Poliamor (iStock)
Las relaciones poliamorosas son cada vez más comunes en un mundo en el que las parejas reflexionan si el amor tiene que ser una cosa de dos 'per se' o se debe a una cuestión de herencia cultural
Las cosas del querer son, en ocasiones, muy complicadas; y otras veces tan sencillas... El amor es un sentimiento incontrolable que nos desborda o se queda corto. La industria cultural nos anima constantemente a buscar el amor, nuestra vida no estará completa hasta que no lo encontremos (somos 'la mitad de una naranja' que pasa años hasta encontrar la otra mitad); esto es algo que hemos escuchado una y otra vez, pero... ¿Qué es el amor?
¿El amor es encontrar a la persona con la que quieres formar una familia? ¿El amor es dar con la persona que te acompañe en todas tus locuras? ¿El amor es abrazar a quien amas un domingo por la tarde? ¿Qué es el amor? ¿El amor es compartir la vida con UNA persona?
Las relaciones poliamorosas o abiertas son cada vez más comunes en un mundo en el que las parejas reflexionan sobre la monogamia y si el amor tiene que ser monógamo per se o se debe a una cuestión de herencia cultural. La sociedad ha avanzado hacia la libertad sexual y la penetración de la poligamia, sobre todo entre los más jóvenes, es un signo de ello; pero esto tiene mucho más que ver con nuestra naturaleza que con el activismo.
"La monogamia no es un rasgo del ser humano, para nada"
El sexólogo Manuel Lucas Matheu y presidente de la Sociedad Española de Intervención en Sexología, además de miembro vitalicio de la Academia Internacional de Sexología Médica, lo tiene claro: "La monogamia no es un rasgo del ser humano, para nada", aseguró en una entrevista a la BBC. Ha sido, según el sexólogo, la cultura occidental la que ha contaminado a muchísimas otras, extendiendo la monogamia por el mundo.
Además, la falta de referentes de parejas y familias poligámicas en la actualidad hace que relacionarse de esta manera siga siendo todavía complicado; así como, incluso, un tema tabú. A quienes mantienen relaciones con varias personas a la vez, aunque todas ellas sean consentidas, se les acusa de ser promiscuos; pero estas no son las únicas trabas con las que se encuentran las personas polígamas o poliamorosas.
La sociedad occidental está construida para vivir en pareja, de dos en dos. En las camas 'de matrimonio' caben dos personas, las ofertas en los supermercados o bares son para dos personas (2x1), en los restaurantes de las zonas de playa la paella es mínimo para dos y lo mismo ocurre con las cajas románticas de experiencias para parejas. Vivir en España teniendo una relación poliamorosa es casi tan complicado como hacerlo estando soltero en este país tan familiarista.
Lo natural es ser polígamo
El atlas etnográfico de Murdock es bastante claro: el 80% de las más de 800 sociedades que ha analizado no son monógamas, explica Manuel Lucas Matheu. Con este panorama, que la monogamia se haya impuesto se debe, según el sexólogo, a una cuestión económica o de gestión de recursos: "Las especies animales que son monógamas son aquellas que no tienen tiempo ni recursos ecológicos suficientes como para poder dedicarse a hacer cada año un cortejo".
Por tanto, si la monogamia se ha impuesto, se debe a que "somos pobres": "Solo hay que observar nuestra sociedad para entenderlo. Los ricos no son monógamos, como mucho son monógamos secuenciales (es decir, a lo largo de su vida tienen consecutivamente varias parejas, una detrás de otra). Los que no somos ricos no podemos ser monógamos secuenciales porque separarse y divorciarse conlleva un enorme daño económico. Y la poligamia (tener varios compañeros sexuales a la vez) también es muy caro, ni usted ni yo nos la podemos permitir", afirma Matheu.
Si echamos un vistazo a otras especies de mamíferos, si vamos más allá de los seres humanos, las que practican la monogamia son una minoría, como mucho el 3% del total; lo que se debe a cuestiones evolutivas. Muchas de ellas practican, de hecho, la poliginia, lo que quiere decir que es el macho dominante el que fecunda a varias hembras a la vez.
Los animales son los más instintivos y la gran mayoría de ellos no son monógamos, muy probablemente las personas tampoco lo seríamos si pudiéramos despojarnos de años y años de herencia cultural, y de la influencia que ejerce la sociedad occidental en nosotros. En el libro El mito de la monogamia, la psiquiatra Judith Lipton y el psicobiólogo David Barash sostienen que "la biología humana tiende de modo natural a la poligamia" y comparan la monogamia con el arte: "Andar y hablar son cosas naturales. El arte es posible, pero no es natural. La monogamia es posible, como el arte, pero no es natural".
Los jóvenes huyen de la monogamia
La generación Z española es, dentro de Europa, la que más apuesta por el poliamor y las relaciones abiertas, según un estudio publicado por la aplicación de citas Ashley Madison en colaboración con la empresa de datos YouGov. El 51% de los jóvenes españoles encuestados, de entre 18 y 29 años, se muestran abiertos a mantener una relación no monógama, un porcentaje que empata en la primera posición europea con el de los jóvenes suizos; a pesar de sus salarios.
Aunque el poliamor, según Manuel Lucas Matheu, es más bien una cosa de ricos, lo cierto es que la generación Z en España es la que más dispuesta está a practicarlo y a aceptarlo, a pesar de tener los salarios más bajos. Según el trabajo colectivo dirigido por el catedrático de la Universidad de Valencia Francisco Pérez García y editado en el marco del programa de investigación en socioeconomía de la Fundación BBVA-Ivie, los salarios de los jóvenes de 16 a 29 años son bastante más bajos que los de la población de 45 a 59 años. No solo eso, sino que en la actualidad los jóvenes están peor económicamente que los de generaciones anteriores.
El 47,6% de los españoles está de acuerdo o muy de acuerdo con que una persona pueda mantener dos o más relaciones afectivosexuales a la vez
Mantener relaciones no monógamas sigue siendo muy complicado en la sociedad actual, por muchos motivos, pero cada vez más los jóvenes se atreven a romper con el concepto tradicional de la pareja. En esta idea insiste el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que en 2023 publicó los resultados de una encuesta que determinó que 4 de cada 10 españoles están a favor de abrir sus relaciones. Es más, esta misma encuesta indica que el 47,6% de los españoles está de acuerdo o muy de acuerdo con que una persona pueda mantener dos o más relaciones afectivosexuales a la vez, lo que se conoce como poliamor.
Así que, aunque el camino que queda por recorrer es todavía muy largo y nos quedan muchas noches de karaoke cantando La revolución sexual de La Casa Azul como si de una petición a Dios se tratase, los avances son ya tangibles en la sociedad española actual, sobre todo entre los más jóvenes.
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