domingo, 27 de junio de 2021

La caza de empleados instiga el mayor repunte de los salarios desde los años 80 en EEUU



Desde hace meses, las empresas en Estados Unidos enfrentan una serie de retos laborales a medida que la pandemia va quedando atrás. Quizás el mas acuciante es la dificultad de encontrar mano de obra, sobre todo en áreas como el transporte y la hostelería, a medida que los economistas calculan que de aquí a final de año los sectores más afectados por los confinamientos deberán cubrir más de 6 millones de empleos.

Con la reapertura ya en pleno apogeo y otros factores como el repunte del precio de las materias primas o los cuellos de botella en la distribución azuzando a la inflación y arañando la cuenta de beneficios, las compañías se ven obligadas a incrementar los sueldos como fórmula para atraer trabajadores.

"Nuestro mayor reto ahora mismo es la dotación de personal y atraer a la gente para que venga a trabajar. Por eso estamos reforzando nuestra propuesta salarial, que ya es de por sí fuerte", confesaba recientemente el consejero delegado de Darden Restaurants, Eugene Lee Junior.

Precisamente los restaurantes patrios se han visto obligados a subir los precios de los menús a un ritmo mucho más rápido que la media histórica ante el aumento de los costes de los alimentos y la mano de obraSolo en las últimas semanas, sus precios han aumentado hasta un 5%. Pero más allá de este sector en particular, múltiples empresas han avisado que la escasez de trabajadores seguirá impulsando los costes salariales

Amazon, Under Armour, Chipotle o McDonald's son algunos de los nombres más conocidos que desde primavera han anunciado subidas en los salarios a sus empleados a medida que el crecimiento general de los sueldos a este lado del Atlántico alcanza ya su tasa de crecimiento más rápida desde 1983.

Solo en mayo, el salario medio por hora aumentó 15 centavos de dólar hasta alcanzar los 30,33 dólares, según revelan los datos más recientes de la Oficina de Estadísticas Laborales. Este aumento aproximadamente duplica los registrados antes del azote del Covid-19 y sigue al incremento de otros 21 centavos de dólar registrado en abril.

El salario medio semanal en el sector del ocio y la hostelería, el que sufrió la mayor pérdida de empleo en 2020, subió un 10,4% en mayo respecto a febrero de 2020, superando al sector privado en general y a la inflación. El sueldo de quienes sólo tienen un diploma de educación secundaria está aumentando más rápidamente que el de los graduados universitarios, según La Reserva Federal de Atlanta.

"Los abandonos voluntarios también contribuyen a la presión al alza de los salarios"

Este veloz y particular avance de los salarios atiende a varias razones. Entre ellas el mero hecho de que estos han representado una parte cada vez menor de la productividad económica de EUUU desde finales de la década de 1960, a medida que muchas compañías han preferido dar prioridad a la retribución de sus accionistas a través de dividendos y recompra de acciones. De hecho, durante años, la subidas en las pagas a este lado del Atlántico, han sido tímidas, especialmente entre los trabajadores de bajos ingresos.

Los salarios y las prestaciones representaron un promedio del 72% de la renta nacional, excluyendo los impuestos indirectos y las subvenciones, desde 1970 hasta 1995 para luego disminuir constantemente, cayendo al 66% en 2014. Esto ha coincidido con un aumento de los beneficios empresariales y una recompensa salarial cada vez mayor para los directivos y los trabajadores más cualificados.

Falta de mano de obra, no de empleos

Pero, por primera vez en las últimas décadas, lo que escasea a día de hoy no son los empleos sino los trabajadores y la mano de obra barata. Esto supone un punto de inflexión clave para un mercado laboral todavía convaleciente donde hacen falta crear 8 millones de puestos de trabajo para recuperar los niveles previos a la pandemia, según la propia Reserva Federal. Sin embargo, muchas de estas plazas laborales ya están abiertas si tenemos en cuenta que las ofertas de empleo en EEUU alcanzan ya un récord de 9,3 millones.

Las explicaciones de por qué la gente no acepta los puestos disponibles son múltiples. Desde colegios que todavía no operan con normalidad o problemas para conseguir un hueco en guarderías para los más pequeños hasta los temores relacionados con las nuevas variantes del coronavirus. Tampoco hay que pasar por alto las prestaciones de desempleo adicionales de 300 dólares semanales aprobadas en el Plan de Recuperación Americana de marzo.

"Estas prestaciones podrían estar frenando el empleo, ya que muchos trabajadores con salarios bajos pueden ganar al menos lo mismo solicitando subsidios por desempleo que trabajando", explica Andrew Hunter, economista de Capital Economics. No obstante casi la mitad de los estados del país han optado por cancelarlas, algo que hace mella entre muchos estadounidenses desde mediados de junio.


Nueva York