domingo, 28 de septiembre de 2014

Si me pica, ¿me rasco?



Muchos factores pueden provocar el picor en la piel. Le contamos qué debe hacer en cada caso



Una de las molestias que produce más desasosiego es el picor. Cuanto más se rasca una zona del cuerpo, más pica; y así hasta que se producen lesiones o heridas. ¿Qué hacer en estas situaciones? La mejor forma de prevenir los picores que se sufren en el día a día pasa por adoptar unas medidas de higiene e hidratación, mantenerlas y no acordarse de Santa Bárbara solo cuando truena. En la medida que se pueda, hay que evitar siempre el frotado en cualquier tipo de lesión. Si le pica, no se rasque. El picor o prurito, como se denomina en términos médicos, es un síntoma subjetivo que puede aparecer por múltiples causas. Se produce por una liberación de histaminas que manda un mensaje al cerebro sobre la necesidad de rascarse.
Eduardo López Bran, jefe del servicio de Dermatología del hospital Clínico San Carlos de Madrid, explica: “Existen tres tipos de pruritos: el sine materia, que no está acompañado de ningún tipo de lesión ni enfermedad que lo justifique y que en ocasiones es psicológico; el motivado por una sequedad excesiva de la piel o mucosas, que si no se controla puede llegar a producir lesiones de rascado y verdaderas escoriaciones o heridas; y el relacionado con los síntomas acompañantes de un sinfín de enfermedades dermatológicas”.

Principales trastornos que producen picor y cómo abordarlos
- Urticaria: Se caracteriza por la aparición de habones y ronchas de color sonrosado de pocas horas de evolución, que desaparecen en un sitio y aparecen en otro. “Lo primero que se hace es identificar la causa que genera esta urticaria, es decir, ver si es aguda [menos de 6 semanas de duración] o crónica [más de 6 semanas]. Y si estamos frente a una urticaria primaria e idiopática, donde no hay ninguna causa que la justifique; o secundaria, asociada a algún problema como la sensibilización a algún medicamento (antibióticos) o a alimento (huevo, nueces, chocolate…)”, resume López Bran. En cualquiera de los casos, si es posible identificar la causa, se suprime para hacer desaparecer la urticaria. Se suelen administrar antihistamínicos. Y a veces será necesaria la prescripción de corticoides.
- Picaduras de insectos: Los habones producidos por las picaduras de insectos tienen una consistencia más sólida y permanecen más que los de la urticaria. Cuando aparece la roncha, se puede aplicar una crema con corticoide sobre ella. Si no tiene a mano esta pomada, evite rascarse y ponga hielo sobre la picadura: aliviará el escozor.
- Picor de cabeza: Aparece por alteraciones en el cuero cabelludo cuando, por ejemplo, se tiene caspa seca y dermatitis seborreica, un tipo de eccema de color rosáceo. Para tratar este picor tan desagradable lo mejor es combinar dos tipos de champú en el lavado de cabeza: uno suave de uso frecuente (cinco días a la semana) y otro anticaspa (dos veces a la semana).
- Picor en los ojos: Se produce por factores químicos (contaminación), biológicos (alérgicos) y físicos (luz). El primero afecta al borde del párpado, que se irrita por el asentamiento de partículas que se encuentran en el ambiente, como las del gasoil, que a su vez contaminan el polen y lo vuelven más alergénico. “En estos casos, se limpian los párpados con unas toallitas que se venden en las farmacias y que contienen un jabón con un pH neutro, aunque un gel infantil también podría valer. Para descongestionar la inflamación, conviene aplicar compresas de agua templada”, aconseja Eusebio García Urtueta, oftalmólogo de Madrid.
Este experto añade: “En el caso de picor de ojos por alergia a pólenes, se administra colirio. Y si es el sol el que lo provoca, la solución pasa por utilizar gafas de sol homologadas, que absorben el 99,9 % de las radiaciones”.
Las molestias y picores de los ojos que nacen del contacto con el ordenador se pueden prevenir manteniendo la distancia adecuada (extienda el brazo desde su asiento y roce el terminal con la palma de la mano) y con descansos convenientes para relajar la vista (cada dos horas, hasta los 50 años; y cada hora, a partir de esta edad). Le ayudará, igualmente, parpadear con frecuencia. Y si la irritación persiste, tal como sugiere García Urtueta, utilice lágrimas artificiales las veces que sean necesarias.
- Prurito vulvar. Las infecciones por cándidas son la causa fundamental del prurito vulvar, la parte externa del aparato genital, en las mujeres en edad fértil. “Este hongo dermatofito, que se encuentra en la boca y en la vagina, se desarrolla más en condiciones favorables de humedad. No está relacionado con el hábito sexual y las medidas de prevención son dos: mantener una buena higiene y conservar seca la zona vulvar”, apunta Iñaqui Lete Lasa, jefe de servicio de Ginecología del hospital Universitario de Álava.
- Picor en cualquier zona de la piel. El prurito aparece por tener una epidermis excesivamente seca y las dolencias más representativas son dermatitis atópica en niños y xerosis (sequedad excesiva) en mayores. La primera se resuelve generalmente en la etapa infanto-juvenil, pero en algunos casos continúa en la edad adulta. López Bran asesora: “Para evitar esta picazón, mantendremos una higiene e hidratación adecuadas que permitan la refundición de la barrera hidrolipídica, que se altera con el lavado y los jabones. Lo importante es saber que la piel seca tiene sed de agua y de grasa; y si no la produce ella misma, hay que ayudarla”.

Cuatro consejos básicos para pieles secas que pican
1. Duchas cortas (en vez de baños) y con agua templada.
2. Uso de jabón solo en las áreas de sudoración con olor: axilas y genitales.
3. Calefacción o aire acondicionado a temperaturas moderadas (evitar ambientes excesivamente secos).
4. Hidratación de la piel con cremas, leches o emulsiones (ácido láctico, urea o ácidos ricos en aceites esenciales).

http://elpais.com/elpais/2014/09/22/buenavida/1411397592_054556.html

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