martes, 12 de noviembre de 2019

La tecnología cambia la forma de protestar

Las redes sociales han cambiado la forma de protestar; ofrecen...
Las redes sociales han cambiado la forma de protestar; ofrecen herramientas clave para coordinar las revueltas.


Las revueltas masivas de Hong Kong, Chile, Líbano o Cataluña comparten algunos aspectos clave: se trata de protestas sin un líder claro que se organizan a través de las redes sociales.


"Una sola chispa puede incendiar toda la pradera", observó Mao Zedong en 1930, mientras intentaba convencer a sus seguidores de que la revolución era posible en China.


Casi un siglo después, la frase de Mao nos viene a la mente al ver cómo pequeñas chispas han dado lugar a manifestaciones en todo el mundo durante las últimas semanas. En Líbano, el desencadenante fue un impuesto sobre el uso deWhatsApp. En Chile, la subida de las tarifas de metro. En Francia, las protestas de los chalecos amarillos empezaron por las subidas en el precio del combustible.


En otros rincones del mundo, las revueltas populares tienen un tinte claramente político. En Hong Kong todo empezó con un intento de extradición de criminales sospechosos a China. Las protestas masivas que han surgido en el último año en Asia, Europa, África, América Latina y Oriente Medio tienen muchos aspectos en común. Se trata de revueltas sin líderes que suelen organizarse a través de las redes sociales. Cuando empezaron las manifestaciones en Hong Kong el pasado mes de junio, Joshua Wong -el activista prodemocracia más conocido- estaba en prisión. Un mes después las protestas también sacaron a la calle a los moscovitas, a pesar de la detención del líder de la oposición Alexander Navalny.



AUSENCIA DE LÍDERES 


En Líbano, Francia y Chile las autoridades han buscado sin éxito a los cabecillas de las revueltas. En todo el mundo los manifestantes recurren a tecnologías parecidas para organizarse y difundir sus mensajes. Las redes sociales también permiten que un movimiento en un sitio sirva de inspiración en otro rincón del mundo. La ocupación del aeropuerto de Barcelona fue una táctica heredada de Hong Kong. De hecho, se ha visto a los manifestantes de Hong Kong portar la bandera catalana. La desventaja de no contar con un líder en estas revueltas es que hace imposible o muy difícil la negociación. Por otra parte, las distintas revueltas en las que se asegura representar "el deseo de la gente" suelen tener demandas contradictorias.


Sin un liderazgo firme, se corre el riesgo de que estas manifestaciones acaben en violencia entre la policía y los manifestantes, haciendo que a los gobiernos les resulte más fácil justificar posibles medidas drásticas. Así ocurrió en Francia y también en Hong Kong y Chile. En el caso de Rusia y Argelia, los manifestantes se han mostrado siempre pacíficos.



Chile: "Si no puedo pagar, no pago" 




Mientras un periodista chileno intentaba entrevistar a los ciudadanos que se dirigían a una manifestación convocada en Santiago hace un par de semanas, una joven lo cogió por el brazo y gritó directamente delante de la cámara"¡Apagad la televisión, los medios os mienten!; ¡Si queréis informaros hacedlo a través de las redes sociales!". Las redes sociales han permitido que los ciudadanos chilenos, que tampoco cuentan con un líder, se organicen mejor en las manifestaciones que surgieron de forma espontánea. Lo que comenzó como una protesta por el aumento de las tarifas del metro se ha convertido en revueltas en las que se exigen todo tipo de medidas. "Un manifestante puede protestar por las pensiones, otros por la deuda de los estudiantes y otros simplemente porque no pueden más", explica Robert Funk, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad de Chile. "Todos tenemos quejas. Si las canalizamos bien, pueden formar parte de una causa o de un movimiento", explica. Dado que las demandas son de lo más variado, al gobierno del presidente Sebastián Piñera -que ha ofrecido algunas concesionese incluso ha remodelado su gabinete- le es difícil ofrecer soluciones. Y, lo que es peor, las autoridades no tienen claro con quién tienen que negociar. 


Cataluña y el 'Tsunami Democratic'




Aunque las protestas en Cataluña se han coordinado en parte por una plataforma online anónima conocida como Tsunami Democràtic, el papel del Gobierno regional ha despertado una enorme polémica. La Administración catalana, independentista, está indignada por las sentencias a los nueve líderes separatistas, envueltos en un referéndum ilegal y en la declaración de independencia de 2017, que el Tribunal Supremo anunció el mes pasado. Ante esta situación, Quim Torra, presidente de la Generalitat, instó a los manifestantes a tomar las calles y participó en el bloqueo de una autopista. Además, declaró su apoyo a Tsunami Democràtic, que ha utilizado Twitter y Telegram para informar a los activistas de los lugares de las revueltas, y a los llamados Comités para la Defensa de la República (CDR), una red de grupos separatistas radicales que han participado en las manifestaciones. Los políticos de Madrid creen que Tsunami Democràtic se creó para eximir a los líderes separatistas de toda responsabilidad jurídica por las protestas. Pablo Casado, líder del Partido Popular, ha pedido a la Fiscalía que investigue los posibles vínculos entre Torra y estos grupos. Las autoridades también creen que Tsunami Democràtic podría contar con ayuda exterior, asegurando que una app tan sofisticada, a la que las autoridades han vetado el acceso, podría haberse creado con la ayuda de Rusia. Los separatistas catalanes rechazan esas afirmaciones. "El Gobierno central nos ha hecho separatistas insultándonos y no tomándonos en serio", explica Jordi, un hombre de mediana edad que prefiere mantenerse en el anonimato y que participó en las protestas de hace dos semanas. 


Líbano: WhatsApp, la gota que desborda



Aunque las protestas que afectan al Líbano se desencadenaron al conocerse los planes del Gobierno de introducir un impuesto a las llamadas por WhatsApp, no tardaron en convertirse en una revuelta contra los líderes del país, a los que se culpa de llevar Líbano al borde del colapso económico. En ciudades y pueblos de todo el país, cristianos, sunitas, chiítas y drusos se han levantado para pedir la dimisión de todo el Ejecutivo, sin excepción. Y han conseguido su objetivo. Con el hashtag #LebanonProtests, la red social Twitter ha ayudado a movilizar a miles de manifestantes, que han compartido memes sobre sus políticos a los que consideran unos arrogantes y unos ineptos. Durante más de una semana de protestas en las calles, los manifestantes lograron finalmente forzar la renuncia del primer ministro del país, Saad Hariri, el hace dos semanas; no les bastó la batería de reformas económicas que Hariri puso encima de la mesa como último recurso y siquieron protestando hasta lograr su dimisión. Muchos manifestantes abogan por ir más allá y claman por la abolición del sistema político diseñado para garantizar una cuota de poder para cada una de las comunidades religiosas del país, argumentando que han dado poderes sobre el país a los líderes de la milicia de la guerra civil que terminó en 1990 y a sus clanes. La solución que muchos ciudadanos proponen es la sustitución del Gobierno completo por un grupo de tecnócratas que lleven al país a unas nuevas elecciones que no se rijan por una ley electoral que consideran sectaria. 


Hong Kong: Revueltas sin forma definida





"No adoptes una forma, sé moldeable, como el agua" ha sido el grito de guerra durante casi cinco meses de protestas en las calles de Hong Kong. Ese eslógan, que hizo tan popular la estrella cinematográfica Bruce Lee, nacido en la ciudad, encarna las hábiles y creativas estrategias de los manifestantes, que, sin un líder concreto, se movilizan a través de las redes sociales. La peor crisis política de Hong Kong de las últimas décadas, desencadenada por la polémica ley de extradición, ha generado un movimiento encabezado por los más jóvenes que exigen el sufragio universal. Muchos manifestantes vivieron su despertar político durante las manifestaciones a favor de la democracia de 2014, ahora conocidas como la Revolución de los Paraguas, que terminó con sus líderes encarcelados. Los manifestantes han aprendido la lección y ahora, en lugar de contar con un cabecilla, utilizan las redes sociales para coordinarse y movilizarse de forma anónima, todo un logro en un país que somete a sus ciudadanos a un estricto control. Cuando surge una idea por Internet, pequeños grupos empiezan a coordinar acciones concretas. A través de Telegram, por ejemplo, se crean grupos de chats con miles de seguidores que imprimen posters y los pegan por toda la ciudad. A través de campañas de crowdfunding se han recaudado más de 15 millones de dólares para pagar facturas médicas, costas legales y anuncios en prensa internacional. En una ciudad donde todo el mundo tiene un iPhone, los manifestantes transmiten la información de forma inmediata a través del Airdrop de Apple. A medida que las revueltas han ido evolucionando, los manifestantes han empezado a usar las redes sociales para conocer la opinión pública y de esta forma adaptar y explicar la intensidad de su violencia para evitar perder a sus seguidores más moderados. 




GIDEON RACHMAN / BENEDICT MANDER / DANIEL DOMBEY / SUE-LIN / HEBA SALEH | FT

Actualizado: 11/11/2019 02:12 horas

https://www.expansion.com/economia-digital/innovacion/2019/11/11/5dc86c81e5fdeaf8448b46b6.html

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