La ciencia no te recomienda beber agua de una botella de plástico al Sol: estos son los tóxicos que ingieres
(Ricardo Rubio/Europa Press)
Por mucha sed que tengamos, deberíamos pensárnoslo dos veces antes de beber un buen trago de una botella de plástico que haya estado calentándose al Sol
Durante el verano, muchos de nosotros solemos dejar nuestras botellas de agua de plástico en el coche o expuestas al sol. Esta práctica, aparentemente inofensiva, podría tener consecuencias negativas para nuestra salud. Un reciente estudio, realizado por la Universidad de Jinan en China y publicado en la revista Science Direct ha revelado que las altas temperaturas degradan el material y también pueden liberar compuestos tóxicos del plástico al agua que bebemos.
Consumir agua de botellas de plástico expuestas al sol no es solo un mal hábito, sino también un riesgo para la salud. Los investigadores han descubierto que el calor acelera la descomposición del plástico, resultando en la liberación de sustancias químicas nocivas en el agua. Este hallazgo es especialmente relevante durante los meses de verano, cuando las temperaturas elevadas son más comunes.
Riesgos de los tóxicos liberados por el calor
El estudio indica que entre los compuestos liberados se encuentran sustancias como el antimonio y el bisfenol A (BPA). El antimonio es un metaloide tóxico que puede afectar la función respiratoria y cardiovascular, mientras que el BPA es conocido por sus efectos disruptores endocrinos, capaces de interferir en el equilibrio hormonal del cuerpo. Estos compuestos no solo contaminan el agua, sino que también pueden acumularse en el organismo, incrementando el riesgo de problemas de salud a largo plazo.
Método del estudio y hallazgos
Para llevar a cabo esta investigación, los científicos simularon las condiciones de exposición al sol en un laboratorio. Utilizaron botellas de plástico comerciales llenas de agua y las expusieron a temperaturas de hasta 70 grados Celsius, una situación que puede ocurrir fácilmente en un coche cerrado durante el verano. Tras un periodo de exposición, se analizaron las muestras de agua para detectar la presencia de compuestos químicos liberados del plástico.
Los resultados mostraron que, tras un periodo prolongado de exposición a altas temperaturas, los niveles en el agua de compuestos orgánicos volátiles (COV), como metilbenceno, dodecanal y 1-tetradeceno, aumentaron significativamente. Esta investigación proporciona evidencia contundente de que el calor puede acelerar la liberación de toxinas del plástico, representando un riesgo real para quienes consumen agua de estas botellas.
Para evitar exponerse a estos tóxicos, es recomendable usar botellas de cristal
La liberación de estas sustancias nocivas para la salud humana parece deberse al proceso de fotodegradación. Esto ocurre cuando la estructura del plástico se descompone como una respuesta a la exposición solar.
Recomendaciones para evitar estos riesgos
El estudio es un llamado de atención sobre la importancia de ser conscientes de cómo almacenamos nuestras botellas de agua de plástico, especialmente durante los meses más cálidos. Los autores sugieren optar por alternativas más seguras, como botellas de acero inoxidable o vidrio, que no liberan compuestos tóxicos al agua. Este cambio no solo protege nuestra salud, sino que también contribuye a reducir la contaminación plástica en el medio ambiente.