El país que inicie una guerra nuclear no podrá evitar millones de muertes en su territorio (iStockphoto)
- Incluso si no hubiera un contraataque, el “retroceso ambiental” desencadenaría una catastrófica cadena de sucesos
La Guerra Mundial termonuclear era el peor de los escenarios en War Games, aquella película de 1983 en el que un joven Matthew Broderick interpretaba a un hacker que conseguía entrar en un superordenador del ejército estadounidense (WOPR) que no entendía la diferencia entre juego y realidad y está a punto de llevar al mundo a un cataclismo atómico.
En el film todo se soluciona, como es habitual, en el último momento. En el mundo real, no todo es tan sencillo y aséptico. ¿Qué pasaría, entonces, si un país decidiera lanzar un ataque nuclear contra otro estado? Si a Kim Jong-un, Donald Trump, Vladimir Putin o cualquier otro líder con bombas atómicas se le cruzaran los cables lo que es seguro es que, empezar la guerra, no evitaría que murieran millones de sus conciudadanos.
Empezar la guerra nuclear no evitaría que murieran millones de sus ciudadanos de tu país
Así lo determina un estudio realizado por investigadores de la Universidad Michigan Tech en el que se analiza lo perjudicial que sería la querra para la propia nación agresora. Por eso los expertos llegan a la conclusión que “100” es la cantidad máxima de armas nucleares que puede permitirse un estado.
“Más de cien en el arsenal va a causar más daños que beneficios, ya que su uso puede desestabilizar al país que las utiliza, incluso en el mejor de los casos”, señalan en su análisis. Estados Unidos y Rusia tienen actualmente miles de armas nucleares y su carrera parece no tener fin. Es una especie de estrategia basada en cuanta más potencia de fuego tengo, más intimidante soy y los otros países se lo van a pensar dos veces antes de comenzar un conflicto.
Los profesores Joshua Pearce y David Denkenberger examinaron, en una investigación publicada en la revista Safety , las consecuencias físicas negativas directas del uso de armas nucleares para la nación que las dispara, incluida la inanición y la interrupción de la cadena de suministro global junto con el costo de mantener un extenso arsenal.
Su conclusión es clara. “Una nación dispuesta a usar su armamento nuclear contra otra debe determinar si tiene la capacidad de sobrevivir a los problemas que ella misma está provocando”, señalan en el primer estudio que demuestra de forma cuantitativa lo peligroso que es el uso de este tipo de armas, incluso si disparas primero.
Una nación que quiera usar sus armas debe determinar si puede sobrevivir a los problemas que va a provocar
Hay actualmente nueve naciones en el mundo con armamento nuclear: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte. Entre todos suman aproximadamente 15.000 armas. Los expertos proponen reducir esa cantidad a apenas 900 (o menos)
”Con 100 armas nucleares, sigues disuadiendo al resto de estados y, además, evitas el retroceso ambiental que probablemente provocaría un invierno nuclear y que acabaría matando a tu propia gente”, dice Pearce en un comunicado. “Si Estados Unidos usa 1.000 ojivas nucleares contra un enemigo y nadie toma represalias, veremos morir a unas 50 veces más estadounidenses que el 11-S debido a las secuelas provocadas por sus propias armas“, añade.
Estas consecuencias incluyen una caída significativa en la temperatura global debido al hollín de las explosiones nucleares que bloquearían la entrada de la luz solar a la superficie de la Tierra, la disminución de la precipitación, la reducción de la producción de alimentos a causa de la luz solar bloqueada y menor humedad, aumento de la radiación ultravioleta en una atmósfera dañada y cadenas de suministro que no funcionarían.
“Asumimos un fuerte racionamiento, que es la mejor manera de mantener a la mayoría de las personas con vida cuando existe este nivel de escasez de alimentos. Significa que cualquier persona que muere de inanición ya no necesita más comida”, asume Pearce crudamente. ”Pero mucha más gente moriría por culpa de la violencia”, considera.
Habría una caída de la temperatura global por el hollín que bloquearían la luz solar en la superficie de la Tierra
Los autores examinaron tres posibles hipótesis: con un arsenal de 7.000 armas, con uno de 1.000 armas y otro de 100. Los investigadores explican que si EE.UU. usaran cien armas nucleares contra las ciudades más pobladas de China, las explosiones iniciales probablemente matarían a más de 30 millones de personas. Esto aniquilaría a más personas que las pandemias graves, lo que proporcionaría una gran disuasión para evitar que otra nación atacara.
La pérdida agrícola de este llamado “invierno nuclear” oscilaría entre el 10 y el 20 por ciento, lo suficiente como para causar una escasez generalizada de alimentos en las naciones más ricas y la hambruna masiva en las naciones más pobres. Los incendios de las distintas ciudades lanzaría humo en la atmósfera superior y bloquearía la luz solar durante años. Esto podría causar menos lluvia y temperaturas más bajas, lo que podría derivar un clima invernal en pleno verano... y la muerte de millones de personas.
La pérdida agrícola de este llamado “invierno nuclear” en un país oscilaría entre el 10 y el 20 por ciento
“El gobierno de los Estados Unidos debería aumentar mucho su enfoque en la producción de alimentos alternativos para proveer a los sobrevivientes en el caso de una guerra nuclear; con las cadenas de suministro cortadas, toda la comida que los estadounidenses coman tendrá que venir desde dentro de las fronteras de la nación“, afirma Denkenberger.
”No es racional gastar miles de millones de dólares en un arsenal nuclear que desestabilizaría a su país si alguna vez se usara”, dice Pearce. “Pero otros países están mucho peor. Incluso si dispararan relativamente pocas armas y no recibieran un contraataque, Corea del Norte o Israel cometerán un suicidio nacional“, concluyen.
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