Ya estamos un peldaño más abajo en la “escalera de los ratings”, al menos según la agencia Moody’s.
Ayer, alrededor de las ocho de la mañana, conocíamos que nuestra calificación había sido rebajada a Aa2 con perspectiva negativa por la compañía americana. Y hubo quien se cabreó. A decir verdad, siempre hay alguien que lo hace, porque que te digan que estás peor que antes no es plato de buen gusto, aunque finalmente se asimila. Pero en esta ocasión hubo quien se cabreó especialmente, y no es para menos. Moody’s no esperó a los resultados del Banco de España sobre las necesidades para la recapitalización de nuestro sistema financiero para emitir un veredicto sobre nuestra puntuación soberana.
Doble chasco. Este Gobierno, que da al marketing una importancia enorme, veía en los datos del Banco de España una buena promoción y ya no pudo serla porque los americanos pasaron de ella. Y dos: nos bajan el rating. ¿Podía ser peor? Pues sí, y que además una agencia de calificación que tampoco está en momentos altos de credibilidad nos saque los colores a base de verdades. Viéndolo así, los cabreos son normales.
Hay que empezar obviamente por nuestro sistema financiero. Cada día se nos sorprende con una cifra sobre el capital necesario para nuestras entidades, las apuestas van de los 15.000 a los 120.000 millones de euros. ¿Cómo es posible esto si el Banco de España dice que son 15.152 millones? ¿Cómo es posible que Moody’s no esperase por estos fantásticos resultados para emitir su informe?
Todo tiene una explicación muy lógica, y es que, no es lo mismo el capital que necesitas para tener cierto porcentaje sobre activos ponderados por riesgo que lo que necesitas para ser solvente. Esta idea es de vital importancia para entender lo que está pasando. Imaginemos una entidad que tiene un 8% de capital, pero que tiene el doble de esa cantidad en activos promotores que posiblemente entrarán en mora aunque no están así reconocidos contablemente ni con deterioros ni con provisiones. Esa entidad tiene altas probabilidades de no ser solvente, a pesar de cumplir con los requisitos que actualmente está marcando el regulador. Por ello, aunque capitalizarse es muy importante, muchos analistas estiman que podemos necesitar muchas más inyecciones de lo que ahora se nos dice. En concreto Moody’s:
However, Moody's believes the overall cost is likely to be nearer to 40-50 billion, reflecting more than twice Moody's earlier estimates of recapitalization needs of 17 billion (…) Indeed, Moody's believes that, in a more stressed scenario, recapitalization needs could increase to approximately E110-120 billion.
Así, vemos que según Moody’s la cantidad que necesitamos para ser solventes, que es distinto a tener cierto nivel de capital, está entre los 40.000 y los 120.000 millones, por encima de sus pasadas estimaciones de 17.000 millones de euros. Alguien podría preguntarse: ¿Y a esta gente le pagan por dar datos con una horquilla tan grande? Pues sí, y además bastante bien. Hay que decir en su defensa que no es sencillo inferir estas cantidades y, de hecho, nuestro problema es que nadie sabe de cuanto es el agujero porque aún ahora empezamos a afrontar el problema. Cuando las caídas de los precios sean más severas, en un necesario, saludable e imprescindible ajuste, empezaremos a ver quién tiene una buena mano y quien va de farol. Por ejemplo Fitch cree que nuestras necesidades irán desde los 38.000 a los 97.000 millones, produciéndose el segundo caso si nuestro sistema inmobiliario fuese similar al irlandés. Probablemente no lo será, pero como allí ha ido todo muy rápido y aquí va todo muy lento pues no se sabe, y de ahí la incertidumbre.
He realizado una gráfica que muestra, salvo equivocación copiando los datos, el capital y el crédito a constructores y promotores de las cajas que deben recibir una inyección pública. En la cuarta columna está la mora soportable de ese crédito según el capital de la entidad. Hay que matizar que esta cifra sería así de no haber dotaciones, ni recuperar ningún tipo de capital, etcétera. Es decir, solo sirve como ejercicio figurado pues las cosas no son así en realidad.
Asimismo, también es cierto que una entidad quebraría, o debería quebrar, antes de que su capital llegase a cero que es la hipótesis en la que se pone la gráfica. Dicho esto, según los datos facilitados al Banco de España, la morosidad subestandar (es decir, la actual más la que posiblemente tengamos en el futuro) ya es superior en todos los casos menos uno a la máxima permisible. De no haber dotaciones y no recuperarse nada de lo prestado ¡las cajas tendrían capital negativo.
Si ahora realizamos el ejercicio ficticio de añadir el capital que supone el BDE nos encontramos que la situación mejora notablemente, pero aún así alguna entidad no cumple. Como digo, se trata de un ejercicio figurado sin validez real, pero a donde quiero llegar es que las morosidades ya hoy en día son muy altas e incluso pueden serlo más, por lo que no son extrañas las cifras que las agencias y bancos de inversión manejan. Basta un sencillo planteamiento, el capital de nuestro sistema financiero al completo es de 180.000 millones, una cifra idéntica a la de activos problemáticos según el BDE actualmente. ¿Son 15.000 millones suficientes para ser solventes?
Pero la única preocupación no son los bancos y las cajas, el otro principal motivo para que Moody’s nos llame la atención son las Comunidades Autónomas. No porque crea que nuestro sistema es malo, no habla de dobles competencias ni nada similar, dice simplemente que dudan del control que pueda ejercer el Gobierno sobre ellas. Lo cual es bastante grave.
Esta gráfica de ABC muestra perfectamente el libertinaje existente en ciertas zonas. No se habla sobre tener algo de déficit o no, se habla de que a pesar de existir un límite éste no se cumple y aquí no pasa nada. Cuando das sensación de descontrol vienen los comentarios de desconfianza… y es normal. No hablamos de recortes salvajes ni de centralismo excesivo, ahí cada cual tendrá su opinión, hablamos de establecer un objetivo y cumplirlo, tan fácil y tan difícil como eso.
Cierto es que se ha avanzado, limitando la deuda o repercutiendo las sanciones al organismo que incumpla, pero no podemos dar un paso adelante cuando la prima de riesgo nos presiona y luego dar medio atrás cuando nadie mira. Mientras sigamos así, sin una voluntad clara de arreglar las cosas y sin credibilidad para establecer objetivos verdaderos que se cumplan y encaucen la situación, estaremos en riesgo de que los mercados vuelvan a por nosotros. De hecho Moody’s remata su intervención diciendo que:
However, Spain’s substantial funding requirements — not only those of the sovereign, but also those of the regional governments and the banks — make the country susceptible to further episodes of funding stress
Las necesidades de financiación, especialmente de bancos y CCAA, son nuestra pata coja, aunque señalan que “en un escenario base” creen que no seremos rescatados. ¡Algo es algo.
Por Kike Vázquez from Cotizalia.com 11/03/2011.
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