Una mina de hierro de US$10.000 millones cuyo desarrollo en este remoto puerto de Australia ha llevado más de ocho años sirve como un nítido ejemplo de que la ofensiva china para acumular materias primas en todo el mundo no ha dado los resultados esperados.
La mina Sino Iron, de Citic Pacific, costó casi cuatro veces lo presupuestado y, dicen analistas, generará pérdidas de cientos de millones de dólares en 2014, su primer año completo de producción.
Citic Pacific, una filial del gigante estatal chino Citic Group que cotiza en la Bolsa de Hong Kong, y sus contratistas cometieron una serie de errores, desde pensar que podían importar trabajadores y pagarles salarios de China hasta una apuesta fallida en los mercados de divisas que obligó a la empresa a solicitar un rescate de US$1.500 millones de su casa matriz.
Ahora, Sino Iron está finalmente extrayendo mineral de hierro, pero sigue inmersa en una batalla judicial con su socio australiano, Clive Palmer, magnate de los bienes raíces y político que ha acusado a Citic Pacific de tomar recursos australianos sin pagarlos en su totalidad.
"Fue un doloroso proceso de aprendizaje", reconoce Zhang Jijing, quien estuvo 16 años al frente de las operaciones de Citic Group en Australia antes de asumir como presidente y director ejecutivo de Citic Pacific, que acaba de cambiar su nombre a Citic Ltd. "No me percaté de que iba a ser tan difícil".
Durante la última década, China ha estado en una carrera para comprar commodities globalmente mientras su economía prosperaba. Las necesitaba para nutrir sus fábricas y descartar cualquier dependencia de las potencias occidentales para obtener materias primas. La inversión internacional de China en recursos naturales se disparó a US$53.300 millones el año pasado, desde US$8.200 millones en 2005, según los centros de estudio estadounidenses American Enterprise Institute y Heritage Foundation.
Ahora se ha vuelto evidente que la ola de compras de China produjo muchas inversiones infructuosas. Muchos acuerdos de envergadura arrojan pérdidas, enfrentan costos imprevistos o generan menos producción de la estimada. Algunos inversionistas chinos se están alejando de los recursos naturales, lo que podría presagiar la llegada de menos dinero a países de América Latina, Asia y Medio Oriente.
Las explicaciones varían. China llegó tarde al auge de los recursos naturales y a menudo pagó en exceso por activos que las firmas occidentales no querían comprar o querían vender. En general, China pagó 20% más por activos de petróleo y gas que el promedio, calcula Scott Darling, director regional para Asia de investigación de hidrocarburos de J.P. Morgan Chase JPM +0.45% & Co.
China Petroleum & Chemical Corp. 600028.SH +0.71% , más conocida como Sinopec, desembolsó en 2010 US$4.650 millones por la participación de la estadounidenseConocoPhillips COP -1.17% en la empresa de arenas bituminosas Syncrude Canada Ltd. El precio representó una prima de 10% sobre su valor de mercado, según la capitalización bursátil de su principal accionista, Canadian Oil Sands Ltd.COS.T -0.37% Posteriormente, el proyecto sufrió alzas de costos y una caída en la producción, según documentos de Canadian Oil Sands.
Sinopec manifestó que Syncrude era el único proyecto de arenas bituminosas de su escala disponible en ese entonces y que el precio fue razonable. La producción y la rentabilidad de Syncrude eran estables hasta hace poco, afirmó. La empresa prevé que el proyecto siga en producción durante 60 años.
Los proyectos mineros y energéticos son complicados por naturaleza y las empresas occidentales también han tenido sus problemas. Analistas dicen que China recién se da cuenta de las duras realidades.
"El mundo está repleto de proyectos cuyos costos se han disparado", asevera Megan Anwyl, directora ejecutiva de Magnetite Network, un grupo de lobby de la industria minera en Australia.
Algunas de las inversiones de China que hoy parecen fallidas podrían generar ganancias si hay una escasez de commodities y suben los precios. Algunos de los pactos más importantes, como la adquisición por Sinopec de activos petroleros en Rusia por US$3.500 millones en 2006, parecen ser rentables o estar al borde de la rentabilidad, según informes de la compañía y de la prensa.
La ola de compras no ha cesado. Una filial de China Minmetals Corp. encabezó un consorcio que compró por US$5.850 millones una mina de cobre en Perú que estaba en manos de Glencore Xstrata GLNCY -0.68% PLC.
Sin embargo, los propios funcionarios chinos reconocen los percances. El director de la asociación minera china estimó el año pasado que 80% de los acuerdos mineros en el exterior no habían dado frutos, informaron medios estatales.
La Oficina Nacional de Auditoría de China atribuyó en junio a una gestión deficiente las pérdidas en al menos 10 inversiones extranjeras realizadas por el fondo soberano China Investment Corp., que gestiona US$600.000 millones y que entre 2009 y 2012 compró activos de recursos naturales por decenas de miles de millones de dólares.
CIC ha comenzado a dejar de invertir en energía y optado por otros sectores, dicen fuentes. Las inversiones en energía y metales conforman sólo dos tercios de las inversiones chinas en el exterior en 2013, frente a 80% en 2005, según los datos de American Enterprise Institute y Heritage Foundation.
"El gobierno dijo que de ahora en adelante, la política de 'comprar cualquier activo a cualquier precio' terminó", afirma Por Yiang-liang, analista de BNP ParibasBNP.FR +0.48% en Hong Kong. "Es un giro completo frente a la última década".
Las desventuras de Citic Pacific en Australia sugieren que China está cambiando de curso.
Citic Pacific firmó en marzo de 2006 un acuerdo con Palmer, quien poseía los derechos para extraer mineral de hierro alrededor de Cape Preston. El objetivo era alimentar tres siderúrgicas que operan en China. Citic Pacific pagó a la empresa de Palmer, Mineralogy Pty. Ltd., una suma inicial de US$415 millones y acordó invertir US$2.500 millones para construir las instalaciones y un puerto. La mina comenzaría a operar en 2009. También accedió a pagarle a Mineralogy regalías sobre cada tonelada producida de mineral de hierro y pagar una multa si la mina no producía al menos seis millones de toneladas al año para 2013.
Consultores australianos estimaron que una iniciativa de la mitad de esta envergadura demoraría cinco años y exigiría una inversión de US$5.000 millones. Metallurgical Corp. of China, 601618.SH +5.58% la empresa contratada para construir el proyecto, dijo que lo podía hacer en tres años y por sólo US$2.500 millones.
En diciembre del año pasado, Citic Pacific puso fin a su relación con MCC y asumió la construcción de las últimas cuatro líneas de producción de la mina. Realizó una sencilla ceremonia para celebrar el primer envío de mineral de hierro desde Cape Preston a China.
Citic Pacific reveló en febrero la magnitud de la cuenta: una inversión de US$9.900 millones y una deuda US$3.600 millones para un activo que la compañía valúa en menos de US$7.000 millones.
Zhang sostiene que los costos caerán cuando se terminen de construir las cuatro líneas que faltan. Pasará un par de años antes de que la mina opere a plena capacidad, pero lo peor ya quedó atrás, asegura.
http://lat.wsj.com/news/articles/SB10001424052970204398304580148600208619186?tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10001424052970204398304580148600208619186.html
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