- La relativa estabilidad de los últimos meses no es una buena noticia
- El uso de bitcoin para transacciones registra mínimos record
En los últimos meses, el bitcoin se ha movido en el entorno de los 20.000 dólares y el ether en el de los 1.300 dólares. Una relativa estabilidad que podría interpretarse como una señal de que el criptoinvierno ya ha pasado, pero que, en realidad, vendría a constatar que el sector de las criptomonedas se encuentran inmersos en una edad de hielo.
Esta situación es el resultado de una concatenación de acontecimientos. Por un lado, el sector tecnológico se ha visto afectado por las subidas de los tipos de interés que ha llevado a cabo la Reserva Federal de EEUU (Fed, por sus siglas en inglés), en un intento por controlar la inflación. Sin embargo, esta decisión ha perjudicado todavía más a las criptomonedas, cuya capitalización de mercado ha pasado de 3,2 millones de dólares a menos de 1 millón de dólares. A este desplome ha contribuido también el colapso del token luna y de la stablecoin terraUSD.
Tampoco ha ayudado demasiado que la adopción del bitcoin como moneda de curso oficial en El Salvador haya fracasado y, mucho menos, el hecho de que las criptomonedas no estén actuando como depósito de valor ante la inflación, cuando ese era uno de los principales argumentos esgrimidos por los partidarios de estos activos digitales.
Ni siquiera la puesta en marcha de Merge, la actualización de Ethereum, no ha conseguido recuperar el interés de los inversores y eso que supone abandonar el minado 'proof of work' por la validación 'proof of stake', lo que en la práctica permite reducir un 99% su consumo de energía.
Asimismo, el precio de la bitcoin ha terminado echando a los bajistas, quienes han sido sustituidos por inversores alcistas a largo plazo. Una desidia que se deja patente en el uso de bitcoin para transacciones: en los últimos seis meses, solo se ha utilizado el 22% de todas las unidades de esta criptomoneda para hacer intercambios, según datos de Morgan Stanley que recoge el Financial Times.
Sin embargo, no todos se muestran tan pesimistas. Por ejemplo, BlackRock se asoció el pleno criptoinvierno con Coinbase para dar a sus clientes acceso a los activos digitales, argumentando que seguía viendo un "interés sustancial" por parte de los clientes institucionales en este mercado. Más recientemente, Nasdaq ha anunciado que el lanzamiento de un servicio de criptografía, aunque éste no se producirá hasta que haya una mayor claridad regulatoria.
Musk dispara el precio de dogecoin
Otro activo digital que ha sido noticia esta semana ha sido el dogecoin. Tras meses de idas y venidas, amenazas de juicio y demás, Elon Musk finalmente ha formalizado la compra de Twitter, lo que ha disparado el precio de este meme token un 72,45%, pasando de 0,060 a 0,10 dólares.
Lo que habría impulsado el precio de este meme token sería el rumor de que, a raíz de esta adquisición, Twitter podría contar en el futuro con una criptocartera para hacer depósitos e intercambio de criptomonedas. Parece lógico pensar que esto puede llegar a materializarse, ya que las otras empresas de Musk, Tesla y SpaceX, ya permiten a los usuarios utilizar dogecoin para algunas transacciones. No obstante, por el momento son solo especulaciones.