jueves, 13 de febrero de 2014

La inflación pone en riesgo a los países emergentes

 
 
 
Los temores a una posible crisis deprecian las monedas y exacerban las presiones de precios.
 
 
El alza de la inflación en los mercados emergentes amenaza con desestabilizar la economía global justo cuando se empieza a despejar el panorama en Estados Unidos y Europa.
 
El debilitamiento de monedas en Asia, África y América Latina está exacerbando el problema de la inflación y obliga a los bancos centrales de varios países a subir las tasas de interés a pesar de la desaceleración económica.
 
Sudáfrica ha sido uno de los países más golpeados. Sacudidos por la inflación, muchos trabajadores manufactureros y mineros han iniciado huelgas y conseguido aumentos salariales de dos dígitos, lo que está reduciendo los márgenes de ganancias de los empleadores.
 
Sheffield Manufacturing Ltd., fabricante de autopartes y cuchillería de la ciudad portuaria de Durban, la está pasando mal. La depreciación del rand elevó el costo del níquel y del cromo que importa, pero la firma no puede trasladar esos mayores precios a los consumidores. Las ganancias del año fiscal que cierra este mes han caído 7%.
 
La mitad de los 90 empleados de Sheffield acordaron un aumento salarial de 10% el año pasado, luego de estar en huelga durante un mes. "Es ridículo. Estoy luchando para subir los precios en 5%", dice Kevin Buckley, director gerente de Sheffield.
 
Por su parte, el banco central de Brasil elevó las tasas de interés el año pasado y se prevé que lo vuelva a hacer este mes. La estrategia, en todo caso, no ha logrado controlar la inflación.
 
El gobierno anunció el viernes que los precios al consumidor aumentaron 5,6% entre enero de 2013 y enero de 2014, por debajo de las expectativas pero por encima de la meta de inflación oficial de 4,5%. El real ha perdido una quinta parte de su valor contra el dólar en los últimos 12 meses.
 
La devaluación ha afectado el negocio de importación de vinos de Adilson Carvalhal Jr., en São Paulo. El empresario se queja de que los costos de los vinos que trae de América del Sur y Europa han subido 15% mientras que las ventas se han derrumbado. "Comenzamos a llegar a un nivel de precios superior al que los consumidores están dispuestos a pagar", lamenta.
 
El barril de petróleo superó la semana pasada los US$100 en la Bolsa Mercantil de Nueva York, en gran parte por la mayor demanda de Estados Unidos ante la ola de frío polar. Esto le suma un nuevo problema a los mercados emergentes, ya que muchos de ellos son grandes importadores de crudo.
 
La inflación de enero excedió las previsiones en Tailandia, Indonesia y Filipinas. Además de Brasil, Sudáfrica, Turquía e India subieron las tasas de interés en las últimas semanas. El banco central de Indonesia, cuya junta se reúne el jueves, puede anunciar otra alza de tasas tras ajustar enérgicamente la política monetaria en el último año.
 
Las presiones inflacionarias en los países emergentes contrastan con la situación que impera en las economías avanzadas, donde las autoridades esperan que, tras años de estímulo monetario, el crecimiento económico se reactive y la inflación se mantenga en niveles saludables.
 
El riesgo es que los problemas de los países en vías de desarrollo, que ya representan la mitad de la producción mundial, socaven ese escenario. Japón, que se está recuperando luego de años de deflación, cuenta con los mercados emergentes como uno de los principales destinos de sus exportaciones. China, asimismo, vende cada vez más bienes a otras naciones en desarrollo.
 
"El relato del crecimiento de los países emergentes ya no es tan reconfortante como antes", afirma Frederic Neumann, economista de HSBC Holdings en Hong Kong.
 
Los temores a una incipiente crisis en los mercados emergentes llevaron a los inversionistas a desprenderse de acciones y bonos de esos países este año, aunque la ola de ventas se ha moderado en las últimas jornadas.
El banco británico Barclays   estima que los inversionistas retiraron alrededor de US$18.600 millones de los mercados de renta variable de los países emergentes en lo que va del año, en comparación con un total de US$15.000 millones durante todo el año pasado. La salida de fondos de los mercados emergentes de bonos, a su vez, ha alcanzado US$6.6millones en igual lapso, frente a US$14.300 millones en 2013, según Barclays.
 
J.P. Morgan Chase  & Co. recortó la semana pasada su pronóstico de crecimiento para Brasil en 2014 de 2,1% a 1,5%, en parte por las menores exportaciones a Argentina, que junto con Venezuela padecen una inflación desbocada luego de años de malos manejos económicos. El banco también revisó a la baja sus previsiones de crecimiento para México, Turquía, Sudáfrica, Tailandia y Chile.
 
El rand sudafricano cayó el mes pasado a su valor más bajo frente al dólar de los últimos cinco años debido a los temores de los inversionistas con respecto al país. El banco central se vio obligado a subir las tasas de interés, golpeando aún más a una economía que crece menos de 2% al año. Se espera que la inflación, que ya ronda 5%, se acelere debido al aumento en los costos de las importaciones.
 
Algunos economistas señalan que la amenaza a los países en vías de desarrollo no es tan grande. A medida que las economías industrializadas repuntan, sus consumidores y empresas demandarán exportaciones de Asia, África y América Latina, impulsando la recuperación global, subrayan.
 
Stephen Schwartz, economista jefe para Asia de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA                                  indica que China genera un tercio del crecimiento global y se sigue expandiendo a un 7,7% anual.  "El súbito pesimismo respecto a los mercados emergentes es exagerado", afirma.
 
 
By en Johannesburgo y    en Brasilia

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