martes, 15 de marzo de 2011

Tras la pista del dinero de la pirámide de Madoff

Foto from WSJ.com

Como fideicomisario del caso, Irving Picard les ha sacado ampolla a grandes inversionistas.
Durante importantes audiencias judiciales, se sienta algunas bancas atrás, observando en silencio el ejército de abogados a su disposición. Pocas veces habla en público. En el tren que lo lleva de los suburbios de Nueva York a su oficina en el Rockefeller Center de Manhattan, no atrae ni una mirada.
Devoto del anonimato, Irving Picard, el abogado de 69 años especializado en bancarrotas que está desenmarañando la pirámide financiera con la que Bernard Madoff estafó a miles de individuos y entidades, ha asumido, sin embargo, un alto perfil. Ha atacado a instituciones como J.P Morgan Chase & Co. y al equipo de béisbol los Mets de Nueva York. Su misión es recuperar la mayor cantidad de dinero posible para restituir a las víctimas del fraude.
Su búsqueda ha rendido frutos: US$10.000 millones, la mitad de los US$20.000 millones que estima perdieron los inversionistas en la estafa, han sido recuperados, parte de ellos con la ayuda de fiscales federales. Picard parece estar apenas comenzando. Su meta es empezar a devolver dinero a las víctimas antes de fin de año. Los inversionistas que especulan sobre los reclamos de las víctimas de Madoff están ofreciendo comprarlos por alrededor de 70 centavos por cada dólar, por encima de los 20 centavos que pagaban a mediados del año pasado.
Un hombre pálido, con cada vez menos pelo, la apariencia de Picard es más de un contador modesto que de un abogado célebre.
"No es un hombre que busque aparecer en los periódicos", dice Denis Cronin, un abogado de la firma Vinson & Elkins LLP que ha tratado con Picard.
No hay nada de timidez en el lenguaje de Picard. Recientemente generó grandes titulares al entablar demandas que buscan miles de millones de dólares de poderosos adversarios. En una demanda dada a conocer en febrero, acusa a J.P Morgan Chase de ser "totalmente cómplice" en el fraude. Los propietarios de los Mets de Nueva York "hicieron tanto dinero fácil con Madoff durante tanto tiempo", dice otra demanda, que "decidieron simplemente mirar para el otro lado". Tanto J. P Morgan como los propietarios de los Mets han negado tener conocimiento de la estafa.
Casi todas las personas conectadas a Madoff, incluyendo sus nietos, han sido demandadas, al igual que otros individuos vinculados al mismo Picard.
El abogado ha presentado más de 1.000 demandas en el caso, con la meta de recuperar más de US$100.000 millones. Si recobra lo suficiente como para pagar todos los reclamos aprobados, los fondos adicionales irán a cubrir el costo del trabajo del fideicomisario y de otros acreedores de Madoff. Un abogado de Picard dijo que éstos podrían incluir a inversionistas que están buscando recuperar el monto mostrado en sus balances finales, que se basaban en operaciones que nunca tuvieron lugar, o a las personas que sostienen que la pirámide de Madoff les impidió realizar otras inversiones legítimas.
Sus honorarios también han sido extraordinarios. Su firma, Baker & Hostetler LLP cobra por hora US$742,50 y recibió casi US$3,3 millones por sus servicios a fines del año pasado. Se calcula que sus honorarios llegarán a alrededor de US$16 millones en 2014, de acuerdo con una carta enviada al Congreso estadounidense en enero por la Corporación de Protección de los Inversionistas de Valores. Se espera que el costo de las decenas de abogados y consultores bajo su mando llegue para entonces a US$1.400 millones. Las cuentas son asumidas por dicha corporación, a menos de que Picard recupere más de lo necesario para cubrir todos los reclamos válidos de los inversionistas.
Parte importante de la estrategia legal de Picard está diseñada por el contingente de abogados que trabaja bajo su dirección, encabezado por David Sheehan. Pero Picard es el rostro público de este esfuerzo, y a veces se ha molestado con las críticas de los inversionistas cuyo dinero está recuperando.
El año pasado, Picard dijo a The Wall Street Journal que su oficina había enviado cartas a muchos inversionistas que quisieran llegar a acuerdos sin tener que recurrir a pleitos legales y "prácticamente nadie respondió...".
Y agregó: "No tenemos aversión y nunca hemos tenido aversión a llegar a acuerdos".
El grueso de lo que ha recuperado lo consiguió a través de un acuerdo récord por US$7.200 millones al que él y otros fiscales federales llegaron en diciembre con los herederos de Jeffry Picower, un socio de Madoff.
Personas que lo han conocido por muchos años dicen que en el penoso mundo de las bancarrotas, donde los acreedores hacen lo que sea para recuperar centavos, Picard es inusualmente tranquilo, compasivo y justo, con un agudo sentido para determinar lo que está bien y lo que está mal.
Por Michael Rothfeld from Wall Street Journal 14/03/2011

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