Ahora que se acercan las fiestas y que la acumulación de enormes pilas de platos sucios en el fregadero es más que previsible, el equipo de HuffPost Home ha decidido consultar a varios expertos para descubrir cuál es la mejor forma de llevar a cabo esa temida tarea.
Para ello han hablado con Jolie Kerr, columnista de Deadspin y autora de My Boyfriend Barfed In My Handbag ... And Other Things You Can't Ask Martha [Mi novio vomitó en mi bolso... Y otras cosas que no puedes preguntar a Martha], y con la doctora Kelly Reynolds, profesora de la Universidad de Arizona y educadora de salud pública especializada en seguridad alimentaria y transmisión de enfermedades.
Aquí tenéis ocho cosas que todos los que no tienen lavavajillas en casa deberían saber.
1. Utiliza una solución desinfectante.
Crear un enjuague desinfectante mimetizará parte del proceso que sigue un lavavajillas. Si no usas un jabón desinfectante, los platos estarán limpios, pero las bacterias no se eliminarán del mismo modo. Después de lavarlos, introdúcelos en 4,5 litros de agua con una cucharada de lejía. Reynolds aconseja utilizar también esta solución para limpiar el estropajo y el fregadero.
De hecho, es una buena práctica desinfectar la pila antes de empezar a lavar los platos, tanto para quitar el olor como para mantenerlos limpios. "Hemos hecho un montón de estudios en la Universidad de Arizona para observar el crecimiento de bacterias en el fregadero", explica Reynolds. "Si no lo desinfectas antes de lavar los platos, el agua se podría contaminar con la suciedad que ya estaba en la pila". Reynolds explica que encontraron bacterias E. coli y Salmonella acumuladas en fregaderos sucios.
2. Asegúrate de utilizar el detergente para vajilla adecuado.
Busca un jabón con ácido láctico, que posea beneficios antibacterianos. Los que poseen lauramine óxido tienen poder antigrasa.
"Básicamente, buscamos uno espumoso", afirma Kerr. "Si utilizas detergente para platos y te das cuenta de que has lavado un plato y necesitas volver a echar jabón en el estropajo, entonces no es el mejor producto. Los detergentes más diluidos no suelen ser tan eficaces contra la grasa ni producen tanta espuma".
3. Si tienes muchos platos, llena el fregadero de agua caliente jabonosa y lávalos bajo el agua.
Antes de hacerlo, Kerr recomienda sacar todo lo afilado que pueda estar en el fondo de la pila. Luego, deberías frotarlos bajo el agua, quitar el tapón del fregadero y dejar que se vaya el agua. "Esos minutos supondrán mucho y facilitarán la limpieza de la vajilla", explica Kerr.
Reynolds también comenta que el baño de agua caliente quita mejor las partículas de comida pegadas en los platos. El agua fría sirve para fregar platos con comida rica en almidón. Además es recomendable revisar el agua después de un tiempo. "Si vas a fregar platos grasientos y con partículas de comida, el residuo de grasa se quedará en el agua", explica Reynolds. "Por tanto, es mejor lavar primero los platos menos sucios, como los vasos, y luego seguir con las cacerolas y sartenes, que tienen más suciedad".
4. Para quitar los restos incrustados de cacerolas y sartenes, utiliza un estropajo especial y bicarbonato de sodio.
Kerr recomienda usar una esponja cubierta de plástico que desincruste bien sin rayar la vajilla. Para la comida que se quede muy pegada, Kerr aconseja utilizar bicarbonato de sodio y luego verter agua hirviendo por encima. "Lo dejas en agua y esperas a que se enfríe para poder meter las manos. Luego, le pasas la esponja y los restos desaparecerán".
5. Evita poner unas cosas encima de otras en el escurridor de platos.
Puede que sea obvio, pero hay un método para evitar la temida montaña de platos a medida que los vas limpiando: ¿Secarlos en vez de acumularlos mojados? "Suena peor de lo que en realidad es", opina Kerr. "No interrumpe tanto como crees. Y las manos descansan".
6. Cambia los trapos de cocina siempre que puedas.
Reynolds aconseja prestar atención a la suciedad de los trapos, pues hay muchos estudios que demuestran que los "trapos de uso común" en la cocina para secarse las manos y los platos "acumulan gérmenes con el tiempo". Reynolds explica que se debeutilizar un trapo limpio cada vez que laves los platos. Ésta es la regla de oro de Kerr: "Piensa en el número de trapos que necesitas y duplica la cifra".
7. Si tienes invitados para cenar, diles que no pongan los platos sucios en el fregadero.
Pide a tus invitados que dejen los platos en la encimera al lado del fregadero. Recuerda: tienes que dejar espacio en la pila para poder fregar los platos. El otro motivo por el que la pila debe estar organizada es porque si has utilizado platos frágiles para la cena, tendrás que separar la cubertería de la vajilla para evitar los arañazos. "Si se te escurre un cuchillo y va a parar a un plato, la vajilla tendrá un desconchón, y a nadie le gusta eso".
8. Si alguien te ofrece su ayuda, acepta la oferta.
Aunque es verdad que no puede haber demasiadas personas en la cocina, Kerr sugiere dar una tarea a cada persona. Por ejemplo, explica que a ella le gusta que le ayuden "a secar los platos". Y, "si nadie se ofrece voluntario, busca a un voluntario forzoso".
EL HUFFINGTON POST | Por Renee Jacques
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