El cambio climático aumentará la mortalidad atribuible a la temperatura. (Pexels)
Un nuevo estudio del ISGlobal concluye que, si no se implementan medidas inmediatas, la mortalidad global relacionada con la temperatura en Europa aumentará considerablemente en las próximas décadas
Las conclusiones de la investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un centro apoyado por la Fundación la Caixa, son claras: si no hacemos algo ya, rápido y considerablemente consistente, al respecto del cambio climático, nos esperan décadas próximas de mucha mortandad. Según sus datos, la disminución de las muertes atribuibles al frío no compensará el rápido aumento esperado de la mortalidad relacionada con el calor.
Para el estudio, los investigadores examinaron la información disponible acerca de la mortalidad y las temperaturas registradas en 16 países europeos entre los años 1998 y 2012. Se trata del primer estudio que se basa en datos y modelos epidemiológicos de toda la población en general en vez de estar restringido a las poblaciones urbanas, como se realiza habitualmente. Los países analizados en el trabajo fueron: Austria, Bélgica, Croacia, República Checa, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Portugal, Eslovenia, España, Suiza y Reino Unido.
El análisis de los datos arrojó que más del 7% de todas las muertes registradas durante este periodo era atribuible a la temperatura. Las temperaturas frías tuvieron un mayor impacto en la mortalidad que las temperaturas cálidas en un factor de 10. Sin embargo, estas cifras no aportan ningún respiro, pues las proyecciones basadas en modelos epidemiológicos evidenciaron que, si no se pone remedio inmediato a la grave situación de emergencia climática que vive el planeta Tierra, esta tendencia podría revertirse a mediados de siglo, lo que provocaría un fuerte aumento de las muertes asociadas con el calor.
Un aumento irremisible
Partiendo de la base de los antecedentes entre los años 1998 y 2012, los expertos combinaron hasta cuatro modelos climáticos para hacer proyecciones que llegaron hasta finales de este siglo XXI, teniendo en cuenta tres escenarios diferentes de emisión de gases de efecto invernadero o GEI —que en nuestra atmósfera son el vapor de agua (H2O), el dióxido de carbono (CO2), el óxido nitroso (N2O), el metano (CH4) y el ozono (O3)—.
"Todos los modelos muestran un aumento progresivo de las temperaturas y, en consecuencia, una disminución de la mortalidad atribuible al frío y un aumento de las muertes atribuibles al calor", explica Èrica Martínez, científica de ISGlobal y autora principal del estudio que publica la revista 'The Lancet Planetary Health'. Martínez comenta que "la diferencia entre los escenarios radica en la tasa a la que aumentan las muertes relacionadas con el calor. Los datos sugieren que el número total de muertes atribuibles a la temperatura se estabilizará e incluso disminuirá en los próximos años, pero que esto será seguido por un muy agudo aumento, que podría ocurrir en algún momento entre mediados y finales de siglo, dependiendo de las emisiones de gases de efecto invernadero".
No podemos olvidar que el calentamiento del planeta se está produciendo a un ritmo mucho más rápido en Europa que en cualquier otro continente del globo, siendo los países mediterráneos los más vulnerables de todos, a causa del incremento de las temperaturas durante las estaciones más cálidas (verano) y, por tanto, una mayor vulnerabilidad al calor, dicen los autores.
Gran número de muertes por calor extremo
Esto es lo que nos espera, según las proyecciones de los modelos climáticos. El calor extremo —esto es, unas condiciones mucho más húmedas de las promedio y temperaturas veraniegas bastante más altas que las habituales— provocaría que las muertes fuesen mucho más numerosas que las que se producen por el frío.
"Nuestros hallazgos subrayan la urgencia de adoptar medidas de mitigación globales, ya que no serán efectivas si solo se adoptan en países o regiones específicas", expone la investigadora Joan Ballester, también coautora del trabajo. “Además, un factor decisivo no incluido en nuestros modelos es nuestra capacidad de adaptación a nuevos escenarios, lo que ya está ayudando a reducir nuestra vulnerabilidad a las temperaturas”.
Ninguna región del planeta estará a salvo del calor extremo. Los meses siguen batiendo récords de temperaturas y las olas de calor con temperaturas máximas diarias tan increíbles como las que sufrió hace pocas semanas Canadá, que incluso coció vivos mejillones, almejas y otros mariscos en las playas canadienses, empezarán a observarse cada cinco o 10 años si el calentamiento global alcanza los 2 °C.
Por
Sarah Romero
05/08/2021 - 05:00 Actualizado: 05/08/2021 - 20:43
El cambio climático aumentará la mortalidad atribuible a la temperatura (elconfidencial.com)
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