viernes, 23 de abril de 2021

El exceso de ahorro no saldrá al rescate de la economía porque se concentra en los bolsillos que ya estaban llenos

Foto de recurso de Alamy.



El ahorro se acumula en los hogares con más renta y de mayor edad

Los hogares jóvenes no incrementan su ahorro y tienen dificultades financieras

"No se espera que los mayores reviertan rápidamente su tendencia al ahorro"


La recuperación económica tendrá que despegar con uno de sus motores a medio gas. La Comisión Europea ha descartado casi por completo que el exceso ahorro acumulado por los hogares durante el covid-19 se vaya a transformar en un boom del consumo, que lance la recuperación económica en los próximos meses. Los 600.000 millones de euros 'retenidos' en 2020 por las familias se encuentran distribuidos de una forma desigual, tanto a niveles de renta como de edad. Esta desigualdad impedirá que el grifo del consumo se abra con la fuerza esperada.

Los hogares que han incrementado su ahorro en el último año ya se encontraban en la parte alta de la distribución de la renta (hogares con mayores ingresos). Estas personas y familias son las que han logrado mantener sus puestos de trabajo y en gran medida sus ingresos, mientras que las medidas de restricción han impedido que sigan gastando como lo hacían, generando una montaña de ahorro en todos los países de la zona euro. El problema, si se mira desde la perspectiva del consumo, es que esa montaña de ahorro está muy concentrada en los 'bolsillos' de aquellos que ya se encontraban en una posición privilegiada antes del covid.

Por el contrario, los hogares con unos presupuestos más ajustados han sufrido en mayor medida la crisis y han visto disminuir sus ahorros o han tenido que recurrir al endeudamiento. Ante esta desigual distribución del ahorro, parece harto complicado que se desate un boom del consumo en los próximos meses, puesto que los hogares que presentan una mayor propensión a consumir (gastan un mayor porcentaje de cada euro extra que ingresan) son precisamente los que cuentan con una renta menor.

La encuesta de consumidores de la Comisión Europea (CE) divide a los consumidores en cuatro 'cuartiles' según su nivel de renta. En el primer cuartil esta el 25% de los hogares con menores ingresos o rentas, mientras que en el último cuartil (el cuarto) se encuentra el 25% más 'rico', por decirlo de una forma sencilla. En el medio estarían la clase media baja y la media alta.

El ahorro se concentra en los hogares con rentas más altas

De la encuesta se desprende que "los consumidores en los cuartiles superiores han experimentado grandes aumentos en el ahorro, lo que sugiere que sus niveles de ingresos han estado protegidos en gran medida, mientras que el consumo caía por las menores oportunidades de gastar mientras debido a las restricciones. Por el contrario, los que se encuentran en los cuartiles de ingresos más bajos solo han experimentado un aumento muy limitado de sus ahorros".

El informe de la CE admite que desde el comienzo de la crisis, una mayor proporción de consumidores del escalón más bajo de la distribución de ingresos han tenido que recurrir a sus ahorros o endeudarse para seguir adelante con sus vidas, a la par que se incrementaba el número de hogares que aseguraba no llegar a fin de mes. Sin embargo, los otros grupos de ingresos registraron menores dificultades financieras. Es más, una buena parte de los hogares que se encuadran en los dos cuartiles de renta más altos han disfrutado de un incremento de sus ahorros.

Los mayores resisten la crisis

Además, "la divergencia entre los grupos de consumidores es aún más significativa cuando se analiza por edad. Desde febrero de 2020, la evaluación de la situación financiera de los consumidores durante los últimos 12 meses ha caído drásticamente para los más jóvenes, mientras que se ha mantenido prácticamente sin cambios para los más mayores (65 años o más)".

Desde la CE apuntan a que esto puede explicarse por el hecho de que las pensiones, la principal fuente de ingresos para este último grupo de edad, se han seguido pagando durante la crisis. En consecuencia, las personas mayores también han experimentado una mejora en su posición de ahorro y son el único grupo para el cual el indicador de dificultades financieras ha caído claramente durante el período de crisis, destaca el informe de la CE.

Se puede observar que los hogares que han sufrido un mayor incremento de la angustia financiera son los que se encuentran en la franja de entre los 16 y los 29 años. Los datos del mercado laboral evidencian que ese grupo de población es el que ha sufrido el mayor incremento de la tasa de paro y de la precariedad durante la crisis. Por el contrario, el resto de grupos de edad presentan un menor crecimiento de la angustia financiera, siendo en los mayores de 65 años casi imperceptible. En esta crisis, el desempleo, los Erte o los recortes de horas trabajadas se han concentrado en la población más joven, que a la postre es la que presenta una renta menor y la que podría dar un empujón a la economía europea a través del consumo.

La encuesta y los datos de Bruselas vienen a confirmar esta idea. Las personas con bajos ingresos no tienen apenas ahorro acumulado, pretenden ahorrar en los próximos meses y no tienen intención de gastar dinero en compras importantes a corto y medio plazo.

"Al mismo tiempo, los altos ahorros acumulados por el grupo de mayores ingresos van de la mano con unas mayores expectativas de ahorro respecto a antes de la pandemia (pretenden ahorrar más todavía), y no se percibe que tengan intención de realizar compras importantes. De manera similar, es poco probable que el aumento relativamente grande en la posición de ahorro de las personas mayores se revierta rápidamente, dada la baja propensión al consumo de este grupo".

La conclusión que extrae la Comisión Europea de este estudio es que "no habrá un impulso adicional significativo del gasto de los consumidores en el futuro. Además, lo que es interesante por sí mismo, es que estos hallazgos apuntan a una creciente desigualdad de la riqueza", sentencia el informe.


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