- El 52% de los puestos que existen actualmente en España están en riesgo
- Según Randstad, esto no tiene por qué traducirse en más desempleo
- Según el WEF, en 2022 se crearán 133 millones de puestos de trabajo
El 52% de los puestos de trabajo que existen hoy en día en España están en riesgo de automatizarse total o parcialmente durante esta década mientras que nivel global se estima que entre 2020 y 2030 uno de cada siete trabajadores de todo el mundo perderá su empleo actual. Esto, sin embargo, no tiene por qué traducirse necesariamente en un aumento del desempleo. Bienvenidos al mercado laboral del futuro no tan lejano.
España es el país de la OCDE con el porcentaje de empleos en alto riesgo de automatización de la OCDE: el 22% mientras que el 30% restante está en riesgo significativo de cambio.
Según el informe 'El futuro del trabajo' de Randstad Research, la situación general que generará la automatización de la producción (ya hay incluso robots camareros) no tendría que conllevar un aumento global del paro porque, si bien algunos trabajos desaparecerán, se crearán otros nuevos.
En concreto, el avance tecnológico generará tres nuevos tipos de trabajo. Se trata, según el informe, del trabajo fronterizo, que se refiere a los puestos de trabajo en los nuevos campos tecnológicos; el trabajo de última milla, los puestos de trabajo que aún no pueden automatizarse; y el trabajo de riqueza, los puestos de trabajo creados gracias al aumento de la productividad.
"Los profesionales necesitarán un nuevo conjunto de competencias para realizar los nuevos trabajos"
La previsión del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) apunta a que en 2022 se crearán 133 millones de puestos de trabajo en todo el mundo. Para Valentín Bote, director de Randstad Research, este escenario "creará grandes oportunidades laborales".
Eso sí, aunque no se prevea un aumento del paro por esta transformación de las tareas, la formación será fundamental. En 2030, algunas de las competencias empresariales más demandadas serán las habilidades tecnológicas, las 'competencias blandas' como el pensamiento crítico, la creatividad o la inteligencia emocional y la flexibilidad cognitiva. De ahí que el informe haga hincapié en la importancia de la formación.
"Muchos de estos trabajos emergentes estarán mejor pagados y serán menos repetitivos que los que sustituyen, pero los profesionales necesitarán un nuevo conjunto de competencias para realizarlos", señalan desde Randstad. Cabe recordar que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que el 65% de los niños que actualmente cursan educación infantil terminará realizando un trabajo que aún no existe.