sábado, 22 de febrero de 2020

Bitcoin, ese absurdo que vuelve a cotizar a 10.000 USD

Foto: Bitcoin. (Reuters)
Bitcoin. (Reuters)

Esto es posible gracias al uso de incentivos económicos y distintas herramientas de criptografía. Sin la existencia de aquellas recompensas, todo carecería de sentido


Desde su aparición en 2009, los obituarios de bitcoin (BTC) registran hasta 379 muertes de la moneda digital. Sin embargo, ni su cotización refleja tal catástrofe (el 78% de las direcciones que tienen BTC ganan dinero a los precios actuales, como muestra el gráfico inferior) ni sus propiedades principales, monetarias y de protocolo, han sido alteradas. Nacido como producto de la aplicación de los llamados 'criptonomics', la innovación que bitcoin aporta reside en la capacidad ofrecida a distintas entidades que no se conocen (ni confían entre ellas), para lograr alcanzar un consenso sobre el estado de la Blockchain de bitcoin. Esto es posible gracias al uso de incentivos económicos y distintas herramientas de criptografía. Sin la existencia de aquellas recompensas, frases como “la Blockchain es inmutable” o “el bitcoin está respaldado por las matemáticas” carecerían de sentido.
Bitcoin (BTC) alcanza su capacidad para intercambiar valor y su liquidez gracias a su modelo económico y oferta finita. La escasez, a modo de lo que sucede con la oferta mundial de oro disponible, crea una gran atracción para mantenerlo a largo plazo en una especie de apuesta por su valor monetario de futuro. Al ser un activo globalmente accesible, descentralizado (en la medida que no depende de una entidad central), fungible, divisible y que cuenta con la mayor demanda y liquidez del 'cripto-sistema', está posicionado como el mejor activo de referencia para ser así utilizado. En algunos países donde el sistema financiero ha colapsado, su utilización bajo esos principios está claramente en alza.
Como decía, la seguridad de la red de bitcoin (BTC) y de otros criptoactivos como Ether (ETH), se basan en los incentivos que, de no existir, permitirían un fácil ataque a dicha red. En el caso del BTC, un ataque del 51% del capital permitiría revertir operaciones y el robo de dinero. En el sistema actual utilizado de 'prueba de trabajo', el capital lo constituyen la electricidad y el hardware. Logrando que el coste de atacar la red sea superior al valor que asegura, se ha evitado (hasta la fecha) el 'hackeo' de la Blockchain de bitcoin. Esos incentivos vienen del minado y de las comisiones por validar operaciones, siendo la suma de ambas el presupuesto en seguridad de la red. En concreto, esta cifra suma más de 18 millones de dólares al día actualmente. En julio pasado se vieron cifras de hasta 28 millones diarios.
Siendo el principal mandato de la política monetaria de Bitcoin la protección de la red, tener una emisión fija de 21 millones de bitcoins ha funcionado perfectamente en la consecución de ese fin. Así mismo, como los ingresos por minar los bloques de la cadena aumentan al incrementarse la demanda del BTC, la escasez provoca mayor interés en el proceso. Y del mismo modo, esa política monetaria se encarga de reducir las recompensas por dicho minado. A medida que se producen los llamados 'halvings', ese presupuesto de seguridad se reduce, pasando del precio del BTC a la demanda de espacio en el bloque. En 2032 los incentivos vendrán ya casi enteramente de esta última parte y será el momento de ver si el precio del BTC, valor de la red y esos incentivos son suficientes para garantizar dicha seguridad.
A la hora de invertir y, recordando que esta tribuna no pretende ser (ni es) una incitación a inversión alguna, se debe conocer perfectamente lo que se compra, con qué fin se hace, lo qué se puede destinar a riesgo (en el caso de criptoactivos recomendado nunca más de un 5% de ese total) y cuál será la estrategia seguida. En este sentido, las posibilidades y acceso a información relevante es infinita. Por poner un ejemplo y como veíamos anteriormente, nunca antes se había podido saber cuántos y a qué precio se compraron unos activos determinados (acciones, por ejemplo), cuánto tiempo llevan sin moverse (permanencia en cartera) o si hay inversores con poder de control (manipulación) y en qué medida eso sucede, por citar solo unos pocos. El estudio de la Blockchain que tiene esa información está abierto a todos y, aplicando gestión de datos e inteligencia artificial, las posibilidades son infinitas.
Si tomamos el caso del bitcoin, nos encontramos con datos muy interesantes. En primer lugar y atendiendo al último impulso de precios, el número de transacciones de cierto tamaño (>100.000USD) ha ido en aumento de forma constante. Esto puede significar que ciertos inversores institucionales están entrando en mercado. Del mismo modo y si observamos el volumen contratado en el mercado de futuros regulado, esta semana se transaron más de 1000 millones de USD y el volumen abierto ha marcado máximos históricos en el CME.
Del mismo modo, el número de direcciones que tienen en cartera BTC (>0,1) no ha dejado de aumentar, superando los 2,8 millones. Así mismo, mientras que el tiempo medio que se mantiene sin vender un bitcoin (Hodl) es de 2,7 años, podemos ver exactamente el porcentaje mantenido por distintos intervalos temporales. Así, un 21% de las direcciones llevan sin mover sus bitcoins cinco años, en lo que es una clara apuesta de visión a largo plazo. Un 15% los llevan manteniendo entre dos y tres años.
Del lado de la escasez, existen varios modelos que intentan calcular el precio en función de esa variable. La ratio STF (Stock to Flow) sugiere que el bitcoin pudiera tener potencial de crecimiento con base en su comportamiento histórico y las características de escasez implícitas en la criptomoneda.
Otro dato interesante respecto a la mayor adopción que el bitcoin va adquiriendo, puede verse en esta tabla del bróker americano Charles Schwab y las cuentas creadas para preparar la jubilación. Resulta que, en entre las mayores posiciones de los 'millennials', el bitcoin ocupa el quinto puesto, en claro síntoma de relevo generacional y la importancia de unos activos sobre otros.
Desde un punto de vista de gestión de carteras, el BTC aporta descorrelación frente a los activos clásicos y beneficia la rentabilidad-riesgo global. Si tomamos una cartera compuesta por un 60% de renta variable y un 40% de renta fija, y la comparamos contra otra que incorpore un 5% de bitcoin y baje al 57% y 38% los porcentajes anteriores, desde abril de 2013 hasta hoy, el incorporar ese 5% supone pasar de una rentabilidad anual del 6,9% a un 11,4%. Así mismo, se mejora sensiblemente la ratio de Sharpe y la caída máxima se reduce igualmente. Hasta hoy, incorporar BTC ha mejorado siempre la rentabilidad, reduciendo el riesgo de esa cartera.
Así las cosas y colocado el bitcoin a las puertas de los 10.000USD, parece que el absurdo de invertir en bitcoin no lo es tanto, como también explico en este 'podcast'. Cierto es que el riesgo no es menor, que la volatilidad pese a reducirse en los últimos años es aún muy elevada, que existen peligros del lado del 'quantum computing', que estamos aún en un estado muy inicial de todos los desarrollos (pese a los avances en todo el mundo DeFi), y que la regulación tendrá que ir adaptándose rápidamente. Sin embargo, son muchos los avances conseguidos. Hemos visto como la liquidación física del mercado de futuros regulado se ha puesto en marcha, hace unas semanas varios bancos alemanes presentaron solicitud para lanzar negocio de custodia de activos digitales o, entre otros avances, como inversores institucionales de varios países empiezan a colocar recursos en este tipo de instrumentos. Hacer predicción de cotizaciones es una quimera, pero a la vista de todo lo comentado, la probabilidad de sobrepasar esos 10.000 USD e ir a buscar máximos históricos parece ahora mucho mayor.


AUTOR
JAVIER MOLINA  21/02/2020

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