El país de la mano de obra textil barata no sólo produce para tiendas de
descuento sino también para marcas de diseñador.
La mano de obra barata en fábricas textiles no siempre
equivale a ropa de descuento.
La disponibilidad de trabajadores de bajo costo ha hecho
que marcas de consumo masivo, como H&M, Gap,
Wal-Mart y Zara,
se vuelquen a la industria de ropa de US$20.000 millones de Bangladesh.
Pero las marcas de diseñador, incluyendo Giorgio Armani, Ralph Lauren y Hugo Boss, también han tercerizado parte de
su producción a Bangladesh, donde la seguridad de los trabajadores se ha
convertido en un grave problema tras varios accidentes mortales. De hecho, las
casas de diseño a menudo usan las mismas fábricas que los minoristas de ropa de
descuento.
El año pasado, Giorgio Armani recibió una entrega de
casi una tonelada en camisetas y ropa interior proveniente de una planta textil
en Chittagong, Bangladesh, según los registros. La casa de diseño italiana
indicó que produce "un número relativamente pequeño de artículos" en Bangladesh.
"La suposición de que todas las condiciones de manufactura allí son inadecuadas
no refleja justamente la realidad de la situación y perjudica a ese país",
apuntó Armani.
La prenda más básica de la moda, la camiseta, subraya la
incongruencia entre los precios altos y bajos.
En la tiendas en Londres, una camiseta hecha en
Bangladesh de la marca de jeans de diseño G-Star Raw cuesta 60 libras esterlinas
(US$93,25), 15 veces las 4 libras que Asda, una filial de Wal-Mart, cobra por
una de sus camisetas básicas para caballero, vendidas bajo la marca George.
Bangladesh produjo camisetas que valen 35 libras en Replay, una cadena italiana
que se especializa en ropa informal. Camisetas sencillas de color gris con la
marca Tommy Hilfiger cuestan US$39,99 en Amazon.com.
La amplia variedad en los precios de la ropa hecha en
Bangladesh pone en evidencia la gran brecha que existe entre el precio minorista
y el costo de producción de la prenda, así como lo pequeña que es la tajada que
va a la fábrica que la produce.
Aunque existen pequeñas diferencias de una camiseta a
otra, el mayor factor en el precio es la marca, dicen los expertos.
"Marcas como Tommy Hilfiger, Calvin Klein y Giorgio
Armani tienen un precio base más alto porque la marca tiene una reputación",
explica Ralston Fernández, vicedirector sénior de operaciones de ZXY Apparel
Buying Solutions, una firma en Bangladesh que coloca pedidos para minoristas en
fábricas locales.
Los precios minoristas incluyen otros costos, como la
publicidad, el alquiler del local y los salarios de los vendedores.
En una camiseta, al menos la mitad del costo de
producción viene de la materia prima, afirma Bakhtiar Uddin Ahmed, gerente
general de Fakir Apparels, una fábrica de camisetas con clientes como H&M,
Primark, Puma y G-Star Raw. Fakir Apparels compra un kilo de algodón de
Bangladesh por US$3,80, suficiente para cuatro camisetas.
Algunas marcas de alta costura optan por el algodón Pima
de fibra larga, cultivado en Estados Unidos, ya que puede resistir más lavados.
Un kilo de algodón Pima cuesta unos US$5,50, indica Fernández.
Agregar poliéster o viscosa puede reducir el costo. Pero
algunas de las camisetas más baratas hechas en Bangladesh son 100% algodón, como
las prendas de Tesco y
Wal-Mart que se venden por 4 libras, mientras que la camiseta Replay de 35
libras es una mezcla de algodón y viscosa.
Después del algodón viene la mano de obra. Ante la
presión para mejorar las condiciones laborales tras el colapso hace dos meses de
una fábrica que acabó con la vida de más de 1.100 personas, el gobierno de
Bangladesh se ha comprometido a elevar el salario mínimo, actualmente en US$38
al mes, un cuarto del de China. Duplicarlo añadiría entre 10 y 12 centavos al
costo de producir una camiseta básica, según Abby Janal, directora gerente de
ZXY Apparel.
Al mismo tiempo, las camisetas de alto costo son más
propensas a tener detalles extra, lo que incrementa el costo en unos cuantos
centavos. El bolsillo en la camiseta G-Star Raw de 60 libras probablemente
requiere dos o tres trabajadores más en la línea de producción, calcula Mohammad
Zulficar Ali, director ejecutivo en la oficina de Bangladesh de la firma de
compras globales Synergies Worldwide.
Las diferencias de calidad también se ven en el proceso
de impresión. Ali describe el diseño de una camiseta Primark de 6 libras como
"una impresión muy barata de goma", que podría añadir entre 10 y 12 centavos por
prenda.
Ali, que no suministró ninguna de esas camisetas, estima
que la producción de la camiseta Primark costó US$1,60; la de Hilfiger, US$5, y
la camiseta con bolsillo de G-Star Raw, US$6 o un poco más. Primark y G-Star
declinaron comentar sobre sus costos de producción. Hilfiger no respondió a
solicitudes de comentarios.
En Bangladesh, las marcas de alta calidad a menudo
terminan pagando un poco más por sus pedidos que los minoristas de consumo
masivo ya que sus pedidos son menores. Las fábricas prefieren pedidos grandes,
porque hace que sus horarios de producción sean más predecibles.
Para las costureras que hacen las camisetas, los sueldos
dependen de su habilidad, y no de la marca de la prenda. Una buena operadora de
máquina de coser podría ganar US$100 al mes, calcula Fernández.
Por CHRISTINA PASSARIELLO, en Londres, TRIPTI LAHIRI, en Nueva Delhi, y SEAN MCLAIN, en Daca, Bangladesh
- July 6, 2013, 12:03 a.m. ET
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