lunes, 26 de febrero de 2024

El milagro de la economía de Rusia tiene truco: expansión no siempre es sinónimo de bienestar

 


  • El PIB se ha recuperado por completo y crece con intensidad en 2023 y 2024
  • Por el lado del gasto se ve un intenso crecimiento de la inversión fija...
  • ... por el lado de la oferta se destapa la realidad: el sector militar es el que crece


Se cumplen dos años desde que Rusia decidiera comenzar la invasión de Ucrania. El desgaste de la guerra y las históricas sanciones de Occidente sobre los sectores clave de la economía de Rusia prometían hundir a la economía rusa en una debacle. Las previsiones del Fondo Monetario Internacional y otros organismos aseguraban que el PIB se podría hundir hasta cerca de un 10%. Sin embargo, la realidad fue muy diferente, al menos en términos estadísticos. La economía rusa sufrió una leve recesión de la que ya se ha recuperado. ¿Un duro golpe para Occidente? En parte sí, pero no del todo. La economía rusa presenta estabilidad en apariencia, pero en el fondo está sufriendo una crisis que queda oculta tras el 'cascarón' del PIB agregado.

Los datos fríos y oficiales dicen lo siguiente. La economía de Rusia se ha recuperado con más fuerza de lo esperado en 2023, impulsada por una firme demanda interna. El PIB real creció un 3,6% el año pasado (mucho más deprisa que la eurozona), según datos preliminares publicados por Rosstat la semana pasada, lo que supone una recuperación absoluta de la contracción del -1,2% en 2022. A primera vista, esto parece una auténtica historia de éxito de la economía de Rusia frente a Occidente. Sin embargo, cuando se bucea en los datos que han propiciado esta expansión, se puede ver que el 'milagro' ruso es un tanto descafeinado, una suerte de ilusión estadística creada por un gasto desmedido en defensa que ha inflado el PIB.

Un desglose parcial del gasto muestra que la recuperación ha estado impulsada por el aumento de la inversión fija (+10,5%), una recuperación del gasto de los consumidores (+6,1%) gracias a un fuerte crecimiento de los salarios y un mercado laboral ajustado, así como a un nivel récord aumento del gasto público (+3,6%). Además, el efecto base (el bajo nivel de partida de 2022, cuando las sanciones y el desacoplamiento de Europa provocaron una recesión), también ayudaron. ¿Qué hay detrás de esa fuerte inversión fija? Armas y más armas.

"Sin embargo, el buen resultado de la economía de Rusia refleja el intenso empleo de recursos en la guerra, ocultando el rendimiento deficiente del resto de la economía", aseguran desde Allianz. Además, Rosstat ha retenido datos reales de exportaciones e importaciones, pero estimamos a partir de la información disponible que el comercio neto restó alrededor de -2,5 puntos porcentuales al crecimiento general en 2023. Esto sugiere que las exportaciones reales tuvieron un desempeño significativamente peor que las importaciones reales el año pasado.

El sector de la guerra tira del PIB

Cuando se analiza el PIB por el lado de la oferta (los sectores que produjeron bienes y servicios), el crecimiento en 2023 se vio impulsado principalmente por una fuerte expansión de las industrias vinculadas a la guerra, la construcción y las ventas minoristas. Las industrias de guerra y la construcción en particular han aumentado en los últimos dos años, siendo su producción en 2023 un +35% y un +15% mayor que en 2021, respectivamente. Por otro lado, la producción en los sectores del automóvil y del transporte aéreo estuvo muy por debajo de los niveles de antes de la guerra en 2023.

PIB economía Rusia
Esto es lo que está haciendo funcionar a la economía de Rusia

Esos datos demuestran que Rusia se encuentra inmersa en lo que se conoce como una economía de guerra. La caída de sectores como el automóvil se produce porque todos los recursos se están enfocando a la producción de armas y todo lo necesario para abastecer al ejército de Rusia en el frente de Ucrania. Sí, el PIB crece porque las armas son 'bienes' que se suman en la contabilidad nacional, pero realmente no generar una mejora de la población, ni tampoco son elementos que pueden ayudar a incrementar el PIB en el futuro, como sería el caso de la inversión en maquinaria y tecnología.

La evolución de la economía de Rusia es un claro ejemplo de por qué el PIB no siempre es el mejor indicador para analizar la prosperidad de una sociedad. Una economía cuyo PIB esté conformado al 100% por la producción de armas puede arrojar el mismo dato (tanto agregado como per cápita) que otro cuya producción sea más diversificada y esté compuesta por alimentos, electrodomésticos, sanidad... Este es un ejemplo extremo, pero que muestra cómo funciona el PIB y por qué está favoreciendo a Rusia en el corto plazo.

El PIB de Rusia seguirá creciendo

?Con todo, los expertos de Allianz prevén que el crecimiento de la economía rusa se moderará hasta el 2,5% en 2024. Los efectos de base se han desvanecido y los datos mensuales de producción industrial y ventas minoristas sugieren que la expansión de la producción se ha desacelerado en los últimos meses. Pese a todo, mientras que la economía tenga capacidad para mantener su inversión y gasto en armamento, el PIB seguirá presentando tasas de crecimiento positivo.

"De cara al futuro, se prevé que la inflación se mantenga elevada, con un promedio aproximado del 6,5% este año (tras el 7,4% interanual en diciembre y enero), en parte debido a la escasez de mano de obra y al alto crecimiento de los salarios reales (casi +8% en 2023). Como resultado, el Banco Central de Rusia (BCR) debería mantener una política monetaria restrictiva", aseguran los analistas de Allianz.

No obstante, el gran problema para Rusia llegará en el largo plazo. Años de inversión en el ejército y en armas están restando potencia a los sectores y los bienes que sirven para generar mayor crecimiento futuro. En el corto plazo, el gasto público y la inversión militar pueden maquillar el PIB de Rusia, pero a largo plazo, la situación es cuando menos peliaguda para la economía de este país.