lunes, 19 de octubre de 2020

O coges el covid o contaminas el planeta: el dilema entre mascarilla quirúrgica o de tela


Foto: Reuters/Amir Cohen.


Las mascarillas de tela no protegen lo suficiente y en algunos sitios ya están prohibidas, pero las quirúrgicas de un solo uso generan una contaminación alarmante. ¿Qué hacemos entonces?


A Pablo, un ovetense de 32 años, le saca de quicio salir a la calle y ver a gente con mascarillas de tela. "¿Por qué no se ponen la quirúrgica?", se pregunta. "No sé si es que se ven más guapos con las de tela o qué pasa, pero no lo entiendo. ¡Si las de tela protegen mucho menos! En cuanto veo a alguien con una de tela me separo todo lo posible".

En el lado opuesto está Gemma, una alicantina de 35 años afincada en Madrid. Ella se pone la mascarilla quirúrgica cuando va a un centro sanitario, pero el resto del tiempo usa una de tela. ¿La razón? "Si la mascarilla de tela tiene las tres capas que especifica la OMS y quien la usa no trabaja en un entorno de riesgo, previene tanto el contagio de quien la lleva como que esa persona contagie a otras". Además, Gemma alude a otros dos argumentos que van más allá de la pura pandemia:

  1. Económico. "Las de tela son más rentables económicamente, lo cual beneficia a muchas personas que no pueden añadir este gasto a los que ya tienen porque su situación ya era precaria antes de la pandemia o se ha precarizado con la llegada del virus".
  2. Medioambiental. "Las de tela son menos contaminantes porque tienen más usos (por lo tanto, usarlas genera menos desechos y se implican menos recursos naturales en su fabricación porque tienen más vida) y sus materiales son menos perjudiciales".

Foto: Pixabay.
Foto: Pixabay.

En su opinión, por tanto, "las mascarillas quirúrgicas deben usarlas las personas más expuestas a riesgos por su profesión o sus patologías". Pablo entiende y comparte parcialmente los argumentos de Gemma, pero las prioridades, para él, deberían ser otras: "Estamos en mitad de una pandemia mundial que está matando a miles de personas y está dejando una crisis económica muy grave. Claro que hay que preocuparse por el medioambiente, pero ahora la pandemia está muy por delante de eso".

Los argumentos de Pablo y Gemma son igualmente lícitos y válidos, pero ponen de relieve un debate que está creciendo en las últimas semanas: ¿debería prohibirse las mascarillas de tela, especialmente aquellas no homologadas que no han pasado ningún tipo de supervisión sanitaria? ¿Debe obligarse a los ciudadanos a recurrir única y exclusivamente a las quirúrgicas? Y si es así, ¿qué hacemos con la contaminación generada por unas mascarillas que no son reutilizables, que idealmente no deben usarse más de una vez, que no se pueden reciclar, que consumen muchos recursos en su fabricación y que generan una cantidad ingente de residuos?

Lo que dicen las autoridades...

Con el debate de plena actualidad, lo cierto es que la mascarilla de tela va camino de desaparecer, al menos en los entornos oficiales y sanitarios. Varios hospitales y centros sanitarios de Guipúzcoa ya las han prohibido y, si alguien entra en sus instalaciones con una, se le da una quirúrgica y se le obliga a permanecer con ella. A esta tendencia se unieron en su momento otros hospitales como el de Valencia y varios de Galicia. Euskadi ha ido incluso un paso más allá: la Osakidetza, el Servicio de Salud Vasco, ha prohibido el uso de las mascarillas de tela en cualquier hospital o centro sanitario de su territorio. Y la medida amenaza con extenderse por más Comunidades Autónomas como Navarra.

A nivel institucional, en realidad, el debate no admite opiniones: las mascarillas de tela no protegen lo suficiente contra el covid-19. Las homologadas presentan un nivel de protección menor al de las quirúrgicas, mientras que las no homologadas (que en España florecieron durante el estado de alarma ante el desabastecimiento generalizado) directamente son una incógnita: al no haber pasado ningún control pueden ser medianamente útiles... o no servir para casi nada.

Las autoridades no dudan: "Las mascarillas de tela protegen menos que las quirúrgicas e incluso pueden aumentar el riesgo de infección"

La Organización Mundial de la Salud lo tiene claro: "La mascarilla de tela no basta para proporcionar un nivel de protección adecuado. Mantenga una distancia física de al menos un metro con los demás y lávese las manos con frecuencia". Sin embargo, el organismo es consciente de los periodos de desabastecimiento de mascarillas quirúrgicas que ha habido en muchos territorios y, para mitigar el riesgo, cuenta con una guía que explica cuándo debe usarse obligatoriamente la quirúrgica y cuándo puede aceptarse el uso de la de tela (higiénica).



AUTOR
C. OTTO    18/10/2020