La caída de los precios se ha consolidado en Grecia y la deflación parece ser el fenómeno del futuro. Grecia ha completado 31 meses de declive en sus precios (con leves interrupciones, como muestra la gráfica) y el detalle más revelador es que el inicio de la caída de los precios (cuarto trimestre de 2010) coincide con la implantación de los planes de austeridad que impuso la troika. Es una prueba más de que estos planes han sido un rotundo fracaso y no han hecho más que hundir a los países. En octubre-noviembre de 2010 la inflación rondaba el 5,5 por ciento anual; a junio de 2013 la inflación en 12 meses fue del -0,6 por ciento.
La caída sistemática de los precios se llama deflación y Grecia ha completado dos años y medio en esta senda. Lo que interesa es ver si este fenómeno se propagará a otros países de la eurozona como España o Italia. Y a la luz de los hechos, todo indica que esta tendencia es la más probable. Porque tal como cuando emergió la crisis griega comenzaron a verse más las diferencias que las similitudes entre esos países (“España no es Grecia y el descalabro nunca llegará a tales niveles”, o “Lo que pasa es que los griegos son borrachos y corruptos y España es seria y responsable”, etc, etc)… y dos años y medio más tarde vemos que la realidad era muy distinta, y que España ha tenido casi el mismo itinerario griego dado que había más semejanzas que diferencias… Por eso que lo más probable es que sí, que haya deflación. Y esto será producto de la más pavorosa destrucción de empleo en la historia.
La caída sistemática de los precios se llama deflación y Grecia ha completado dos años y medio en esta senda. Lo que interesa es ver si este fenómeno se propagará a otros países de la eurozona como España o Italia. Y a la luz de los hechos, todo indica que esta tendencia es la más probable. Porque tal como cuando emergió la crisis griega comenzaron a verse más las diferencias que las similitudes entre esos países (“España no es Grecia y el descalabro nunca llegará a tales niveles”, o “Lo que pasa es que los griegos son borrachos y corruptos y España es seria y responsable”, etc, etc)… y dos años y medio más tarde vemos que la realidad era muy distinta, y que España ha tenido casi el mismo itinerario griego dado que había más semejanzas que diferencias… Por eso que lo más probable es que sí, que haya deflación. Y esto será producto de la más pavorosa destrucción de empleo en la historia.
La deflación se considera un fenómeno malo para la economía de un país dado que desalienta la inversión y el consumo y hunde más a la economía. Y si la economía griega está ya en un pozo muy profundo, con salarios que han caído en picado ¿cuánto más debe seguir cayendo para aumentar la competitividad por la vía de los recortes salariales? ¿o por la vía de la actividad turística?. La deflación que está carcomiendo a Grecia ha sido provocada por una fuerte caída en el precio de los servicios. Desde marzo, los precios al consumidor en 12 meses han registrado los primeros datos negativos desde la deflación de mayo de 1968. Saldo este período, la tasa de inflación fue siempre positiva.
Esta vez, la actual crisis tendrá a Grecia varios meses con una deflación persistente antes de lograr estabilizarse. El alto nivel de desempleo y la fuerte caída de la demanda no sólo complica la recuperación sino que la retarda. La economía helena y gran parte de sus vecinos enfrentan este mismo fenómeno contractivo que presiona los precios a la baja. Y el entorno es muy desalentador. Toda Europa se contrae. Estados Unidos marca el paso y se mantiene artificialmente a flote por las inyecciones de dinero de la Reserva Federal. China está en declive y enfrentando los desplomes de sus burbujas de activos. Los países emergentes tienen lo suyo con la caída de los precios de los commodities. El panorama no puede ser otro que inestabilidad y estancamiento.
Los precios solo podrán estabilizarse una vez que el impacto de los recortes salariales se reduzca, y cuando el empleo comience a mostrar signos de vida. Pero por el momento no hay perspectivas de recuperación. El FMI confirmó ayer que varios países, incluyendo España, seguirán en recesión durante todo el próximo año. Una vez más, el FMI debió sincerar sus estimaciones a la baja. Y gran parte de este descenso es por la aplicación de los planes de austeridad que obligó a implantar con la idea de volver al orden. Muy por el contrario, la eurozona se hundió en el desorden porque el FMI estuvo siempre errado en sus nociones de política económica, y subestimó la crisis, los multiplicadores fiscales, y el empleo.
En El Blog Salmón | La crisis griega y el destape de los desequilibrios monetarios 10 de julio de 2013 | 08:04 CET
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