeones del mundo, además de Messi y el actual entrenador del equipo, Pep Guardiola.
Los ajustes contables también fueron solicitados por un grupo de instituciones financieras entre las que se encontraban las españolas La Caixa y Banco Santander SA, que recientemente concedieron al Barça un crédito sindicado de 155 millones de euros. El préstamo fue fundamental para que el club pudiera pagar sus nóminas, agregó Faus.
Por Santiago Pérez y David Román The Wall Street Journal

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