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Una empresa de As Pontes vende roedores como mascotas o alimento. Este año empezarán a enviar ratones congelados a Europa y Emiratos Árabes.
Envían los animales a los institutos para que observen las Leyes de Mendel y estudian comercializar insectos como medio de lucha biológica contra plagas.
Tras diez años de experiencia como criador de roedores aficionado, José María Vilaboy, detectó la existencia de un nicho de mercado en la venta de ratas y ratones y puso en marcha la empresa Xaraleira. Hoy en día es la única empresa gallega y una de las dos únicas en España dedicada a la cría de roedores para vender como alimento de aves rapaces y reptiles a centros de recuperación, cetreros y zoológicos.
La empresa, instalada en As Pontes (A Coruña), cuenta en la actualidad con una nave cuya producción alcanza los 500 kilos de rata y ratón congelado al mes. Su construcción fue posible gracias a una ayuda europea que permitió a su propietario desarrollar un negocio inicial que ya ha tenido que diversificar desde su nacimiento en el año 2003. "Vendo ratas y ratones congelados y vivos como alimento para aves rapaces y reptiles También comercializo mascotas como hámsters y cobayas en las tiendas de animales" relata Vilaboy.
Entre los clientes de roedores destinados a la alimentación de otros animales se encuentra el Parque de Cabárceno en Cantabria, el zoo de Madrid, así como centros de recuperación de aves de Cataluña, Andalucía o Portugal, o el Grupo de rehabilitación de la fauna autóctona y su hábitat (Grefa). También las águilas reales introducidas recientemente en la naturaleza por los programas de cría en cautividad comen rata gallega, como las sueltas realizadas en Os Ancares y en otros montes de la comunidad.
De la firma Xaraleira salen más de 7.000 roedores cada mes, una cifra que esperan aumentar con la exportación del producto congelado a mercados de Europa como Austria, Bélgica y Holanda o a los Emiratos Árabes. Vilaboy, quien confiesa pertenecer a la generación de Félix Rodríguez de la Fuente, destaca el trabajo del biólogo en el campo de la cetrería en España. "Una labor que ha conseguido que nuestra cetrería sea puntera en Europa y que los halcones españoles sean unos de los más valorados". Algunos, apunta el criador, incluso alcanzan los 30.000 euros.
Su relación con algunas de las empresas suministradoras de halcones a los Emiratos Árabes le han abierto la puerta en el Oriente Medio, adonde empezará a enviar ratas y ratones congelados a partir de abril. "Los adquieren para alimentar a los animales con los que luego cazan, como las águilas o las aves nocturnas, que necesitan roedores en su dieta", explica Vilaboy.
Los roedores son los animales que más abundan en las instalaciones de Xaraleira, a pesar de que también habitan en las jaulas hámsters o cobayas que venden como animales de compañía a tiendas especializadas. Vilaboy cree que las mascotas se crían en unas condiciones óptimas con una esmerada atención a su alimentación e higiene, al igual que los roedores que vende en vivo o congelados.
Viven de tres en tres en pequeñas jaulas y su precio en el mercado oscila en función de los tamaños del animal. Los animales de compañía como las cobayas pueden alcanzar casi los 20 euros mientras que las ratas y ratones no superan los dos euros, aunque el precio final depende de la cantidad que el cliente demande. La mayoría de las ventas se realiza a través del contacto directo con las empresas y potenciales clientes, aunque desde su web pueden hacerse pedidos y consultar la oferta y el precio de los animales.
Colaboración con la ciencia
La crisis no ha pasado de largo en el negocio de José María, que se ha visto obligado a introducir novedades y diversificar su actividad. Así, decidió enviar un 'kit de experiencia' con tres ratones a institutos de educación para que puedan observarlos y aprender. "Los tienen allí un mes y con ellos estudian las Leyes de Mendel y ven cómo se cumplen las reglas sobre la transmisión por herencia con las crías que tienen", indica. Una vez que termina el período de observación los centros devuelven los animales a As Pontes.
Desde el inicio del nuevo proyecto, Vilaboy ha enviado estos 'packs' de roedores no sólo a centros de Galicia sino a Sevilla, Valencia o Mallorca, a la espera de que la idea se consolide como un área de negocio más. Pero las ideas del ávido empresario de A Chaira no se ciñen a este proyecto sino que trabaja ya en la incorporación de nuevos huéspedes a su nave de As Pontes, insectos capaces de acometer la lucha biológica.
"Si tienes una plaga de pulgones en una plantación de tomates, en lugar de echar pesticidas puedes soltar mariquitas que se coman la plaga y tendrás una producción libre de tóxicos", justifica Vilaboy. Para ello, tiene previsto criar insectos como mariquitas y avispas que pretende comercializar para combatir plagas y evitar los insecticidas. Es consciente de que no es un buen momento para lanzar el proyecto pero cree en la lucha biológica como "una apuesta de futuro para la agricultura ecológica".
La venta de este novedoso plaguicida no solo dependerá del aprendizaje, al que ya se ha sometido Vilaboy, que permita el desarrollo final del producto, sino de la sensibilidad del comprador a la hora de adquirir el insecto. El empresario calcula que con los pesticidas se puede perder el 10% de la cosecha, una cifra que en el caso de utilizar insectos puede alcanzar el 30% porque no son tan efectivos. "Es necesario que la gente esté dispuesta a pagar más por esos tomates", destaca.
Para iniciarse en el campo de la lucha biológica ha abierto una sección en colaboración con la Universidad de Santiago. Con ellos prevé ampliar con la cría de otros animales como los grillos o los gusanos de harina para la alimentación de animales insectívoros. De esta forma, Vilavoy pretende consolidar este interesante nicho de mercado, único en Galicia y muy restringido en España.
Por Silvia Pena from elmundo.es 05/02/2011
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