jueves, 22 de abril de 2021

El gráfico que muestra la explosión de la robotización tras la pandemia: afectará a los empleos precarios



La pandemia de la COVID-19 echará "más leña al fuego" en cuanto a robotización, advierten los expertos del FMI

La automatización crece tras cada episodio en el que la salud se ve trastocada en la historia reciente


Un informe del Fondo Monetario Internacional describe cómo la robotización aumenta después de cada pandemia, desde la gripe porcina hasta la COVID-19. Los expertos del Fondo aseguran que en los países industrializados provocará mayor desigualdad.

Desde la fabricación de automóviles hasta las cajas de autoservicio en los supermercados, todos vemos cómo la automatización puede transformar el mundo del trabajo, con menores costes y mayor productividad por un lado, y mayor precariedad laboral y pérdida de empleo para muchas personas por otro.

Pero la pandemia del COVID-19 echará "más leña al fuego", según citan textualmente en un informe Tahsin Saadi Sedik y Jiae Yoo, dos expertos del Fondo Monetario Internacional que han realizado un informe en el que trazan cómo la automatización se ha disparado tras episodios sanitarios complicados a lo largo de la historia reciente.

La gráfica en cuestión -que puedes ver al comienzo de este artículo- muestra cómo el porcentaje de robots por cada 1.000 empleados se va disparando conforme pasan años tras un periodo de pandemia. Los expertos han analizado los años siguientes a episodios como el SARS en 2003, H1N1 en 2009, MERS en 2012 y Ébola en 2014.

Una era pos-pandemia con escaso empleo para trabajadores no cualificados

Los investigadores argumentan que el aumento del teletrabajo, por ejemplo, está perjudicando a los trabajadores con salarios bajos y aumentando la desigualdad. En términos más generales, si la pandemia acelera el ritmo de la automatización, podemos enfrentarnos a una "era pos-pandemia sin empleo para los trabajadores poco cualificados", aseguran.

"Los trabajadores poco cualificados corren más riesgo de ser desplazados por los robots que los trabajadores altamente cualificados, lo que refuerza la dinámica de desigualdad existente", citan.

El estudio se centra en los robots industriales, y analizamos el efecto de las grandes pandemias pasadas en su adopción en 18 industrias en 40 países entre 2000 y 2018.

Los datos muestran que la adopción de robots (medida por las nuevas instalaciones de robots por cada 1000 empleados) aumenta después de un evento pandémico, especialmente cuando el impacto sanitario es grave y cuando la pandemia se asocia con una recesión económica significativa.

¿Por qué las pandemias provocan el aumento de los robots?

Los investigadores arguyen dos causas principales para explicar por qué se da esta correlación:

En primer lugar, después de grandes crisis como las recesiones, las empresas reestructuran sus negocios y ajustan la producción hacia tecnologías que reducen los costes laborales.

En segundo lugar, las empresas pueden preferir los robots porque son inmunes a los riesgos sanitarios. La incertidumbre inducida por las pandemias también aumenta los incentivos para la automatización, ya que las empresas tratan de asegurarse de que pueden resistir la próxima pandemia.

El aumento de los robots y pandemia es igual a más desigualdad

La automatización no afecta a todos los trabajadores de la misma manera. Los trabajadores menos cualificados son los que suelen quedar más expuestos.

Al examinar los datos a nivel de país y una muestra más amplia, los investigadores concluyen que, tras una pandemia, el aumento de la desigualdad, medido por el coeficiente de Gini, a medio plazo es mayor allí donde la adopción de nuevos robots ha aumentado más.

De ello sugieren que la aceleración de la robotización es un canal importante a través del cual las pandemias conducen a una mayor desigualdad.

Desde el FMI también advierte que si la automatización no se controla, las crecientes desigualdades pueden dar lugar a agravios duraderos y, en última instancia, a disturbios sociales, formando un círculo vicioso.

"Los responsables de las políticas deben prestar atención a la prevención de los efectos negativos sobre los medios de vida de los más vulnerables, incluso mediante políticas adecuadas del mercado laboral", analizan.

A medida que la automatización se intensifique tras el COVID-19 y transforme los lugares de trabajo, "más trabajadores tendrán que encontrar nuevos empleos, especialmente los menos cualificados", concluyen.