sábado, 15 de febrero de 2020

“La pareja no es un punto de llegada sino un punto de partida”

“La pareja no es un punto de llegada sino un punto de partida”

Xavier Cervera



El amor romántico es un mito?
Muy nocivo. El objetivo principal de una gran mayoría de jóvenes es encontrar “el amor de su vida”.
Y pasear por París de la mano.
No puedes buscar en el otro algo que no has encontrado en ti; tú eres la persona más importante de tu vida sin la cual no puedes haAmor sin etiquetas.cer nada. El amor romántico no puede completarnos, y ese es el engaño.
Tú debes ser tu primer gran amor.
El amor propio se lee como egoísmo, como falta de empatía, aunque es todo lo contrario, porque si tú no aprendes a amarte a ti mismo le vas a pedir al otro que te complete, que llene tu vacío.
Entiendo.
Ese es el origen de los problemas futuros con la pareja, hacerle responsable al otro de una labor que tú no has hecho contigo: “No me cuidas, no me atiendes, no me escuchas”.
Un lamento habitual.
Aquello que tu le estás reclamando a la pareja te lo debes reclamar a ti mismo: “¿Yo me cuido, yo me atiendo, yo me escucho?... Vamos a buscar en ese amor romántico lo que nosotros no nos estamos dando.
Pensamos que alcanzaremos la plena felicidad cuando encontremos la media naranja.
Sí, y es una ficción. Cuando a los 15 años mi hijo encontró su primer amor me dijo orgulloso: “No puede vivir sin mí”.“Pues mejor que vaya, aprenda y vuelva”, le dije.
¿Cómo se quedó?
Al cabo de diez años lo entendió. Cuando tenemos baja autoestima y alguien nos dice que no puede vivir sin nosotros nos sentimos de maravilla, pero si tienes la autoestima en su sitio sabes que no puedes ser responsable de la felicidad o infelicidad del otro.
Parece obvio.
Pues no lo es, necesitamos la validación externa. Lo veo en muchas jovencitas: si alguien viene y yo le gusto, aunque sea un energúmeno conmigo, significa que yo valgo, esa es la pauta que nos meten en la cabeza, que alguien te tiene que validar, pero sólo uno puede validarse a sí mismo.
La queja abunda.
Es más fácil decir “por su culpa yo estoy así” que reconocer que, como no te estás dando lo que te tienes que dar tú mismo, estás enfadado con el otro. El crecimiento empieza cuando la acusación termina.
Pero a veces el otro no ayuda.
A veces el otro no está por la labor y tienes que alejarte, o no, sin pretender cambiarlo. Pero cuando estás en proyecto de pareja es importante distinguir entre “me está haciendo daño” y “me estoy haciendo daño”.
No hay relación sin conflicto.
El conflicto es la oportunidad de mirar hacia dentro, cambiar el “por tu culpa me pasa...” al “gracias a ti he descubierto que tengo tal herida o tal inseguridad”. Se trata de volver a la casilla de salida y reconocer que te saltaste un paso de autoestima necesario.
El viaje hacia dentro.
Cuando empiezas a valorarte y a atenderte, no te sientes desatendida por el otro, y cambia tu percepción. Y el “te necesito” se convierte en “no te necesito pero quiero estar contigo, crecer contigo”, y creo que esa es la pareja ideal.
La pareja es una cuestión de dos.
Cuando entiendes la imposibilidad del otro, cuando ya no puedes con sus defectos, puedes decidir si quieres seguir o no. Si decides seguir, descubres en ti un depósito de amor y bondad que te ayuda a trascender. El poeta Rumi decía: “Tu tarea no consiste en encontrar el amor, consiste en buscar y encontrar todas las barreras que has levantado contra él en tu interior”.
Amor sin etiquetas.Amor sin etiquetas.Amor sin etiquetas.Así se quiere a los hijos pero no a la pareja.
Cierto, es un amor que no es posesivo ni pasional; no pone condiciones; para amar así a una pareja tienes que ser consciente de tu fragilidad y de la suya, y entonces desaparece la competición y el reclamo constante, el “es que tú....”.
¿Y ahí empieza el amor?
La pareja no es un punto de llegada sino un punto de partida. Para muchas personas la pareja significa establecerse, montar una familia, todo lo que dará sentido a su vida, y cuando empiezan los problemas se les acaba el sentido y comienza una nueva búsqueda de pareja.
La filosofía del “ya lo tengo”.
Eso hace que el interés decaiga y se entre en una rutina poco dinámica. Se trata, en el mejor de los casos, de hacerse compañía uno a otro.
Hay que atreverse a estar solo.
Sí, y mirarte con ojos limpios, sin la mirada que te condiciona de los demás. Aceptarte a ti mismo es un aprendizaje imprescindible para aceptar al otro. El otro es un espejo, aunque sea fastidioso que esa persona a la que amas te esté devolviendo una imagen de ti que no te gusta.
¿Pasamos del amor de los padres a la búsqueda de amor en la pareja?
Sí, y sin pasar por aprender a amarnos a nosotros mismos. Hemos de descubrir que tenemos una fuente interna de amor y conectar con ella.
Amor sin etiquetas.
Si cada uno se construye, realiza su trabajo personal, la pareja será sólida. Los problemas de pareja son problemas personales que se manifiestan en la pareja. Las relaciones no son para hacernos felices sino conscientes. ¿Qué te impide amar a esa persona...? Lo mismo que te impide amarte a ti mismo.


 

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