- "El capitalismo está amenazado, perderemos más libertades"
- "El problema son los empresarios que se pliegan ante la izquierda"
- "Cada vez hay más amenazas a nuestra libertad intelectual"
Rainer Zitelmann (Frankfurt, 1957) es uno de los analistas más influyentes en Alemania. Atiende a elEconomista tras la presentación de su nuevo libro El capitalismo no es el problema, es la solución, que repasa algunos de los episodios económicos más importantes de la historia reciente. Dedica su tiempo a la divulgación económica. "La clave para el progreso es favorecer el libre mercado", subraya. El alemán, que es autor de 21 libros y colabora de manera habitual con los grandes medios internacionales, alerta sobre el fracaso de los modelos comunistas y socialistas.
¿Por qué el capitalismo es la solución?
Pongamos dos ejemplos. Primero, el capitalismo se asocia habitualmente con la pobreza, pero hace unos 250 años, antes de que emergiera el capitalismo, el 90% de la población mundial vivía en condiciones de extrema pobreza. Hoy ese numero se ha reducido a menos del 10% y la mitad de esa reducción se ha producido en los últimos 35 años. Segundo, el capitalismo suele asociarse con la degradación ambiental. Sin embargo, si compara el Índice de Libertad Económica con el Índice de Desempeño Ambiental de la Universidad de Yale se aprecia que la mayoría de los países capitalistas son también los que tienen el mejor desempeño ambiental.
¿Hay unas élites que nos quieren llevar hacia otro modelo?
He escuchado historias que aseguran que las élites planean establecer un nuevo orden mundial o cosas similares. Pero no son sino teorías conspiratorias. Los cambios históricos, para bien o para mal, han sido pocas veces, si es que lo han sido alguna vez consecuencia de "planes" ideados por gente concreta. Sí, es cierto que hay muchas amenazas masivas a la libertad y a la economía de mercado, pero no por conspiraciones, sino porque los ideólogos del anticapitalismo marcan la pauta en los medios y las universidades. Y eso ocurre principalmente porque hay muy pocos defensores del capitalismo.
"¿De qué sirve que los principales líderes políticos y empresariales se sienten con Greta Thunberg?"
¿Está la economía de mercado y el modelo occidental en peligro?
Sí veo al capitalismo amenazado. Entre 1980 y el año 2000, la libertad económica avanzó mucho en todo el mundo. No sólo fracasó el comunismo, también vimos una serie de reformas acometidas por Ronald Reagan y Maggie Thatcher en Estados Unidos y Reino Unido, respectivamente. Y, lo que es más importante, Deng Xiaoping puso en marcha un programa de reformas capitalistas en China. Después, también se han producido reformas capitalistas en Suecia y Alemania.
Hoy, en cambio, vemos economías planificadas y un incremento de la intervención de los gobiernos en la economía y el sistema financiero a lo largo y ancho del mundo. Los bancos centrales -el BCE europeo y la Reserva Federal estadounidense- también han jugado un papel desastroso. Se supone que deben salvaguardar la estabilidad monetaria, pero están actuando más como autoridades intervencionistas en una economía planificada y están destruyendo nuestro sistema monetario en lugar de protegerlo. Veo todo esto como un gran riesgo, esa es una de las razones de que haya escrito este libro.
¿La pandemia ha supuesto un nuevo golpe para el modelo occidental?
La pandemia ha evidenciado qué funciona y qué no en Occidente. Lo que ha funcionado es el mercado. Las grandes farmacéuticas, tan demonizadas por los anticapitalistas, han desarrollado y producido vacunas. Tenemos mascarillas suficientes o pruebas diagnósticas. Sin embargo, los Estados y los políticos han fracasado miserablemente casi en todos sitios, especialmente en Estados Unidos y Europa.
"El capitalismo es libertad económica. Bajo un sistema capitalista, las empresas deciden qué producir y qué cantidad"
A los anticapitalistas les gusta hablar del fracaso del mercado. Yo en cambio creo que debe hablarse del fracaso del Estado. ¡Porque eso es exactamente lo que hemos visto en tantos países europeos y en Estados Unidos durante esta pandemia! La pandemia ha sacado a la luz un problema general. El Estado es demasiado fuerte donde debería ser débil, especialmente en lo económico, y es demasiado débil donde debería ser fuerte. Por ejemplo, en la prevención de la pandemia, en la seguridad interna y externa, o en infraestructuras.
En España, hemos asistido hace poco a la dicotomía "comunismo o libertad" en las elecciones madrileñas. ¿El capitalismo es sinónimo de libertad?
El capitalismo es libertad económica. Bajo un sistema capitalista, las empresas deciden qué producir y qué cantidad de un determinado producto producir. En última instancia, el éxito del mercado lo determinan los consumidores. Sin embargo, hoy día la libertad de mercado está cada vez más restringida por el Estado. Por ejemplo, Bruselas determina ahora de forma efectiva qué tipo de coches deben producir las compañías automovilísticas europeas. Una economía planificada es lo diametralmente opuesto a la libertad y jamás ha funcionado en todo el mundo, como muestro en mi libro.
"En 1989, el 99% de la gente de Alemania Occidental tenía un teléfono, mientras que en la Alemania del Este solo el 16%"
El hecho de que en las elecciones de Madrid haya concurrido un candidato que aboga por poner en marcha un comunismo democrático es absurdo. Jamás ha existido algo así, el comunismo siempre ha conllevado la destrucción de la libertad. Me alegré de que los votantes madrileños fueran los suficientemente inteligentes como para rechazarle y que se haya retirado de la política. Es bueno para España.
Como alemán, conoce demasiado bien la situación a ambas partes del muro. ¿Cómo las describiría?
La división de Alemania, como la división de Corea, fue un experimento práctico que confirmó qué funciona mejor: una economía de mercado o una economía planificada. Puedo ilustrarlo con algunos datos que recojo en mi libro. En 1989, el 99% de la gente de Alemania Occidental tenía un teléfono, mientras que en la Alemania del Este solo el 16%, y estos eran principalmente miembros del Partido Comunista). En la República Democrática, tenías que esperar entre 12,5 y 17 años para poder tener un coche, mientras que en la República Federal podías entrar en cualquier concesionario y comprarte uno al momento. En 1989, el 65% de las viviendas de la Alemania del Este aún se calentaban con estufas de carbón, el 25% o tenía retrete y el 18% ni siquiera tenía baño.
La mayoría de los jóvenes no sabe nada de esto. Hoy, los anticapitalistas prefieren discutir sobre sus teorías antes que sobre la realidad. Les gusta comparar su visión utópica de la sociedad perfecta con la realidad, y por supuesto para ellos la realidad pierde. Es como si su esposa comparase su matrimonio con la descripción idealizada de una aventura en una novela romántica.
¿Qué opina de los cambios en el Foro Económico Mundial y la Agenda 2030?
No creo mucho en el Foro de Davos. Es un evento completamente innecesario. ¿De qué sirve que los principales líderes políticos y empresariales se sienten con Greta Thunberg, que no es capaz de hacer nada más que expandir el pánico y la histeria? Y Klaus Schwab es uno de esos típicos representantes de las élites que, de forma absolutamente oportunista, se alinean con el espíritu anticapitalista y se creen que son increíblemente iluminados y modernos cuando repiten como loros eslóganes anticapitalistas. El verdadero problema de nuestra era no son los ideólogos de la izquierda, sino los oportunistas del mundo empresarial que se pliegan ante este espíritu.
¿Cómo ve el mundo en 10 años?
Desafortunadamente, mucha gente ha perdido de vista la base de nuestra prosperidad. No entienden por qué hemos progresado tanto en las décadas recientes en la lucha contra la pobreza, el hambre y la destrucción del medio ambiente. Hemos tenido un éxito increíble, como seguramente sabrá cualquiera que haya leído las obras de Steven Pinker y Hans Rosling, por ejemplo. Pero las ideologías totalitarias están de nuevo ganando terreno. No sólo está la libertad económica en peligro, sino que en muchos países occidentales la libertad intelectual también está amenazada. La aparición de la cultura de la cancelación y de la corrección política ha creado una atmosfera de miedo e intolerancia, especialmente en las universidades. La situación más grave se da en Estados Unidos, pero incluso en Europa vemos cada vez más emerger amenazas que ponen en peligro nuestra libertad intelectual al igual que la libertad económica. Si estas tendencias continúan, perderemos cada vez más de nuestras preciosas libertades. Pero como historiador, sé que el futuro aún no se ha escrito. Quiero ayudar a luchar por la libertad. Y eso es exactamente lo que hago por todo el mundo con mis libros, conferencias y artículos. Hace unos días, en Alemania, un filósofo de izquierdas me llamó "evangelista de la libertad". Él lo dijo como si fuera un insulto, pero para mí fue todo un cumplido.