lunes, 26 de octubre de 2020

La verdad del sí del Papa a las uniones gais

 

La verdad del sí del Papa a las uniones gais
La unión entre personas del mismo sexo se ha ido normalizando en los últimos años, como revela esta foto de un desfile de modelos nupciales del 2014 (Domenico Stinellis / AP)



No fue una casualidad, ni se le escapó. Francisco lo dijo -y sabía lo que decía porque lo ha explicado públicamente al menos en otras dos ocasiones-, en una entrevista a la cadena de televisión mexicana Televisa emitida en 2019: “Son hijos de Dios. Tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie ni hacerle la vida imposible por esto. Lo que debemos crear es una ley sobre las uniones civiles. De este modo los homosexuales tendrían una cobertura legal”.

Lo dijo, pero no fue emitido, fue censurado. ¿Por quién? Por el propio Vaticano, según los analistas conocedores de los intríngulis de la Santa Sede consultados por La Vanguardia. Estas mismas fuentes no saben responder por qué esta parte de la entrevista no vio la luz, cuando no era algo nuevo, y la ve ahora en el documental Francesco, del realizador ruso Evgeni Afineevsky, que fue presentado el pasado miércoles en el Vaticano. Quizá lo fue por algo tan simple como una deficiente política comunicativa de la Santa Sede.

Sea como fuere, el Pontífice bendice las uniones civiles de gais y lesbianas, pero no el matrimonio entre personas del mismo sexo, como ya hiciera Jorge Mario Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires en 2010, tres años antes de ser elegido Papa, pero no fue secundado por sus compañeros de episcopado. No hay, pues, cambio de doctrina en el magisterio de la Iglesia Católica. Quienes consuman el acto sexual con otra persona del mismo sexo, pecan.

Lo que hace Bergoglio, ahora como papa Francisco, es abogar por que la sociedad reconozca los derechos de los gais a unirse civilmente. Y traslada la cuestión de las relaciones de lesbianas y gais a la esfera civil. Así, en cierto modo, “impide que la Iglesia reconozca las relaciones entre personas del mismo sexo”, explica Lisa Fullam, profesora de teología en la Universidad de Santa Clara, en la revista National Catholic Reporter.

“Llamemos a esto uniones de hecho, no bromeemos con la verdad”, respondió al ser preguntado en 2017 por el matrimonio gay

En esta línea, el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster y presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, adoptó una posición similar antes de la introducción en el Reino Unido de una ley de matrimonio entre personas del mismo sexo en 2011. El cardenal Nichols defendió en su lugar las uniones civiles, que ofrecen a las parejas homosexuales “protección y disposición legal”. Ahora bien, Francisco es el primer Papa que adopta públicamente esta postura, aunque a título declarativo y sin marchamo de documento pontificio o vaticano, como el de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que en 2003 sostenía que había que oponerse al reconocimiento legal de las uniones homosexuales “porque oscurecen ciertos valores básicos y devalúan la institución del matrimonio”.

Francisco trata a los homosexuales con “respeto, compasión y sensibilidad”, como manda el Catecismo de la Iglesia Católica. Lo dejó claro en julio de 2013, en el vuelo de regreso a Roma desde Brasil, donde sostuvo un encuentro de ochenta minutos con los periodistas que cubrían su viaje. Le preguntaron por el supuesto lobby gay del Vaticano.

“Yo no he encontrado a nadie con un documento de identidad que diga soy gay. Creo que cuando uno se encuentra con una persona así debe de distinguir entre el hecho de ser gay y el hecho de hacer lobby, porque ningún lobby es bueno”, replicó. Y añadió para que se grabara a cincel en su historial: “Si una persona es gay, busca a Dios, y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”.

La posición adoptada por el Papa en el documental Francesco, tampoco es nueva. Ya la había expresado en sendas entrevistas publicadas. “Llamemos a esto uniones de hecho, no bromeemos con la verdad”, respondió al ser preguntado en 2017 por la posibilidad de que dos parejas del mismo sexo contrajeran matrimonio. También habló sobre las uniones civiles en una entrevista de 2014 con el periódico italiano Corriere della Sera, en la que reconoció que los estados que aprobaron leyes de unión civil lo estaban haciendo principalmente para brindar derechos legales a las parejas del mismo sexo.

“Juan, es Dios quien te hizo gay y, en todo caso, te ama. Dios te ama y el Papa también te ama”

¿Y su referencia a la familia? ¿Pueden crear una familia? ¿Tienen derecho a formar una familia? El Papa dice que tienen derecho a una familia. Y que no se puede echar de la familia a nadie ni a hacerle la vida imposible por esto. Ambiguo para algunos, claro para otros. “Quizá Francisco no sepa que esta frase se utiliza de modo habitual para pedir el reconocimiento del derecho a la progenitoriedad, es decir, a conseguir tener hijos por diferentes medios”, ha escrito en La Vanguardia la historiadora Lucetta Scaraffia.

Su apertura, sostiene Scaraffia, no cree que llegue a este punto, porque iría en contra de una moral bioética que se ha pronunciado siempre contraria a la fecundación asistida, la inseminación heteróloga o los vientres de alquiler. Los analistas consultados por La Vanguardia consideran que Francisco se refiere más al hecho de que los gais y lesbianas tienen derecho a ser miembros de la familia humana y de construir sus relaciones en comunidad, sin estigmas.

Francisco respalda así a los homosexuales que son perseguidas legalmente en algunos países africanos con el apoyo de algunos obispos

Como le ocurrió a Andrea Rubera, un romano homosexual que tiene tres hijos con su pareja y escribió al Papa para explicarle que quería enviarlos a la parroquia, pero que temía que fueran discriminados. Francisco le llamó días después y le animó. “Lleve a sus hijos a la iglesia, sea transparente sobre su familia, va a ser bueno para ellos aunque no todos estarán de acuerdo con una familia de este tipo. Hicimos exactamente lo que nos dijo”, explica Rubera en el documental, donde valora el cambio de actitud del Pontífice.

También lo alaba el chileno Juan Carlos Cruz, víctima y activista contra los abusos sexuales, quien asistió a la presentación del documental el pasado miércoles en Roma. “Cuando conocí al papa Francisco me dijo que sentía mucho lo sucedido. Juan, es Dios quien te hizo gay y, en todo caso, te ama. Dios te ama y el Papa también te ama”, cuenta este ciudadano chileno en Francesco.

Sea como fuera, la declaración del Pontífice ha levantado ampollas en el sector conservador de la Iglesia, especialmente en Estados Unidos, donde sirve para cerrar filas en torno al presidente y candidato a la reelección, Donald Trump. También ha representado un apoyo a las comunidades homosexuales que son perseguidas legalmente en algunos países africanos con el apoyo de algunos obispos. O, más cerca de nosotros, en Polonia, la tierra de Juan Pablo II, donde proliferan las localidades que pretenden acabar con la ideología gay.

Porque Francisco, en su misericordia, antepone la persona a su condición sexual.