Con el agua al cuello. La subida del nivel del mar es una amenaza para zonas bajas y deltas (Barcroft Media/Getty)
Las olas de calor, los fenómenos meteorológicos extremos y la elevación del nivel del mar son ejemplos del impacto de la crisis del clima
Los científicos mantienen cierta controversia sobre la fecha en que aparecieron sobre la Tierra los primeros seres humanos (el margen de error se mantiene todavía entre hace 200.000 y 300.000 años). Por contra, cada vez existe más unanimidad científica respecto al hecho de que el mayor y más negativo impacto ambiental provocado por el autodenominado Homo sapiens es el cambio climático. Los impactos derivados de la acumulación en atmósfera de gases de efecto invernadero como consecuencia de actividades humanas –y el subsiguiente aumento de las temperaturas– alcanzan ahora a prácticamente todos los rincones del planeta.
La lista es tan larga y compleja que los científicos –con el IPCC a la cabeza– suelen utilizar un método de clasificación en el que se estudian, por este orden, los impactos observados en sistemas naturales, en sistemas humanos, en procesos en los que se relacionan los sistemas naturales y los humanos y, finalmente, los impactos observados en las regiones.
Algunos ejemplos
Temperaturas
El calentamiento del planeta es de 1,1ºC respecto a las temperaturas de la época preindustrial.
Una clasificación menos científica pero más próxima a los humanos de a pie situaría en la primera posición al propio aumento de las temperaturas y varios de los procesos asociados, desde las olas de calor hasta los fenómenos meteorológicos catastróficos cada vez más frecuentes, pasando por el deshielo y la elevación del nivel del mar.
Europa es un buen ejemplo de estos impacto negativo. Las olas de calor que se registran en nuestro continente se han multiplicado por cuatro en los últimos cien años, reiteraba por ejemplo un estudio publicado el pasado mes de junio por World Weather Attribution.
En España, un estudio de la Agencia Estatal de Meteorología indicaba también el pasado verano que estos periodos de temperaturas muy por encima de la media se producen ahora no sólo con mayor frecuencia sino también con mayor gravedad (niveles térmicos más elevados) y más pronto en el calendario.
Deshielos
El hielo retrocede en el ártico a razón de un 12,3% por década desde el 1979; y la nieve en las tierras árticas mengua con una tasa del 13,5% por década.
Como se recordará, este mismo año, la primera ola de calor se registró la tercera semana de junio. Y por primera vez en la historia reciente, este año una ola de calor registrada en el mes de junio superó los 40 ºC.
Pero las olas de calor sólo son un mal menor. Los estudios científicos más recientes confirman que los fenómenos meteorológicos extremos serán cada vez más frecuentes y dañinos, desde los huracanes en el golfo de México hasta las gotas frías en la costa mediterránea, ahora más conocidas como DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos).
Otro de los impactos de alcance planetario es la elevación del nivel del mar, un proceso que suma dos grandes causas. Por una parte, el aumento global de las temperaturas está provocando el deshielo de glaciares en las cimas de las montañas y de grandes extensiones de hielo en regiones como Groenlandia o la Antártida, incrementando el agua que se acumula en mares y océanos.
Subida del mar
Pra el 2081-2100 la subida del mar oscilará entre 0,3/0,43 metros en un escenario muy optimista (con relación al período 1985-2005). Pero si las emisiones de gases continúan desbocadas, aquella elevación se situará entre los 0,71/0,84 metros.
Una segunda causa menos conocida popularmente es la denominada expansión térmica del agua. Como recuerdan los expertos, cuando sube la temperatura del agua, este líquido pierde densidad y aumenta de volumen por lo que , a gran escala, provoca la subida del nivel del mar.
Los datos de Catalunya –que cuenta con registros históricos de gran valor y fiabilidad– indican que en su litoral el nivel del mar está subiendo unos cuatro centímetros por década.
El cambio climático está alterando igualmente la composición química de mares y océanos, con un impacto de grandes proporciones en una multitud de hábitats y especies.
También en tierra firme, el impacto del cambio climático alcanza a animales que se ven forzadas a modificar sus ciclos reproductivos, sus migraciones o sus territorios.
Los ecosistemas están registrando alteraciones tan rápidas y profundas que algunas especies no pueden adaptarse a tiempo y acabarán desapareciendo. El planeta Tierra sobrevivirá a esta crisis climática pero muchos seres vivos están en peligro, incluido el Homo sapiens.
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