jueves, 20 de febrero de 2020

Una jornada laboral de 1970 hoy sería una hora y media de trabajo gracias a la tecnología

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El cambio tecnológico en todas las esferas de nuestra vida ha sido abismal en los últimos años. Las telecomunicaciones, la robótica, el internet de las cosas, el 5G... y más cambios que se acercan. Esto modifica nuestra forma de cocinar, de relacionarnos, de pagar y también de trabajar. Una de las grandes incógnitas que están sobre la mesa es si la tecnología puede llegar a destruir puestos de trabajo, pero también cómo puede mejorar nuestra calidad de vida en el empleo.
La incorporación de la tecnología ha transformado el día a día de las empresas y de sus empleados en todas las dimensiones. Tanto es así que si en 1930 un español dedicaba una media de 55,9 años al trabajo a lo largo de su vida mientras que en 2012, destinábamos 40,9 años, es decir, quince años menos. En 1930, momento de crisis económica y Gran Depresión tras el Crack del 29, las personas dedicaban el 20,1% de su vida al trabajo mientras que en el siglo XXI dedicamos tan solo el 9,6%.
Estas cifras parecen esperanzadoras ya que la tecnología permite poco a poco reducir las jornadas y compatibilizar mejor nuestra vida personal y laboral gracias al aumento de eficiencia que nos permite la tecnología. Además, entre 1930 y 2012, el tiempo anual dedicado al trabajo se ha reducido en un 12%, si bien a lo largo del ciclo vital, éste ha disminuido en un 37% durante el periodo señalado.

En 1970 se trabajaba más y peor

A nivel global, un informe de Adecco concluye que la jornada laboral de una persona en 1970 se puede completar hoy en una hora y media.
Otro de los avances que nos permite la incorporación de mejoras técnicas es la reducción de la peligrosidad en el trabajo. La automatización de tareas peligrosas como la detección y desactivación de explosivos y un mejor manejo de cargas pesadas gracias a las nuevas tecnologías, convierten el espacio laboral en un lugar más seguro. Aunque la tecnología no está exenta de cometer errores, estos avances podrían aliviar significativamente la presión de los empleados y reducir la probabilidad de accidentes. 

Rehumanización del trabajo

Nos ayuda a reducir la jornada laboral y a que el trabajo sea más cómodo o más seguro, eso parece quedar claro con la experiencia y la opinión de los profesionales pero, ¿realmente pone en peligro puestos de trabajos?
Los expertos no creen que la aparición de máquinas y robots en el mercado laboral sea sinónimo de destrucción de empleo. De hecho, tal y como señala el estudio de Adecco, el 74% de los profesionales en esta materia pronostican que la IA no supondrá un peligro alguno y un 72% cree que las tecnologías mejorarán las condiciones de vida de los empleados. 
En palabras de Alain Dehaze, consejero delegado del Grupo Adecco, "a este ritmo de progreso tecnológico, un trabajador pierde cada tres años el 40% de sus habilidades. En caso de no reciclarse y formarse continuamente, en una década queda completamente obsoleto". Según el grupo especializado en empleo, la clave está en saber generar relaciones fructíferas entre seres humanos y máquinas a través de actividades híbridas. 
Las máquinas y robots son mejores para tratar datos y análisis, pero los humanos les llevan ventaja en términos de soft skills, también conocidas como habilidades blandas. En este sentido, un informe lanzado por Accenture Strategy  asegura que duplicar la inversión en habilidades blandas reduciría el porcentaje de trabajos en riesgo por la automatización del 10% al 4%. Porque, pese a que la Inteligencia Artificial va ganando terreno, las capacidades verdaderamente humanas seguirán siendo muy relevantes.

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