En una torre de oficinas de 52 pisos en el distrito de embajadas de esta ciudad,
unos 400 empleados de Citic Trust Co. consiguen financiación para constructoras,
siderúrgicas y otras empresas que necesitan efectivo con urgencia y que son
rechazadas por los bancos tradicionales de China.
Los prestamistas de Citic y otras instituciones que
conforman el sistema de crédito paralelo de China, conocidos como los "bancos en
la sombra", crearon lo más parecido que tiene el país a la cultura de Wall
Street. Asumen riesgos que los bancos tradicionales evitan, llegando al punto de
crear fondos de inversión para activos como licores y muebles de alta calidad.
Sus principales ejecutivos conducen autos de lujo y frecuentan clubes costosos.
Ahora, estos bancos paralelos —un conjunto de
consorcios, aseguradoras, compañías de licitación, casas de empeño y otros
prestamistas informales sujetos a una menor regulación— están en el centro de
los crecientes temores sobre si la desaceleración de la economía podría desatar
una crisis de deuda.
En los últimos días, el gobierno chino ha tomado medidas
para controlar los préstamos irregulares. El lunes, las acciones chinas
sufrieron su peor pérdida diaria en casi cuatro años luego de que el banco
central anunciara restricciones al aumento del crédito.
Este mes, el Banco Popular de China comenzó a limitar la
financiación para el mercado de crédito interbancario, en el que estas entidades
se prestan entre sí pero también a algunas grandes instituciones de banca en la
sombra. Esto hizo que las tasas interbancarias, generalmente de entre 2% y 3%,
se catapultaran a 25% antes de acomodarse en 6,64% el lunes. El martes cerraron
en 5,8%.
El martes, en una señal de que buscaba moderar la falta
de efectivo, el banco central comunicó que recientemente había inyectado fondos
en instituciones financieras para apuntalar la liquidez. La medida logró que las
acciones chinas recuperaran pérdidas el martes por la tarde luego de una caída
de más de 5% durante la sesión, para cerrar 0,2% a la baja.
Aunque no brindó muchos detalles, el comunicado fue la
primera admisión de que el banco central respondió a una escasez de efectivo en
los bancos chinos que ha causado tumultos entre inversionistas de todo el
mundo.
La agencia oficial china Xinhua afirmó el domingo que el
banco central había orquestado la restricción de efectivo para limitar las
descontroladas actividades de crédito paralelo, indicando que su política
monetaria había comenzado a cambiar para pasar de centrarse en la "cantidad" a
la "calidad".
Economistas dentro y fuera de China temen que los bancos
en la sombra estén introduciendo riesgos parecidos a los del boom de hipotecas
de alto riesgo de Estados Unidos, al respaldar proyectos que quizás nunca
generen retornos, al no revelar completamente lo que les están pidiendo a los
inversionistas que financien, y al dar la falsa impresión de que les dan a los
bancos una forma de deshacerse de préstamos problemáticos, sin realmente
hacerlo.
El banco central decidió que debía intervenir ahora para
evitar que los problemas financieros se saliesen de cauce, afirma Charlene Chu,
directora de Fitch Ratings Inc., en Beijing.
Los bancos en la sombra consiguen dinero pidiendo
préstamos de bancos tradicionales o cortejando a inversionistas acaudalados en
busca de retornos más altos. Pero conforme los bancos tradicionales pasan apuros
para obtener fondos, disponen de menos dinero para entregarles a las entidades
de préstamos paralelos. Además, la escasez de crédito podría hacer que los
inversionistas duden antes de colocar su dinero en instituciones consideradas
menos seguras que los bancos.
Las entidades tradicionales de China son estatales y
conceden préstamos principalmente a empresas también del Estado, en detrimento
de muchas otras. Las tasas son fijadas por el gobierno —que permite una
competencia muy reducida— y los bancos suelen pagar intereses por debajo de la
inflación, incrementando el apetito de los depositantes por retornos
mayores.
Allí es donde entran en escena los bancos en la sombra.
En un ejemplo típico, una empresa que necesita dinero para una fábrica,
autopista u otro proyecto consigue un préstamo a corto plazo con una tasa de
interés alta. El banco paralelo, solo o con otras entidades, convierte ese
préstamo en un producto de inversión que vende a inversionistas, con la promesa
de un rendimiento mayor, financiado por los pagos del crédito.
La banca en la sombra es la parte del sector financiero
chino que está registrando el crecimiento más rápido. Durante años, Beijing usó
el sector para probar prácticas impulsadas por el mercado que no están
permitidas oficialmente en los bancos convencionales.
Entre 2010 y 2012, un período durante el que los bancos
tradicionales restringieron el crédito, los bancos en la sombra duplicaron sus
préstamos en circulación a 36 billones de yuanes, o US$5,8 billones (millones de
millones), alrededor de 69% del Producto Interno Bruto chino, estima J.P. Morgan Chase & Co.
En la industria de los consorcios empresariales, un pilar del sistema de crédito
paralelo, los activos en gestión se han casi triplicado a 8,7 billones de
yuanes, convirtiendo a estas firmas en el segundo mayor segmento de servicios
financieros en China, después de los bancos.
La banca en la sombra no está tan regulada como la
tradicional y no revela mucha información sobre los proyectos en los que está
invirtiendo o cuál es el desempeño de sus préstamos.
Un gerente de Citic dijo en una entrevista con The Wall
Street Journal que está constantemente en busca de clientes, cortejando a
gobiernos locales y constructoras.
"Las empresas fiduciarias siempre se han inspirado en
los bancos de inversión, lo que quiere decir que tenemos una especie de 'cultura
de la caza' que requiere que estemos constantemente en busca de oportunidades",
escribió Wang Jingxiong, hasta hace un mes un alto gerente de Citic Trust, en un
ensayo autopublicado que circuló ampliamente por los sitios web chinos. Los
esfuerzos por localizar a Wang fueron infructuosos.
Analistas y economistas aseguran que no está claro
cuántos créditos paralelos son impagos. Hasta ahora, los inversionistas no han
sufrido pérdidas reales porque los deudores en problemas han sido rescatados por
el Estado. Esto implica que el gobierno es vulnerable a sufrir mayores pérdidas
si los impagos se propagan, una preocupación creciente conforme la economía se
desacelera.
Pocos economistas prevén una crisis financiera inminente
en China, pero la ola expansiva de la banca paralela podría afectar otros tipos
de préstamos u obligar al gobierno a tomar más medidas para restringir el
crédito. Algunos expertos prevén que China crecerá este año a un ritmo por
debajo de la meta interanual fijada por el gobierno de 7,5%.
Por LINGLING WEI y BOB DAVIS Updated June 26, 2013, 9:54 a.m. ET
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