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En apenas 10 días, la economía mundial se ha visto golpeada por el seísmo de Japón, la crisis nuclear y el conflicto en Libia.
El mercado bursátil y el de las materias primas llevan inmersos en una gran incertidumbre y volatilidad desde el estallido de la crisis financiera internacional a mediados de 2007. Sin embargo, a este marco general se han sumado en los últimos días tres nuevos procesos que arrojan más leña al fuego a este ya de por sí complejo escenario: el terremoto de Japón, la crisis nuclear de Fukushima y la guerra de Libia.
La confluencia de estos tres elementos en apenas 10 días se ha materializado de forma muy visible en el precio de materias clave, tales como el petróleo, el gas, el carbón, el uranio o el oro.
Petróleo
La preocupación por los efectos negativos que puede tener sobre la economía mundial el destructor terremoto y devastador tsunami que azotó a Japón el pasado 11 de marzo impactó con fuerza en las bolsas y arrastró al crudo al inicio de la semana pasada.
El WTI cayó a menos de 100 dólares/barril por primera vez en diez días y llegó a cotizar a 97,50 dólares el martes en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), mientras que el Brent registró un mínimo semanal de 107,35 dólares en un valor intradía del miércoles.
El WTI cayó a menos de 100 dólares/barril por primera vez en diez días y llegó a cotizar a 97,50 dólares el martes en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), mientras que el Brent registró un mínimo semanal de 107,35 dólares en un valor intradía del miércoles.
Sin embargo, tras este primer impacto a la baja, el crudo recuperó su tendencia alcista a mediados de la semana pasada debido al agravamiento de la situación en Libia, Baréin, Omán y Arabia Saudí, así como a la reapertura del debate nuclear a nivel internacional.
En concreto, el precio del crudo se disparó el viernes, después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara una resolución que da la luz verde para una intervención en Libia con el fin de crear una zona de exclusión aérea. Esa resolución, número 1.973, dio pie a esperar una fuerte escalada de la violencia en Libia, noveno productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) antes de iniciarse los enfrentamientos entre seguidores y opositores al líder Muamar al Gadafi.
El barril de Brent se disparó hasta los 117,29 dólares, mientras que el de WTI alcanzó los 103,66 dólares. Nada más conocerse que el régimen de Gadafi había declarado un alto el fuego inmediato, las cotizaciones se desinflaron y concluyeron la sesión a la baja, pero tras el inicio de los bombardeos por parte de las potencias aliadas, el crudo ha vuelto a repuntar este lunes hasta rozar los 116 dólares por barril.
El barril de Brent se disparó hasta los 117,29 dólares, mientras que el de WTI alcanzó los 103,66 dólares. Nada más conocerse que el régimen de Gadafi había declarado un alto el fuego inmediato, las cotizaciones se desinflaron y concluyeron la sesión a la baja, pero tras el inicio de los bombardeos por parte de las potencias aliadas, el crudo ha vuelto a repuntar este lunes hasta rozar los 116 dólares por barril.
Poco antes de la decisión del Consejo de Seguridad, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ya alertó el martes de que la producción y exportación de petróleo crudo de Libia estarían "fuera del mercado durante muchos meses" por el conflicto en ese país y las sanciones internacionales. La producción regular libia equivale al 2,1% mundial, con cerca de 1,8 millones de barriles diarios.
Pero más allá de la guerra en Libia los inversores se encuentran extremadamente preocupados por el creciente ambiente de violencia que se registra en países vecinos, tales como Yemen y Baréin y, sobre todo, el impacto que pueda tener sobre el suministro de Arabia Saudí, primer exportador mundial de crudo.
Conflicto árabe
Por otro lado, al conflicto que viven los países árabes se suma, además, el "impacto profundo" que tendrá el terremoto y el tsunami en Japón sobre la generación eléctrica del país, según un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicado la semana pasada. No obstante, ambos fenómenos afectaron a la industria nuclear nipona, que genera más de una cuarta parte de la electricidad del país, ya que obligaron a "cerrar once reactores, que representan 9,7 gigavatios de capacidad", recordó la AIE. Además, afectaron a una capacidad de producción en petróleo, gas y carbón equivalente a 8,5 gigavatios, según estas mismas estimaciones.
De este modo, el carbón, el petróleo y el gas van a tener que suplir parcialmente al sector nuclear nipón. Las centrales fuera de servicio generan en condiciones normales un total de 60 teravatios (TWh) de electricidad al año, y para suplirlos Japón tendría que incrementar en ritmo anual su consumo de crudo en unos 200.000 barriles diarios, recordó la agencia, informa Efe.
Gas
Por el momento, Japón ya ha solicitado a Indonesia un mayor suministro de gas natural licuado y petróleo para suplir sus carencias. Indonesia, el tercer principal exportador de gas natural licuado del mundo, tiene la capacidad para vender este año a Japón 59 cargamentos extra, de 120.000 metros cúbicos cada uno, según fuentes oficiales citadas por Dow Jones el pasado miércoles. La carga correspondería a 14 cargamentos que Indonesia tenía previsto ofertar en el mercado internacional, de un lote de 20 de los que ya ha vendido seis, y 45 cargamentos destinados a Corea del Sur y que pueden ser desviados a Tokio. Indonesia entrega cada año 480 cargamentos a Japón, lo que lo convierte en uno de sus mayores proveedores.
Como resultado, el petróleo Brent ha subido más de un 13% desde el pasado 11 de marzo. Y no sólo por el terremoto nipón ni por la guerra de Libia. La reapertura del debate nuclear a nivel internacional que ha causado la crisis de Fukushima supone, igualmente, una presión adicional a medio y largo sobre el precio del petróleo, el gas y el carbón, ya que una menor generación de energía nuclear a nivel mundial tendrá que ser suplida mediante un aumento de este tipo de fuentes energéticas.
Debate nuclear
Según Thierry Bros, analista del banco Société Generale, "la crisis japonesa reabrió el viejo debate sobre la energía nuclear: si vemos a los países desarrollados meterse en una salida ordenada de lo nuclear, a un plazo más o menos determinado, hay que esperar una fuerte subida de los precios del gas". Por el momento, el gas natural ya ha subido un 5% desde el pasado 11 de marzo, mientras que los precios del carbón para entrega en abril progresaban más de un 10% la pasada semana, alcanzando su máximo en dos años y medio, según cifras de la firma Westhouse Securities.
Uranio
Al mismo tiempo, el precio del uranio se hundió un 25%. Y es que, la reapertura del debate nuclear "reanima el interés del mercado por el gas y el carbón como una fuente de energía térmica", según esta misma firma. Así, tan sólo tomando como referencia la moratoria nuclear decretada por Alemania, el precio del carbón podría dispararse más de un 20% antes de 2013 para compensar "la mitad de las pérdidas de electricidad debidas al cierre de centrales", según Deutsche Bank. Si a Alemania se suman otros países, el encarecimiento será mucho mayor.
Otro efecto directo de la crisis nuclear es el fuerte ascenso bursátil que han registrado las empresas del sector de las energías renovables ante un previsible aumento de la demanda. Por el momento, la compañía de trenes alemana Deutsche Bahn (DB), el mayor consumidor de electricidad del país, acordó el pasado viernes elevar el porcentaje de energía que consume procedente de fuentes renovables y reducir su dependencia de la energía atómica.
Renovables
Así, planea elevar la tasa de energías de origen renovable que consume del actual 20% hasta el 30% en los próximos nueve años. Su decisión, explicó un portavoz de DB, viene provocada por la crisis desatada en la central atómica de Fukushima tras el terremoto y el tsunami de la semana pasada. Hasta ahora, el 22,2% de la energía que consume procede de fuentes atómicas.
Oro
Y en el trasfondo de todos estos movimientos energéticos, el oro sigue brillando con luz propia, prueba evidente de la actual inestabilidad geopolítica y la incertidumbre económica que azota a los mercaos internacionales desde hace ya casi 4 años. Este lunes el precio de la onza de oro cotizaba por encima de los 1.427 dólares, muy lejos de los 650 dólares de marzo de 2007, un aumento próximo al 120%.
Por último, la política monetaria emprendida por la banca central para combatir a crisis también ha incluido directamente sobre el oro y el mercado de materias primas. En resumen, toda una tormenta perfecta que se cierne sobre todo una abanico de productos básicos.
Por M. llamas from libertaddigital.com 21/03/2011
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