sábado, 12 de junio de 2021

La peor sequía de Taiwán en 50 años es la última maldición para el suministro mundial de chips

La taiwanesa TSMC, el mayor productor de chips del mundo. Foto: Reuters


  • El agua es necesaria para limpiar las docenas de capas de metal de los chips
  • TSMC utiliza el equivalente a 60 piscinas olímpicas diarias para su fabricación
  • Además de la sequía, el brote de covid y los apagones empeoran el pronóstico



Más problemas para el suministro mundial de semiconductores. La escasez global ante la falta de capacidad de producción para atender la demanda de bienes que requieren chips desatada en la pandemia podría agravarse más como consecuencia de la sequía por la que atraviesa Taiwán, el mayor productor del mundo, que ha llevado al Gobierno a restringir el uso del agua, un recurso natural imprescindible para la fabricación de este elemento omnipresente.

Taiwán, que representa más de la mitad de la producción mundial de chips, lleva meses lidiando con su peor sequía en más de 50 años. Y el cambio climático solo promete que ocurran cada vez con más frecuencia. ¿Pero cómo influye la escasez de agua en la cadena de suministro de chips?

El agua es necesaria para limpiar las docenas de capas de metal que forman un semiconductor. "En un chip, hay muchos miles de millones de transistores y necesitamos muchas capas de metal para interconectar todas las señales", ha explicado a CNN Business Jefferey Chiu, ingeniero eléctrico de la Universidad Nacional de Taiwán. "Tenemos que limpiar la superficie una y otra vez después de que se termina cada proceso".

Y no es poca el agua que se necesita. Según ha reconocido Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), líder mundial de esta industria, al día utiliza 156.000 toneladas de agua en la producción de sus chips. Unas 60 piscinas olímpicas.

Con el nivel de sequía actual, las autoridades taiwanesas han limitado el suministro de agua del grifo en toda la isla. Para sortear esta limitación, la compañía está transportando agua en camiones y aumentando las tasas de reciclaje del bien natural que escasea y, de momento, la producción no se ha visto afectada, según confirman a ese medio.

Además de la mella que supondría que Taiwán produjera menos chips (elemento necesario en tecnología pero presente también en electrodomésticos, por ejemplo), que el país se viera obligado a reducir la producción afectaría aún más por la especialización en chips súper avanzados que no todos fabrican ante la dificultad y el elevado coste que suponen. Por eso, gran parte de su producción se concentra entre un puñado de proveedores.

Mientras EEUU y China compiten por ser los mejores en inteligencia artificial o el 5G, TSMC, que abastece a gigantes como Apple, Qualcomm o Nvidia, se ha vuelto un actor clave en esta tecnología de vanguardia de los semiconductores y la mayoría de dispositivos electrónicos llevan sus chips.

... y no hay que olvidar el covid

Pero además de la sequía, hay otro factor que amenaza a Taiwán. Desde que se desatara el mes pasado, el brote de covid-19 avanza sin control y ha llevado al país a registrar los peores datos desde que estallara la pandemia.

Ya en mayo, James Lee, director general de la Oficina Cultural y Económica de Taipei en Nueva York, advirtió en una entrevista en Bloomberg de que la industria podría enfrentar más "problemas logísticos" por la falta de vacunas en Taiwán, e hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que enviaran dosis y poder controlar el brote.

El mes pasado, dos trabajadores de TSMC dieron positivo, aunque en este caso las operaciones tampoco se habrían visto afectadas. Hay que tener en cuenta que este tipo de empresas probablemente podrán mitigar los riesgos porque el proceso de fabricación de chips está altamente automatizado y es fácil hacer grupos de trabajadores para dificultar la transmisión o los contactos.

No todos los fabricantes de semiconductores ubicados en Taipei han tenido la misma suerte. Al menos cinco empresas han tenido que suspender algunas operaciones debido al virus. Una de ellas, King Yuan Electronics. El proveedor líder de pruebas de semiconductores se vio obligado a suspender el negocio dos días tras contagiarse 200 trabajadores y tuvo que poner en cuarentena al 30% de los 7.000 empleados en plantilla durante dos semanas , según informó la Agencia Central de Noticias de Taiwán. 

Ahora toca confiar en que el número de pedidos vayan bajando, aunque los expertos avisan de que la acumulación  "tardará un tiempo en despejarse". Desde TSCM creen que la escasez se prolongará hasta 2022.

La sequía y el covid se suman a los apagones provocados por la creciente demanda de electricidad en Taiwán, que también han afectado a la producción de semiconductores. Como solución a futuros, TSMC está intentando apuntalar su suministro de energía asociándose con plantas solares y parques eólicos en toda la isla. El año pasado, dijo que tiene la intención de impulsar su producción por completo a través de energía renovable para 2050.