Se trata de una estrategia comercial
Conocida como piridoxina, la B6 es una de las ocho vitaminas que componen el grupo de las B. Aunque se habla mucho de ella y hay quien la toma como suplemento, no parece muy necesario hacerlo, por lo menos en España, donde todo indica que andamos bien servidos. Eso es lo que concluye un estudio coordinado por la Asociación Española de Nutrición y publicado este mismo año, que afirma que más del 77% de los españoles tomamos la suficiente cantidad de vitamina B6 (también las 1,2 y 3).
Los mejores candidatos a sufrir carencias de vitamina B6 son quienes padecen enfermedades autoinmunes, dolencias relacionadas con el hígado, el riñón o del aparato digestivo, y también fumadores, obesos y mujeres embarazadas.
La Asociación Española de Nutrición afirma que más del 77% de los españoles tomamos suficiente cantidad de vitamina B6
A pesar de ello cada vez se ven más productos cotidianos que anuncian un contenido extra de vitamina B6. Si como está demostrado no nos falta, ¿por qué habría que pagar más por un litro de leche cuando la leche normal ya la aporta?
No dejan de ser estrategias comerciales propiciadas por las políticas comunitarias. De hecho, se puede anunciar que un producto contiene vitamina B6 con que sólo aporte un 15% de la que se necesita tomar diariamente, una cantidad que se puede obtener comiendo un buen bistec o un plato de garbanzos.
Que no falte la vitamina B6
Se encuentra en estos y en otros muchos alimentos, como pollo, carne, pescado blanco, leche, huevos, cereales integrales, soja en grano, cacahuetes y muchos vegetales, todos ellos habituales en nuestra dieta. Según el estudio mencionado, los españoles la obtienen principalmente de las carnes y sus derivados (un 26,64%), las verduras y hortalizas (16,32%) y cereales y derivados (el 15,40%).
Eso sí, hay que asegurarse de que se toma la suficiente, porque es muy importante para el organismo. Entre sus funciones está la de ayudar a procesar las proteínas y los hidratos de carbono que ingerimos y también está muy relacionada con el sistema inmune y neurológico. Tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que significa que puede tener un efecto positivo sobre dolencias crónicas, como las cardíacas o algunos tipos de cáncer. Asimismo contribuye a transportar el oxígeno que el cuerpo precisa a través del riego sanguíneo.
Entre sus funciones está la de ayudar a procesar las proteínas y los hidratos de carbono y también está muy relacionada con el sistema inmune y neurológico
Problemas de piel y de nervios
Si a pesar de seguir una dieta normal se produce una carencia, se puede detectar identificando algunos de las dolencias que provoca. Una de ellas es la dermatitis seborréica que se manifiesta en forma de sarpullidos en la cara, el cuello o el escote. Se debe a que la vitamina B6 ayuda a sintetizar el colágeno, imprescindible para la buena salud de la piel. Se mejoran los síntomas con una hidratante que la contenga. Otros síntomas son los labios cortados, incluso sangrantes e infectados, aunque en ese caso no es tan fácil detectar si se debe a la deficiencia de B6 o tiene otras causas, como la falta de hierro o folato, el exceso de exposición solar o la sequedad ambiental. Se puede notar también en la inflamación de la lengua, llamada también glositis.
Como interviene en la producción de algunos neurotransmisores, como la seronotina por ejemplo, otro de los efectos de la carencia de B6 son la depresión, ansiedad, irritabilidad, cambios de humor. Y se cree que puede ayudar a controlar problemas de conducta asociados con el autismo.
La falta de energía y el cansancio permanente pueden ser también un aviso de que los niveles de piridoxina son bajos. Lo mismo que sufrir infecciones e inflamaciones recurrentes, porque se verá afectada su función en el sistema inmunológico.
Tampoco hay que pasarse con la dosis
Debido a ello los suplementos se hacen imprescindibles para personas afectadas de desordenes de sistema autoinmune. Este actúa contra el propio organismo debido a que no se produce suficiente interleukina-2, una proteína que ayuda a definir la acción de los glóbulos blancos. Pero en todo caso hay que asegurarse bien de que se tiene una carencia antes de lanzarse a consumir suplementos o productos que anuncian un refuerzo de B6, porque el exceso también tiene consecuencias negativas para el organismo.
Un exceso de vitamina B6 también tiene consecuencias negativas para el organismo como náuseas, vómitos y dolor de estómago
Los síntomas de una sobredosis serían náuseas, vómitos, dolor de estómago, pérdida de apetito o somnolencia entre otros. Y si se toma más de la necesaria o algún suplemento durante un período muy largo de tiempo se resiente la coordinación y se sufren calambres y la sensación de entumecimiento en piernas y brazos. A largo plazo, puede incluso dañar los sistemas cerebral y nervioso. Las dosis altas de piridoxina son especialmente perjudiciales para las embarazadas, porque puede provocar convulsiones en los recién nacidos.
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