domingo, 11 de febrero de 2024

El mito de la brecha económica entre EEUU y Europa: la clave está en las vacaciones

 



  • La UE lleva años recortando terreno a EEUU en PIB per cápita (PPA)
  • La productividad por hora es mayor en los países punteros de Europa que en EEUU
  • El 'problema' es que los europeos preferimos trabajar menos horas al año



A primera vista, Europa parece estar cada día un poco más lejos de EEUU en términos puramente económicos (PIB agregado). Ante los problemas estructurales que aquejan al Viejo Continente, parece ya algo normal que EEUU crezca más rápido año tras año. La mayor potencia del mundo es una economía dinámica, flexible, emprendedora y que inventa. Mientras tanto, en Europa es pionera en la creación de regulaciones para esos inventos de EEUU (la inteligencia artificial, por ejemplo). Mientras que EEUU inventa las tecnologías que marcarán la siguiente revolución, Europa inventa las regulaciones. Pese a todo lo anterior y aunque parezca sorprendente, la Unión Europea está logrando converger en algunos indicadores clave con EEUU. No solo eso, si los europeos trabajasen las mismas horas que los americanos, el PIB per cápita de la UE rozaría los talones al de EEUU.

La Unión Europea sufre numerosas debilidades en comparación con Estados Unidos. La lista es interminable: ausencia de gigantes tecnológicos, no hay apenas innovación, las universidades aquí (en Europa) son del 'montón', el mercado laboral es rígido, hay falta de espíritu emprendedor, disponibilidad limitada de capital privado... Todo ello, junto a un rendimiento económico agregado mediocre (en el mercado de los casos), ha desarrollado una suerte de 'leyenda negra' sobre la economía de la Unión Europea, un mantra que se repite de forma constante y no es del todo cierto: la brecha económica de la UE con EEUU es cada vez más grande.

Zlotan Darvas, investigador de Bruegel, lo explica a la perfección en un documento publicado a finales del año pasado por esta institución: "Una afirmación que se escucha de forma frecuente sobre EEUU y la UE es errónea: en términos de crecimiento de la producción, la UE no se ha quedado significativamente por detrás de EEUU. De hecho, ha convergido hacia Estados Unidos en términos de producción per cápita, producción por trabajador y, especialmente, producción por horas trabajadas".

El mito o 'leyenda negra' de Europa

Si la UE se ha acercado a EEUU en esos indicadores tan relevantes, ¿por qué predomina esa 'leyenda negra' sobre la economía europea que se ha repetido y se ha convertido en la gran 'verdad' en los últimos años? Lo cierto es que el PIB agregado (todo lo que produce EEUU y la UE) sí se ha ido distanciando cuando se analiza en dólares americanos. Pero esto se debe, en gran parte, a que la demografía de EEUU es mucho más favorable y a que el dólar de EEUU lo ha hecho en los últimos años mucho mejor que el euro.

Aslak Berg, investigador del Centre for European Reform, explicaba en un paper publicado en diciembre del año pasado que en 2007, Estados Unidos y la UE tenían una carga demográfica similar: la población dependiente en cada uno de ellos representaba alrededor del 49% de la población en edad de trabajar. Sin embargo, en 2022 esa cifra había aumentado al 57% en la UE y al 54% en Estados Unidos. "Esta diferencia aparentemente pequeña significa que cada trabajador en la UE tendría que aumentar la producción en casi un 2% más para mantener el PIB per cápita al mismo nivel que en Estados Unidos, suponiendo que todos los demás factores sigan siendo los mismos".

El resultado es un dividendo demográfico relativo a favor de Estados Unidos, que seguirá siendo un factor clave a medida que Europa siga envejeciendo más rápido, mientras que Estados Unidos continúa beneficiándose de las tasas de natalidad más altas que ha tenido y sigue teniendo en la actualidad. Cada trabajador en Europa tiene una mayor población dependiente que mantener y la carga demográfica está aumentando más rápido en Europa que en Estados Unidos. Aunque a muy largo plazo todo hace indicar que Estados Unidos seguirá el mismo camino que Europa, la lentitud del cambio demográfico permite a Estados Unidos seguir beneficiándose de una demografía más favorable durante las próximas décadas, sentencia este experto.

No obstante, cuando se elimina el factor demográfico (los países que crecen mucho en población ven fuertes aumentos de su PIB), se puede ver como ambas economías han vivido ciclos de convergencia y alejamiento al calor de los movimientos de sus divisas en términos de PIB per cápita. Los datos oficiales revelan que desde la creación del euro hasta 2008, la UE vivió una suerte de 'milagro' (que no fue tal). Desde el año 2000 hasta el 2008, la UE logró incluso superar en PIB per cápita (medido en dólares estadounidenses) a EEUU. No obstante, en 2022 y tras varias crisis, la economía europea volvía a ser un tercio más pequeña que la de Estados Unidos. "Esto suena como un desastre", comenta Darvas. Pero resulta que no lo es.

"Lo cierto es que no hubo ningún milagro europeo entre 2000 y 2008, ni ningún desastre europeo entre 2008 y 2022. El indicador, el PIB per cápita en dólares estadounidenses, es útil para medir la producción económica en un momento dado, pero no para evaluar tendencias temporales relativas. Esto se debe a que está fuertemente influenciado por las fluctuaciones del tipo de cambio y mide la producción a precios corrientes, que difieren entre países", asegura Darvas. De una forma sencilla se puede decir que, durante ciclos de apreciación del dólar, la economía europea tiene problemas para seguir a la de EEUU. Sin embargo, en ciclos en los que el euro se muestra fuerte, la UE recorta terreno y a veces incluso supera a EEUU. Todo esto es ruido.

La clave está en el PIB per cápita PPA

Entonces, ¿cómo se puede comparar la economía de Europa con la de EEUU? Pues Darvas recurre a un indicar que en ciertas ocasiones resulta un tanto controvertido, pero que para este tipo de situaciones en el más fidedigno: el PIB y la renta per cápita en paridad de poder adquisitivo: "La métrica adecuada para las comparaciones internacionales es el PIB ajustado por paridad del poder adquisitivo (PPA) y el PIB per cápita PPA", asegura este economista.


Este indicador corrige las fluctuaciones del tipo de cambio y las diferencias en varios precios nacionales. El PIB per cápita en PPA es la métrica más utilizada para realizar comparaciones de desarrollo entre países, puesto que elimina la distorsión que genera el crecimiento demográfico. La población estadounidense ha crecido más rápido que la población de la UE en las últimas décadas y se espera que siga esta tendencia. Esto quiere decir que aunque el nivel de desarrollo en EEUU y la UE avance al mismo ritmo, el PIB de EEUU crecerá más por el factor demográfico.

¿Qué pasa entonces si se usa el PIB per cápita en PPA para comprar a Europa y EEUU? Lo que sucede es que, para sorpresa de muchos, la la UE se ha acercado a Estados Unidos en términos de PIB per cápita: en 1995 el PIB per cápita de la UE era el 67% del PIB de EEUU (el primer año para el que hay datos disponibles de la UE27), mientras que en 2022 ya supone el 72%. Aun así, Darvas explica que, por desgracia, dentro de la UE ha habido diferentes historias. Aunque de forma general se ha recortado terreno con EEUU, ha habido países que lo han hecho muy mal y otros que lo han hecho muy bien.

"La UE está compuesta por países con diversos niveles de desarrollo económico. Los países occidentales de la UE se alejaron de EEUU entre 1980 y 2004 (del 88% al 80% en términos de PIB per cápita), pero desde entonces, el ingreso per cápita ha fluctuado aproximadamente al mismo nivel", explica Darvas.

La brecha entre los países del norte de la UE y Estados Unidos ha sido más o menos la misma desde 1980. Sin embargo, los países del este de la UE son lo que han convergido de manera impresionante: del 32% del PIB per cápita sobre el de Estados Unidos en 1995 se han acercado hasta alcanzar el 55% en 2022. Por último, el PIB per cápita en el sur era el 73% del nivel de Estados Unidos a principios de la década de 2000, pero había caído al 61% tras el duro impacto de la pandemia. No obstante, en 2022, 2023 y los próximos años podría reducir esta brecha.

El 'problema' de las vacaciones

Para acabar con este 'batido' de datos, sería interesante meter el factor de las horas trabajadas. Existe mucha literatura acerca de esta cuestión. Por motivos muy variopintos, los europeos trabajan muchas menos horas al año que los estadounidenses. Aunque hay países en Europa que trabajan una cantidad de horas similar a la de EEUU, lo cierto es que la media está muy por debajo. Economías como Alemania o Dinamarca no llegan ni a las 1.400 horas anuales, mientras que en EEUU se trabajan de media por empleado más de 1.800. Darvas explica que esto se debe a que en la UE tenemos muchas más vacaciones pagadas, días festivos y, sobre todo, unas jornadas laborales más cortas. Trabajar menos horas al año supone un menor nivel de producción, salvo que tu productividad sea mucho más elevada.

En cuanto a las vacaciones pagadas, en Europa la mayoría de los países tienen unos mínimos que van desde los 20 días de Polonia hasta los 28 de Reino Unido. A eso hay que sumarle los días festivos (public holidays). En este parámetro hay más igualdad, puesto que en EEUU tienen diez días, según la OCDE, mientras que en los países europeos hay bastante variedad, pero se podría decir que la media está ligeramente por encima de esos 10 de EEUU.

¿Y qué pasaría si los europeos trabajasen las mismas horas que los estadounidenses? Para ver qué sucedería en un contexto de igualdad de horas trabajadas resulta más útil comparar la producción por número de trabajadores y la producción por horas trabajada. Desde 2005, la UE-27 ha convergido con EEUU en ambas métricas. "La convergencia fue más rápida en términos de horas trabajadas que en términos de número de empleados, lo que sugiere que la productividad laboral en la UE está cerrando la brecha con Estados Unidos", sostiene Darvas.

Alemania, la economía más grande de la UE, tiene el número más bajo de horas de trabajo por persona empleada, explica el economista húngaro. Esto está relacionado con los mayores derechos de los trabajadores alemanes y la fuerte presencia del trabajo a tiempo parcial voluntario (personas que tienen una jornada a tiempo parcial porque prefieren trabajar menos horas). En 2022, un empleado alemán producía un 20% menos que un empleado estadounidense, simplemente porque prefiere trabajar menos. En términos de producción por hora, una hora de trabajo alemana era un 1% más productiva que una hora de trabajo estadounidense", sentencia Darvas. Es decir, si los alemanes decidiesen trabajar la misma cantidad de tipos que los americanos, serían más ricos.

La productividad medida como producción por hora trabajada también superó el valor estadounidense en Luxemburgo, Irlanda, Bélgica y Dinamarca. En los Países Bajos, fue la misma que en EEUU, mientras que fue ligeramente inferior en Austria (un 1%), Francia (un 2%) y Suecia (un 5% menos).

La importancia del tiempo y el ocio

La cuestión es que los países europeos parecen valorar en mayor medida el tiempo libre y prefieren trabajar menos horas, obteniendo así menores ingresos monetarios, pero obteniendo una calidad de vida, quizá, más elevada o menos estresante. Esto es difícil de cuantificar, puesto que no hay una métrica exacta que puede señalar cuál es el nivel de estrés o felicidad de un alemán, un español o un danés respecto a la de un americano. No obstante, hay un indicador que intenta medir la felicidad a nivel global y resulta que los tres primeros países son de la Unión Europea.

En resumen, cuando se analiza la economía en términos de paridad de poder adquisitivo per cápita, la UE ha reducido la brecha con Estados Unidos en las últimas dos décadas. La convergencia de la UE con Estados Unidos ha sido aún más rápida en términos de producción por horas trabajadas. Es más, "algunos países del oeste y del norte de la UE son al menos tan productivos como Estados Unidos en términos de producción por horas trabajadas, pero los europeos parecen preferir el tiempo libre al dinero. Por lo tanto, la narrativa de que la UE está significativamente por detrás de Estados Unidos en términos de producción es errónea. La pregunta crucial es por qué la economía de la UE lo está haciendo tan bien a pesar de sus muchas y conocidas debilidades"