miércoles, 12 de abril de 2023

Este inversor de 'La gran apuesta' anticipa otro desastre en el mercado inmobiliario por un riesgo climático pasado por alto

 



  • Dave Burt cree que las inundaciones amenazan con otro colapso similar
  • La vivienda se hundiría al no estar valorados los riesgos de una catástrofe


Crisis financieras ha habido muchas, pero la magnitud de la de 2008 permite que haberse anticipado a ella nítidamente siga siendo un aval de credibilidad a día de hoy. Es lo que ocurre con cualquiera de los protagonistas de La gran apuesta, libro del periodista estadounidense Michael Lewis que relata cómo un grupo de pequeños inversores, inconexos entre sí, supo adelantarse a la 'madre de todas las crisis'. Uno de aquellos augures -no siempre se trata de Michael Burry- que vieron antes que nadie el potencial colapso de las hipotecas subprime fue Dave Burt, quien, ahora, más de 15 años después, vislumbra otro gran riesgo de colapso en el mercado inmobiliario estadounidense, aunque el motivo no es exactamente el mismo: ahora la 'bomba de relojería' oculta es un riesgo climático que se suele pasar por alto.

Actual consejero delegado de la empresa de investigación de inversiones DeltaTerra Capital, cuyo objetivo es ayudar a los clientes a gestionar el riesgo climático, Burt ayudó a dos de los protagonistas del bestseller de Lewis a apostar contra un mercado hipotecario al borde del precipicio, lo que les permitió ganar millones. Y también un aura de autoridad económica bajo la que Burt avisa de que hay un riesgo climático que podría hacer que la historia se repitiera: las inundaciones. A la cabeza de todos vienen fenómenos como el huracán Katrina, que asoló Nueva Orleans en 2005, o el más reciente huracán Ian en Florida el pasado septiembre.

Burt señala que las investigaciones de DeltaTerra Capital sugieren que el 20% de los hogares de EEUU tienen una "exposición significativa" a un problema de valoración errónea debido al riesgo de inundación. De materializarse, advierte, las consecuencias podrían asemejarse a la extraordinaria corrección observada durante la gran crisis. "Pensamos que este problema de revalorización puede ser una cuarta parte del tamaño y la magnitud de la crisis financiera mundial en su conjunto, pero por supuesto muy, muy perjudicial dentro de las comunidades expuestas", explica Burt entrevistado por la CNBC.

Aunque la mayoría de los inversores siguen mostrándose escépticos sobre el impacto de los riesgos climáticos en sus carteras, un estudio reciente advertía de que el mercado inmobiliario estadounidense podría estar sobrevalorado en unos 200.000 millones de dólares debido a riesgos de inundación no valorados.

El análisis se publicó a mediados de febrero en la revista Nature Climate Change. Elaborado por investigadores del Environmental Defense Fund, la First Street Foundation y la Reserva Federal de EEUU, entre otros, el estudio modelizaba los cambios a nivel de propiedad en el riesgo de inundaciones en todo el país durante las próximas tres décadas y advertía de que los hogares con bajos ingresos eran especialmente vulnerables a la devaluación del valor de la vivienda.

"Desde nuestro punto de vista, lo más importante es que el riesgo climático no se está incluyendo en el precio del mercado inmobiliario. Los costes actuales o las valoraciones de las viviendas no tienen en cuenta la materialización de ese riesgo real de inundación, y eso sin tener en cuenta que tenemos una tremenda sobrevaloración ligada a las propiedades en todo el país", lamentaba Jeremy Porter, responsable de implicaciones climáticas de la First Street Foundation, al hilo del estudio

Porter alertaba de que, como la gente sigue careciendo de información suficiente sobre el riesgo climático a la hora de comprar sus casas, persiste el peligro de que los hogares lleguen a perder de la noche a la mañana una parte importante del valor de sus propiedades. "Puede ser comunidad por comunidad. Puede ser un punto de inflexión más amplio que se alcance en todo el país en el mercado inmobiliario. Pero en algún momento se llegará a un punto de inflexión local o nacional en el que estallará algún tipo de burbuja", enfatizaba.

En la actualidad, según el estudio, cerca de 15 millones de propiedades estadounidenses se enfrentan a una probabilidad anual de inundación del 1%, y se prevé que los daños anuales a las propiedades residenciales superen los 32.000 millones de dólares. También se advertía de que el aumento de la frecuencia y gravedad de las inundaciones en medio de la creciente emergencia climática podría hacer que el número de propiedades estadounidenses expuestas a inundaciones aumentara un 11% y las pérdidas medias anuales se dispararan al menos un 26% de aquí a 2050. En el foco están especialmente las zonas costeras. Sin embargo, el mercado actúa como si el cambio climático no existiera. Cada año se emiten entre 60.000 y 100.000 millones de dólares en hipotecas para viviendas costeras.

Esta serie de advertencias se produce en un momento en el que el mercado inmobiliario está experimentando un cambio fundamental debido a la subida de los tipos hipotecarios y a que los bancos centrales de todo el mundo siguen luchando contra la inflación subiendo los tipos de interés. Asimismo, Burt afirma que están empezando a aparecer algunas grietas en los términos del coste de los seguros. Y cita el caso de Florida tras el paso del huracán Ian, donde está quedando al descubierto una auténtica pesadilla en materia de seguros contra inundaciones para los propietarios de viviendas.

No es una amenaza 'lenta'

Ya en 2019, antes de que el huracán volviese a poner de manifiesto estos riesgos, Burt alertaba del peligro que supone concebir el aumento de la temperatura global como una amenaza lenta, constante y predecible: los humanos liberan emisiones, la atmósfera se calienta y el nivel del mar sube cada vez más. Sus admoniciones contemplaban que el desastre que los mercados ignoran podría producirse mucho antes y de forma más abrupta. Y apuntaba explícitamente a regiones con mayor riesgo de inundaciones.

Al mismo tiempo, Burt trazaba ya paralelismos con el periodo previo a 2008. "Hay muchos paralelismos, es un gran problema de valoración errónea de los bienes inmuebles. En esencia, presenta muchos de los mismos riesgos. Muchos inmuebles están sobrevalorados de forma masiva y eso conlleva muchos riesgos, y el mayor riesgo es otra crisis de ejecuciones hipotecarias", subrayaba.

Munich Re, la mayor reaseguradora del mundo, registró fuertes pérdidas económicas en 2022, cuando la crisis climática provocó más fenómenos meteorológicos extremos, como el referido huracán Ian en EEUU y las apocalípticas inundaciones en Pakistán. El reaseguro es el seguro de las compañías de seguros. Se calcula que estas pérdidas ascendieron a 270.000 millones de dólares el año pasado, de los cuales unos 120.000 millones estaban cubiertos por el seguro. El total de pérdidas aseguradas continúa una tendencia de pérdidas elevadas en los últimos años.

Un área de especial preocupación, incide Ernst Rauch, científico jefe de clima de Munich, son las inundaciones repentinas. Se trata de un tipo específico de inundación en la que la lluvia cae tan rápidamente que el terreno subyacente no puede drenarla con la rapidez suficiente. Un ejemplo fueron las dramáticas inundaciones registradas en Alemania en 2021, que provocaron el desbordamiento de ríos y devastaron ciudades del oeste de Alemania, Bélgica, Austria y partes de los Países Bajos, Suiza y Luxemburgo.