jueves, 23 de diciembre de 2010

La Nochebuena, una mexicana que se fugó


Foto from flickr.com

Su nombre es Cuetlaxóchitl, palabra náhuatl que significa "flor de pétalos resistentes como el cuero". En el resto del mundo se le conoce como la Flor de Nochebuena o Poinsettia.
Es originaria de México, pero el registro de la planta –el llamado título de obtentor- se encuentra en Estados Unidos. ¿Cómo llegó hasta allí?
La historia dice que, a principios del siglo antepasado, Joel Roberts Poinsett, el primer embajador estadounidense en territorio mexicano, visitó la región de Taxco, Guerrero, al sur del país, y quedó maravillado con lo que pensó era una flor que adornaba plazas e iglesias.
Al cumplir su misión diplomática, en 1830, se llevó ejemplares de la Cuetlaxóchitl a Carolina del Sur y empezó a cultivarla. A partir de entonces, en Estados Unidos a la planta de nombre azteca se le llamó Poinsettia, como muchos la conocen ahora.
Hace algunos años productores mexicanos abogaron por que el registro original de la planta vuelva a su país de origen, sin éxito, pues la Nochebuena que ahora se comercializa en el mundo es distinta a la original.
Lo que puede hacerse es registrar las variedades propias y competir con publicidad en mercados internacionales, le dice a BBC Mundo Enriqueta Molina, directora el Servicio de Inspección y Certificación de Semillas de la Secretaría de Agricultura.
"Es importante recuperar espacios comerciales, explotar las variedades que hay en el mercado y desarrollar las propias", explica
Desventaja comercial
Estrella de Navidad, Hoja Pintada, Planta Langosta, flor de Pascua, de Fuego, de Navidad, de Santa Catalina, Paño de Holanda, Bebeta, Pastora…
Son muchos los nombres de las variedades surgidas de la Cuetlaxóchitl. Técnicamente no es una flor sino una planta de hojas grandes cuyo color original es rojo.
Las modificaciones genéticas, que iniciaron hace más de un siglo en Estados Unidos, han permitido obtener variaciones en el tamaño, tinte o forma de las hojas. Son éstas son las más conocidas y se comercializan fuera de México.
En el mundo occidental es el símbolo de la Navidad, porque alcanza su esplendor justo en la época de invierno.
Eso representa un jugoso mercado internacional, donde los floricultores mexicanos están en desventaja, reconoce Luis Granados, presidente del Consejo Estatal de Productores de Ornamentales de Morelos, el principal estado productor de Nochebuenas en el país.
"Muchos no conocen a México como el centro de origen de la flor. Como productores tenemos que trabajar más para conseguirlo", dice en conversación con BBC Mundo.
Para que no se repita la historia
En México se conservan al menos 18 variedades originales de Cuetlaxóchitl. Cuatro fueron ya clasificadas y sometidas a registro
para evitar la biopiratería, o que se repita la historia del siglo XIX.
"Que no se diga que alguien inventó la Nochebuena, le descubrió el color rojo o intente adueñársela de manera impropia", dice Enriqueta Molina.
También se trabaja en un catálogo genético, e investigadores de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh) desarrollan otras variedades de la planta.
Los productores establecieron el 8 de diciembre como el Día Nacional de la Nochebuena, y las autoridades de varias ciudades del país llenan plazas, camellones y edificios públicos con ejemplares de la planta.
Pero el esfuerzo no basta para competir en el negocio. Las regulaciones fitosanitarias internacionales, además de las leyes de propiedad de derechos, limitan a los campesinos del país la posibilidad de exportar sus propias Cuetlaxóchitl.
De acuerdo con la UACh, el mercado mundial es de unas 500 millones de plantas. La producción mexicana es de sólo 20 millones.
Por Alberto Nájar from bbc.com 23/12/2010

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