martes, 14 de diciembre de 2010

Las cuatro mentalidades del profesional

Foto from estrategiaynegocios.net

Los ejecutivos deben reconocer los aspectos positivos de cada forma de pensar y entre sus funciones está la de saber gestionarlas y combinarlas.
¿En qué se fija a la hora de enfrentarse a las tareas diarias? ¿En los datos, los hechos; es más intuitivo y creativo; se centra más en lo cercano o por el contrario se interesa más por lo de fuera, por lo global? Estos son algunos de los aspectos que ayudan a definir las mentalidades de las personas. Un primer paso para diseñar un equipo de trabajo diverso que conjugue lo mejor de cada forma de ser. ¿Y tú cómo eres?
 Un ejercicio muy interesante para la mejora personal y profesional es analizar la propia personalidad. Saber cómo es nuestra forma de actuar, de afrontar los problemas y tareas y la manera de relacionarse con los demás. Para Luis Huete, profesor del IESE Business School, es fundamental observarnos y observar a los demás. De esta manera podemos contribuir a la creación de grupos de trabajo que conjuguen los mejores rasgos de cada forma de pensar y favorezcan la solución creativa de los problemas diarios.
Radiografía de las mentalidades:
Anglosajona
Las personas con esta mentalidad se fijan más en lo de fuera, en lo global. En ellos priman los datos, los hechos y las tareas. Les gusta hacer negocios mediante grandes operaciones, son maestros de la estrategia y del análisis del entorno. Son muy competitivos y se orientan mucho a los resultados.
Esta mentalidad es propia de personas que no esquivan el conflicto, son dominantes, duros e individualistas. Sin embargo, no les gusta hablar de sus sentimientos y sobre todo de los suyos.
Los directivos con estas características se sienten atraídos por el poder pero son distantes de sus equipos. Disfrutan mandando y consiguiendo resultados.
Latina
Su rasgo principal es la emotividad y la extroversión. Les interesa lo de fuera, lo global. Son pasionales, intuitivos y muy creativos. Las personas con esta mentalidad son buenos comunicadores, escuchan la opinión de otros, están abiertos al cambio, pero también son desorganizados, superficiales en sus análisis y, a veces, exagerados en sus afirmaciones.
Los profesionales con estos rasgos son personas con dotes para influir, tienen gran olfato comercial, son muy seductores, impulsivos y con mucha capacidad empática. Pero también son personajes que les gusta el reconocimiento, quedar bien y el aplauso.
Asiática
Desde la visión asiática de mundo lo más importante es lo cercano, lo concreto y la propia identidad y todo lo que tiene que ver con las ideas, las personas y los conceptos. A este tipo de profesionales les gustan las relaciones personales, las redes de confianza, el equipo… Valoran mucho la palabra dada, la confianza y la fuerza de la tradición.
Otro de los rasgos más importantes de estas personas es su gran sensibilidad. Los directivos con esta mentalidad se ocupan del desarrollo de sus colegas y colaboradores, fomentan los valores, tratan de crear un ambiente de trabajo distendido, sin enfrentamientos ni tensiones. Sus puntos débiles están relacionados con la falta de coraje para afrontar situaciones duras y complicadas, sobre todo, si hay personas de por medio. Son personas humildes y pacíficas con tendencia a evitar los conflictos personales.
Germánica
La mentalidad germánica es propia de personas organizadas, analíticas y con capacidad de resolver problemas prácticos. Les interesan los datos, los hechos y las tareas, a la vez que se centran en lo cercano, en lo concreto y en la propia identidad.
A las personas que se rigen por esta forma de ver el mundo les gusta lo que se puede cuantificar, lo sistemático, el orden y la calidad técnica. Valoran mucho la estabilidad y, por tanto, todo lo que suponga un cambio y no esté bien estudiado les inquieta. Por lo general son conservadoras en sus decisiones y algo maniáticas en sus vidas.
La combinación en la oficina
Estas cuatro mentalidades representan los estereotipos, los extremos. Nadie es cien por cien así. Aunque se identifique más con un tipo de mentalidad, todos tenemos rasgos de las demás. Como Luis Huete señala en su libro Construye tu sueño (Editorial Lid) "en el mundo de la empresa es fundamental que los directivos sepan moverse y tratar con las cuatro mentalidades, porque cuanto más esquinada sea su gestión menos sostenible serán sus resultados".
Hay que tener presente algo tan obvio como que vivir y trabajar consiste en sentirse cómodo con personas que piensen de forma de distinta a la nuestra. De hecho, como afirman los expertos en gestión empresarial, las personas que se abren al punto de vista más distante del suyo son las que más aprenden. "Necesitamos la diversidad, esa forma de ver las cosas desde otra perspectiva para ver mejor la realidad", insiste Huete.
En cuanto a los ejecutivos, deben reconocer los aspectos positivos de cada forma de pensar y entre sus funciones está la de saber gestionarlas y combinarlas. "Las claves de la gestión de la diversidad son básicamente dos: la primera es la tolerancia con los puntos de vista distintos del propio y la segunda es compartir un proyecto de futuro en donde ambas partes se identifiquen y por el cual estén dispuestas a luchar", destaca el profesor del IESE.
Por Ángela Méndez from expansión.com 13/12/2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.