- La población en edad de trabajar está disminuyendo a grandes pasos
- El FMI cree que es el país perfecto para ser el laboratorio de pruebas
- La aceptación de la población de los robots supone una ventaja
En los últimos 60 años, Japón ha ido anticipando los problemas a los que finalmente se ha tenido que enfrentar el resto de países del mundo. La revolución tecnológica, el descenso de la natalidad, el cambio demográfico, los tipos de interés ultra-bajos... Si bien es cierto que todas ellas guardan relación, Japón ha sido el primero en vivir estos fenómenos. Ahora, el país nipón se enfrentará a una pérdida masiva de población. El FMI cree que Japón tiene todo a su favor para mostrar al resto del mundo cómo los robots van a ser el mejor amigo del hombre para superar esta nueva época.
Japón será un laboratorio de pruebas
Los economistas del FMI Todd Schneider, Gee Hee Hong y Anh Van Le han publicado un artículo en el que sostienen que el país asiático será el primero en enfrentarse a la catástrofe demográfica y su respuesta (encaminada hacia la automatización de tareas que hoy realizan los seres humanos) puede ser de mucha utilidad para los países que se tendrán que enfrentar a la misma situación unos años después: "En Japón, el rápido descenso de la fuerza laboral y el limitado influjo de inmigrantes está creando un fuerte incentivo para la automatización de la economía".
Reducción de la fuerza laboral en varios países, incluido Japón (línea negra). // Fuente: FMI con datos de la ONU
Estos expertos creen que Japón "será como un laboratorio particularmente útil para el estudio del marco laboral del futuro". La población del país, según la proyecciones de la ONU, se desplomará en más de 30 millones en las próximas décadas, mientras que la fuerza laboral sufrirá una merma superior en términos relativos. Esto obliga a los japoneses a entenderse mejor que nadie con los robots si quieren mantener su nivel de vida mientras que la pirámide de población se mantenga invertida.
Una catástrofe demográfica
En 2017, la población de Japón ha caído en 264.000 habitantes, es como si de un año para otro desapareciesen todos los ciudadanos de La Coruña. Las muertes superan a los nacimientos en 1.000 personas por día. Las proyecciones de la ONU muestran que Japón perderá los 100 millones de habitantes entre el año 2060 y 2070 (hoy tiene 127 millones de habitantes).
Además, según los economistas del FMI "la fuerza laboral de Japón (aquellos entre 15 y 64 años) caerá aún más rápido que la población total, con un descenso de 24 millones de personas desde ahora hasta el año 2050. Que la inmigración aumente para compensar este proceso es poco probable, por lo que Japón se enfrenta a un escenario lúgubre en lo que se refiere a productividad, crecimiento potencial e incremento de los ingresos".
No obstante, esta debacle demográfica se va a producir en un país que ha sabido salir adelante de las situaciones muy complejas, contando además con recursos naturales muy limitados. Japón ha sabido usar su mejor recurso para llegar a ser una economía puntera, que no es otro que el capital humano.
Japón es ya uno de los países líderes en el uso de robots y esta situación se acentuará en el futuro. Resulta habitual ver a pequeñas y medianas empresas echando mano de la última tecnología para esquivar la escasez de trabajadores en algunos sectores, como pueden ser la agricultura, la ganadería o algunas ramas del sector servicios.
Pero la ola de cambio claramente está llegando y afectará virtualmente a todas las profesiones de una forma u otra. Japón es un caso relativamente único. Dada la dinámica de la población y la fuerza de trabajo, los beneficios netos de una mayor automatización han sido altos y podrían ser incluso mayores.
La tecnología puede ofrecer una solución parcial al desafío que supone incrementar la productividad a largo plazo y el crecimiento económico. La experiencia de Japón podría ser valiosa para países como China y Corea, que se enfrentarán a tendencias demográficas similares en el futuro y para las economías avanzadas de Europa.
"Para los de políticos, el primer obstáculo es aceptar que se avecina un cambio. La máquina de vapor probablemente fue igual de desconcertante, pero llegó, poniendo fin a algunos trabajos pero generando muchos nuevos también. La inteligencia artificial, la robótica y la automatización tienen el potencial de hacer un cambio grande".
El artículo culmina destacando que el segundo obstáculo será encontrar maneras de ayudar al público a prepararse y a aprovechar esta transformación para mejorar la vida y aumentar los ingresos de las personas. Unas redes de seguridad social fuertes y efectivas serán cruciales, puesto que la ruptura de algunos contratos laborales y sociales tradicionales parece inevitable. La educación y el desarrollo de habilidades también serán necesarios para permitir que más personas aprovechen los nuevos empleos en un mundo de alta tecnología y para que los beneficios y riesgos de la automatización puedan ser compartidos por igual.
5/06/2018 - 12:26
http://www.eleconomista.es/economia/noticias/9185392/06/18/Japon-tendra-que-mostrar-al-mundo-como-sobrevivir-a-la-catastrofe-demografica.html
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