DREAMSTIME EXPANSION
Introducir las monedas digitales en el marco financiero, opción para que ganen adeptos, según una encuesta de ING.
La asimilación de las criptomonedas como método de pago por parte de la población europea todavía está lejana. Aunque la curiosidad y la información sobre las monedas digitales han aumentado en el Viejo Continente, la costumbre impulsa a confiar en lo que ya se conoce, por lo que una hipotética sustitución del dinero en efectivo por el virtual no contaría con el favor de los usuarios.
La séptima encuesta internacional realizada por ING sobre nuevas tecnologías indica que el 82% de los europeos posee algún tipo de información adecuada sobre las criptomonedas, pero este grupo no es ni mucho menos uniforme: el 41% tiene grandes expectativas sobre las monedas virtuales, mientras que el 23% opina todo lo contrario.
En este sentido, la encuesta demuestra que existe curiosidad por las monedas digitales, pero la desconfianza también es grande. «Para que las criptomonedas se generalicen hacen falta avances técnicos, pero para generar confianza y aceptación más allá de un núcleo de entusiastas sería muy interesante la asociación con compañías conocidas. En otras palabras, las criptomonedas tendrían que presentarse a los posibles usuarios dentro del marco financiero existente, y no fuera de él», indica Teunis Brosens, economista jefe de Finanzas Digitales y Regulación en ING.
De este modo, muy pocos europeos aceptarían sin reservas este medio de pago y solo un 22% lo preferiría en caso de que el dinero en efectivo dejara de existir. Por otro lado, solo la cuarta parte de los que cuentan con información sobre las criptomonedas se muestra conforme a usarlas en paralelo con el dinero en metálico.
FUTURO DEL CONSUMO
Mientras que en la vida cotidiana el recorrido de las criptomonedas, al menos por el momento, parece limitado, en el comercio digital el camino es más amplio. La tercera parte de los encuestados está convencida de que las criptomonedas representan el futuro del consumo por Internet y un 27% aceptaría recibir nuevas ofertas de criptomonedas de compañías y entidades que conoce y cree que los bancos deberían ofrecer cuentas corrientes en criptomonedas.
Esta visión positiva se produce a pesar de la existencia de una amplia confusión con respecto a su funcionamiento real. Aunque un 74% de los encuestados comprende que son una clase de moneda digital, un número casi idéntico (73%) piensa, equivocadamente, que están bajo el control de una entidad central o lo desconoce.
Según Jessica Exton, especialista en comportamiento en ING: «La gente no pide conocer los detalles sobre el funcionamiento de las criptomonedas o sobre lo que son en realidad, pero existe un debate sobre si deberíamos utilizarlas si llegaran a demostrar su utilidad. En Europa la opinión sobre el futuro de las criptomonedas como medio de pago por Internet está dividida a partes iguales entre quienes tienen visiones positivas (32%), negativas (33%) o neutras (35%), y estas cifras no han cambiado mucho en el último año. Aunque existen grupos pequeños que miran con auténtico entusiasmo el futuro de las criptomonedas, demostrar sus virtudes y su relevancia en la vida cotidiana será clave para convertir el interés que ha revelado nuestro estudio en una auténtica revolución financiera».
VÍCTOR CRUZADO
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