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Liliane Bettencourt, principal accionista de L' Oreal
Se puede ser mujer, cómo no, e incluso se puede ser multimillonario, pero algo parece indicar que ser ambas cosas a la vez tiene una probabilidad prácticamente inexistente.
Hace unos días la revista americana Forbes publicó su lista de multimillonarios. Un ranking en el que se da cita la crème de la crème de la sociedad mundial, eso sí, con un patrimonio superior a los 1.000 millones de dólares. Son en su mayoría empresarios o herederos de fortunas de las de montones de ceros. Y digo empresarios y herederos porque la mayoría son hombres.
El primero de la lista es Carlos Slim, el magnate mexicano que el año pasado desbancó a Bill Gates como el hombre más rico del mundo. Carlos Slim, Bill Gates y Warren Buffet forman el triunvirato de los más ricos del mundo desde hace cinco años. Y es que millonario se escribe con o, porque entre los cien primeros de la lista únicamente hay 12 mujeres, solo 9 en solitario. Una cifra que, aunque ha aumentado en las últimas cinco ediciones, todavía es reducida.
Una de ellas ha conseguido este año colarse en el top ten: es Christy Walton con un patrimonio 26.500 millones de dólares. Walton es la viuda de John Walton, hijo del fundador de Wal Mart, la cadena de tiendas estadounidense donde se puede comprar casi de todo. En la descripción de Walton que hace la propia revista Forbes recuerda que su fortuna proviene, en gran medida, de su marido fallecido en accidente de avión en 2005. Y ahora ella se dedica a la filantropía, a través de su fundación.
Walton es la primera de las 12 mujeres que aparece en los cien primeros puestos de Forbes en 2011. Detrás de ella se encuentran nombres como el de la francesa Liliane Betancourt (en la imagen superior); la heredera del imperio L’Oreal se sitúa en el puesto 15, con un patrimonio de 23.500 millones de dólares; la siguen la estadounidense Alice Walton (en el número 21, con 21.200 millones de euros), la chilena Iris Fontbona (en el puesto 27, con 19.200 millones), la alemana Susanne Klatten (con 14.600 millones de dólares está en el puesto 46), la sueca Birgit Rause (puesto 49 y 14.000 millones de dólares) y la estadounidense Anne Cox Chambe (en el puesto 53 con 14.300 millones de dólares).
Por detrás del puesto 50 se encuentra la también estadounidense Abigail Jonson, concretamente en el lugar 69, con 11.300 millones de dólares; en el 77 está Patricia Matte, que comparte fortuna con sus hermanos Eliodor y Bernardo (10.400 millones); el patrimonio de 10.000 millones de dólares coloca en el puesto 81 a Jacqueline Mars; la alemana Johana Quandt se coloca en el puesto 89 (9.800 millones de dólares) y Maria Elisabeth Schaeffler que es la última mujer en los cien primeros puestos, aparece junto a su marido en el 89 con un patrimonio de 8.900 millones de dólares.
La representación femenina entre los multimillonarios es baja, 12 en los cien primeros puestos. Baja, sí; pero, ¿sorprendente? En absoluto. Y es que basta mirar las fotografías de cualquier publicación económica o los nombre de los consejos de administración de las empresas para ver que el número de mujeres es menor que el de hombres. Las mujeres ocupan un 10% de los puestos de responsabilidad de las empresas del Ibex 35; en 2004 representaban solo un 3%. “Es un fiel reflejo de la posición económica que ocupan las mujeres. Si se nota dentro de la pobreza, donde hay más representación femenina, y en la clase media, donde existe una brecha salarial entre hombres y mujeres, es inevitable que se note en las bandas más altas”, explica Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres. “Quizá la pregunta no sea por qué las mujeres no están representadas en esta lista, sino por qué no hay una masa crítica de mujeres que pudieran acceder a ella”, añade. “Aunque el objetivo no debería ser que ellas estén representadas en estas listas, sino que haya una mejor distribución de la riqueza”, apunta.
Por eso tampoco parece sorprender que entre los españoles que hay en la lista Forbes, 15, solo haya tres mujeres. La primera que aparece es Rosalía Mera, ex mujer de Amancio Ortega, y cofundadora del imperio Inditex. En esta edición ha bajado hasta el puesto 254, con un capital de 5.400 millones de dólares. “El principal problema para las mujeres directivas es la conciliación de la vida laboral con la personal”, apunta María del Mar Martínez, vocal de la asociación de empresarias de Aragón. “Desde luego la lista (de Forbes) es un reflejo de todo”, señala. Por detrás de Mera, entre los españoles que aparecen en el ranking, solo hay otras dos mujeres: las hermanas Koplowitz. Alicia ocupa el puesto 512, con 2.300 millones de euros y Esther en el 651, con 1.900 millones de dólares.
¿Juegan las mujeres en otra liga? Quizá y tal vez sea por eso que Forbes elabora una lista de las mujeres más influyentes del mundo (aunque para entrar en esta no es necesario cumplir el requisito de un patrimonio mayor que 1.000 millones de dólares). O quizá sea que todavía queda camino por recorrer. “Parece que irá a mejor, según las perspectivas, aunque estamos mejorando despacio. Las mujeres y su participación económica han cambiado. Lo sustancial es entrar en los grandes temas de decisión económicos, que con la crisis en la que estamos inmersos es importante”, apunta Soleto.
Por: Marta Garijo from blogs.elpais.com 15/03/2011
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