martes, 4 de febrero de 2020

La epidemia del coronavirus amenaza la economía mundial

La epidemia del coronavirus amenaza la economía mundial


Calles desiertas en Wuhan, epicentro de la epidemia del coronavirus (Stringer / Getty)


“El bioterrorismo y las pandemias son las únicas amenazas que podrían matar a más de 1.000 millones de personas”, dijo Bill Gates en 2011


El contagio es clínico, pero también económico. Si quisiéramos buscar un paralelismo histórico, habría que remontarse al 2003, con el SARS, el síndrome respiratorio agudo grave que también procedió de Asia, más mortal pero menos contagioso. Un estudio llevado a cabo entonces por la Universidad de Corea cifró el impacto en la economía global en 40.000 millones de dólaresChina perdió un punto de crecimiento de su PIB, y el mundo, un 1,3%. Sin embargo, la factura esta vez puede ser superior. ¿Por qué?


El citado análisis coreano se anticipó a lo que podría suceder en el futuro al advertir: “Los costes económicos de una enfermedad global van más allá de los daños directos en los sectores afectados porque cualquier choque económico a un país se propaga rápidamente a través del aumento de los vínculos comerciales y financieros asociados con la globalización. A medida que el mundo se integra más, el coste global aumenta”. Y en eso estamos.
Inversores frente a una pantalla en Hangzhou
Inversores frente a una pantalla en Hangzhou (LONG WEI / Efe)
Para Rajiv Biswas, de IHS Markit, “la transmisión de los efectos en el resto de las economías será sustancial y con toda probabilidad superior a lo que vimos en el 2003”. Son de la misma opinión los economistas de Nomura y la consultora Oxford Economics. Morgan Stanley advierte que el virus sólo en el primer trimestre puede amputar del crecimiento mundial tres décimas, lo que en escala anual equivaldría, como mínimo, al coste que supuso el SARS a lo largo de todo el periodo.
La mayor diferencia es que la China de hoy no tiene nada que ver con la de entonces. El tamaño de su economía es como el que tenía EE.UU. en el 2003. China ha pasado de representar el 4% del PIB mundial a más 16% y es responsable de un tercio del crecimiento mundial. Los chinos, que compraban en el 2003 apenas el 10% del lujo, en la actualidad ya son un tercio de la demanda global.

Referentes


El antecedente fue el síndrome respiratorio SARS en el 2003, pero el contexto ha cambiado

En el turismo, se ha convertido en una potencia: unos 134 millones de turistas viajaron al extranjero el año pasado, en el 2003 eran apenas 20 millones. Este año se preveían siete millones de desplazamientos al extranjero. El momento de la pandemia no es el propicio, porque coincide con el periodo del año nuevo lunar: los viajes de pasajeros ya han disminuido un 29% respecto al 2019.
“Una disminución del gasto de los hogares chinos puede tener un impacto mucho mayor que en el 2003”, señala un informe de Pictet AM. Para el Peterson Institute, “esto del coronavirus no tiene precedentes, los efectos económicos serán superiores porque Wuhan es un centro industrial de envergadura”. Hay que recordar que los chinos exportan el 27% de los smartphones mundiales.
Un hombre pasa por delante de la sede del banco central chino
Un hombre pasa por delante de la sede del banco central chino (JASON LEE / Reuters)

Además, hoy, tras la globalización, muchas multinacionales fabrican sus productos en China y su capacidad de reacción es limitada. Lourdes Casanova, académica de la Universidad de Cornell y autora del libro La era de las multinacionales chinas, dice que “cambiar la localización de la cadena de producción no es fácil. Se pueden tardar años”.
Comparado con el SARS esta vez la reacción de las autoridades chinas ha sido efectiva y rápida: han confinado a 35 millones de personas. No obstante, es parte del problema: el Banco Mundial sostiene que el 60% de las consecuencias económicas de una pandemia proceden en su mayoría de las reacciones de los colectivos sociales y de las autoridades: el absentismo y las enfermedades son una pequeña parte.

Contagio económico


El peso de China es hoy superior, y las economías están interconectadas

“La respuesta para contener la propagación del virus esta vez puede ser más efectiva, pero hace que la disrupción de la economía esta vez sea mayor”, dijo Mark Williams, de Capital Economics. “Cuanto más duren las restricciones, más probabilidades hay de que haya un efecto en la oferta y se reduzcan las probabilidades de una rápida recuperación de la actividad”, admite un informe de Muzinich & Co.
Cuando estalló el SARS hace doce años, el humor de los mercados, muy tocados, no era de los mejores tras el estallido de la burbuja de internet y la guerra de Irak. En cambio, ahora las bolsas están en récords. ¿Aguantarán más? “Las valoraciones ya eran muy altas, puede que muchos operadores aprovechen la situación para tomar beneficios”, reflexiona Lourdes Casanova. Algunos bancos de inversión se preguntan si el coronavirus no sea el “cisne negro” que desatará el cambio de tendencia en las bolsas.
El problema es que el FMI acaba de confirmar en Davos la ralentización de la economía mundial, tras recortar sus previsiones. China, que avanzaba a un ritmo de dos dígitos a principios de siglo, ahora está creciendo al ritmo más bajo en 30 años. “Efectivamente la economía parecía estar ya frenándose, lo que hará la ralentización que será más brusca, pero posiblemente también será más rápida la recuperación”, matiza Luis S. Galán Lozano, máximo ejecutivo de la firma 2Open y experto en comercio de China. “Un tema muy importante es que nuestras exportaciones hacia China como mercado de consumo han subido mucho en estos años por lo que vamos a notar mucho más la ralentización en su consumo y pedidos”.

Paradoja


Las medidas para evitar el contagio son las que más coste económico causan

No obstante, también hay motivos para el optimismo. La estadística citada por el banco de inversión Julius Bär dice que en las últimas 13 pandemias, las bolsas (índice MSCI) en los seis meses siguientes han ofrecido un retorno medio del 8,5%, con lo que los mercados se acostumbran a absorber este tipo shocks. Además, para los analistas de Pictet, China tiene herramientas para intervenir: reducir el coeficiente de reserva de los bancos chinos un 2% supondría una liquidez extra de 460.000 millones de dólares, el 3% del PIB del país.
Otro factor que juega a favor si se compara con el SARS es el auge del comercio electrónico: mucho gasto ahora puede hacerse sin salir a la calle –especialmente en servicios–, recordaba Shang Jin Wei, execonomista jefe del Banco de Desarrollo de Asia, que sostiene que las compras online pueden compensar al declive de las tiendas.
Así que hay debate. No es la primera pandemia. No será la última.

“Se tiende a subestimar el riesgo”


“El riesgo de pandemia, dependiendo del tipo, supone un coste que oscila desde los 30.000 millones hasta los 3 billones de dólares anuales. La gente, las empresas y los gobiernos lo subestiman. Ningún país está a salvo en un mundo interconectado”, avisaba el Banco Mundial en el único estudio sobre el tema, en el 2013. En caso de pandemia grave, se puede perder hasta el 5% del PIB mundial. Para que se tenga idea en la crisis financiera del 2009 la contracción fue del 0,1%.
Es cierto que la gripe española de hace casi un siglo (en 1918) fue la pandemia más mortífera y una catástrofe económica, pero el modelo se basaba en el uso intensivo del capital humano.

  

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