miércoles, 21 de noviembre de 2018

Goldman Sachs teme una recesión en 2020: "Es momento de elevar la exposición al efectivo"


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  • "El efectivo será competitivo por primera vez en mucho tiempo"
  • Los inversores deberían inclinar sus carteras hacia activos defensivos

Vaticinar la fecha exacta de una recesión es complejo como se ha podido comprobar con la última gran crisis. No obstante, hoy parece existir cierto consenso a la hora de señalar el año 2020 como la fecha en la que puede estallar la próxima recesión. Desde Goldman Sachs creen que este sentimiento va en aumento entre inversores y otros actores económicos, por lo que piden a sus clientes que aumenten su exposición al efectivo, quizá el activo más seguro de todos en los países que cuentan con una política monetaria fiable.
Los inversores en renta variable han tenido una racha estupenda en los últimos años, pero ahora el efectivo (depósitos, cuentas corrientes y fondos monetarios) ofrece rendimientos ajustados a la inflación que en muchos casos son positivos, podría ser prudente reducir el riesgo, aseguran los economistas de Goldman Sachs.
"Los inversores de activos mixtos deben mantenerse en bolsa pero también deberían elevar las asignaciones en efectivo", comenta el equipo de estrategas de Goldman dirigido por David Kostin en un informe del 19 de noviembre. "El efectivo representará una clase de activo competitiva en relación con las acciones por primera vez en muchos años", según recogen desde la agencia Bloomberg.

Los tipos son atractivos

Esta perspectiva es el reflejo del impacto de las alzas de los tipos de interés de la Reserva Federal, que han generado rendimientos en los fondos del mercado monetario de más del 2%, superando el ritmo de la inflación. Se prevé que la Reserva Federal aumente el tipo de interés de referencia otro cuarto de punto porcentual el próximo mes, y que haya nuevas alzas en 2019, lo que refuerza el atractivo del efectivo.
En cuanto a la renta variable, los inversores deberían inclinar sus carteras hacia sectores defensivos, como los servicios públicos, escribieron los estrategas de Goldman. Pronostican que el S&P 500 generará "un modesto rendimiento absoluto de un solo dígito" el próximo año, ya el incremento "robusto" y el crecimiento económico observado en 2018 se desacelerarán. Todo esto parte del escenario base de Goldman. 
Sin embargo, en el escenario negativo, al cual dan un 30% de posibilidades de que ocurra: el riesgo de una recesión en 2020 comienza a afectar con fuerza a los inversores. Además, bajo este escenario el S&P 500 terminaría 2019 en 2.500 puntos, lo que supone un retroceso del 7% respecto al cierre de ayer.
Este escenario coincide, por ejemplo, con el modelo creado por JP Morgan que también señala 2020 como el año en el que los inversores deberán estar pertrechados ante la llegada de una nueva recesión.
La bolsa de Estados Unidos, que tocó nuevos máximos en septiembre, ha sufrido en las últimas semanas arrastrada por el sector tecnológico que ha contribuido a la corrección del índice S&P 500. Los temores a una mayor regulación, una caída en la demanda de iPhones y un cambio en el negocio de semiconductores han pasado factura, junto con las tensiones comerciales globales y el aumento de los tipos de interés. El lunes, el Nasdaq cayó un 3%,mientras que el S&P 500 se deslizó 1,7%.

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