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El impresionante rascacielos alcanzará los 310 metros de altura y la inaguruación del espectacular edificio se prevé para antes de los JJOO 2012.
Bancos de Qatar y Sellar Property Group han invertido 1,6 billones de euros; su arquitecto, Renzo Piano, se ha inspirado en un cuadro del pintor Caneletto.
La torre multifuncional albergará desde viviendas de lujo a un hotel 5 estrellas.
Con una altura de 310 metros y una inversión de 1,4 billones de libras (1,6 billones de euros), la London Bridge Tower, más conocida como The Shard, se convertirá en el edificio más alto de Europa. Tras varios vaivenes del proyecto, el consorcio formado por entidades financieras de Qatar y Sellar Property Group ya trabaja a toda máquina en la finalización de este espectacular rascacielos, que se espera esté inaugurado poco antes de los JJOO de 2012.
The Shard, ubicado a pocos metros del Puente de Londres, en el lado sur del río Támesis, formará parte de un complejo mayor, el London Bridge Quarter. Éste contará además con un edificio de oficinas. Ambas construcciones estarán integradas en un mismo espacio, el cual, de acuerdo con el diseño del arquitecto Renzo Piano, responsable del proyecto, transformará toda la zona en un dinámico barrio comercial.
Un 'Canaletto' sustentable
Con pinceladas cristalinas, casi líquidas, el famoso pintor veneciano Caneletto describe en 'The Thames and the City' un paisaje londinense del siglo XVIII marcado por la presencia de numerosos pináculos que recortan el amplio cielo de la ciudad.
Ésta es precisamente la imagen que inspiró a Renzo Piano, quien afirma que "la arquitectura de The Shard está firmemente basada en la forma histórica de los mástiles y agujas de Londres". "Su forma es la de una torre muy amplia en la base y muy estrecha en la parte superior que desaparece en el aire como un pináculo del siglo XVI o la parte superior del mástil de un barco muy alto", señala el arquitecto.
Precursor de la Escuela de Arquitectura de Alta Tecnología (High-Tech), integrada también por arquitectos de la talla de Norman Foster o Nicholas Grimshaw, Piano busca plasmar una estructura central en forma de pirámide construida a partir de varias capas de vidrio con bajo contenido en hierro. Esto permitirá una visión completamente clara y no de carácter verdoso, característica de muchos vidrios industriales.
La presencia afilada de The Shard en el 'skyline' de Londres es un claro ejemplo de la evolución de la arquitectura High-Tech hacia lo que actualmente se denomina Eco-Tech -Arquitectura Sustentable-. Dicha apuesta supone un esfuerzo por minimizar el impacto ambiental y el gasto energético.
Una ciudad vertical
"Lo que más me atrajo no fue la idea de construir un edificio elevado, sino la posibilidad de crear una torre mixta, una ciudad vertical", aclara Piano, quien no deja de subrayar la importancia de ver en este rascacielos "un espacio vital de intercambio".
Este carácter multifuncional marcará un antes y un después en la historia de la construcción en altura del Reino Unido. Por primera vez convivirán de manera integral oficinas de alta tecnología, exclusivos apartamentos residenciales, un hotel cinco estrellas de la compañía china Shangri-La, comercios, restaurantes y miradores públicos y privados. Todo en un mismo espacio.
Desde las viviendas de lujo, que se esperan sean las más caras y espectaculares de Londres, además se podrá disfrutar de una excelente vista a través de sus paredes exteriores completamente vidriadas. Cada una de ellas contará con persianas inteligentes de estilo veneciano -controladas por ordenador- para evitar la entrada directa de rayos solares y cuyo efecto desaparecerá con la oscuridad de la noche.
El acabado final de cada uno de estos apartamentos reflejará la visión personal de quienes los ocupen. Serán los propietarios los encargados de decidir el interiorismo y decoración de la vivienda. Además, tendrán el servicio permanente del Shangri-La Hotel, ubicado unas plantas más abajo.
The Shard es, sin duda, una de las apuestas inmobiliarias y comerciales más fuertes que ha hecho Londres en los últimos tiempos. Se suma a una serie de medidas de carácter urbanístico que poco tiene que ver con la crisis económica que atraviesa el país. En palabras de Irvine Sellar, impulsor del proyecto, "The Shard no sólo redefinirá la 'skyline' de la ciudad sino que se convertirá en un símbolo para una capital que es reconocida en todo el mundo".
Por Sandra Sotelo from elmundo.es 15/12/2010
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