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Añadir este nuevo factor social, con sus variaciones específicas como la observada con los memes, se ha convertido en una necesidad desde un punto de vista de gestión del riesgo
Aestas alturas de los mercados, parece que cada vez tenemos más claro la necesidad de ir analizando e incorporando, los distintos factores de inversión que fuera de los más comunes, los nuevos tiempos van integrando. El proceso de asignación de recursos se ha ido transformando y adaptando a la realidad de un entorno en constante cambio, con lo que conocer y aplicar estas nuevas tendencias se está demostrando como totalmente necesario a fin de lograr los objetivos perseguidos.
De ese modo y atendiendo al clásico binomio rentabilidad/riesgo, cada inversor debería buscar el equilibrio entre ambos y así construir un portfolio robusto adaptado a su perfil concreto y horizonte temporal específico. Dentro de una estrategia bien determinada, la conjugación de volatilidad objetivo, calidad de las compañías, momentum y una correcta diversificación (entre otros), aumentarían las probabilidades de dar con una buena cartera con objetivos a largo plazo.
En segundo lugar y en ese marco de transformación, a los inversores institucionales se les han ido uniendo los particulares demandando que, en todo proceso de gestión y asignación de sus ahorros, se esté alineado con sus valores y se cumpla con ciertos criterios de sostenibilidad. De esta forma es cada vez más importante que los vehículos y activos concretos estén ajustados desde una perspectiva ISR. Pese a que los estándares están en pleno proceso de asentamiento, cada vez es mayor el volumen gestionado y se ha demostrado que, desde un punto de vista rentabilidad, son capaces de generar rendimientos que están en muchos casos, por encima de aquellas soluciones que no los incorporan.
Hasta ahora, nada nuevo en el frente y se trataría de aplicar cierta lógica y racionalidad en el proceso de inversión. Sin embargo y visto lo acaecido hasta la fecha, tenemos que añadir a todos esos factores anteriores, todo el tema social y el impacto que este tiene en las bolsas. Afirmaba un analista del MIT Center que, por ejemplo, la cantidad de tweets sobre una cierta empresa y lo transmitido en los mismos, se había convertido en una métrica más que añadir en la gestión de posiciones. El experto hablaba de cómo los “echo chambers” o aquellos ambientes sociales en los que los inversores solo encuentran información u opiniones que vienen a reforzar su propio pensamiento, estaban provocando situaciones nunca vistas en el pasado, movimientos de precios incomprensibles y volúmenes de negociación ciertamente elevados.
Comentaba hace unos meses al respecto y en esta misma tribuna, el caso de Gamestop(GME) como uno de esos fenómenos gestados en las redes y foros sociales. A día de hoy GME sube un 820% y se configura, junto a otra de estas acciones “sociales” como es AMC que sube un 1469%, como las de mayor rentabilidad generada en lo que llevamos de 2021. Se les ha llamado “acciones meme” por estar impulsadas desde plataformas de negociación de inversores finales, por convertirse en virales en ciertos foros o redes sociales y por tener, a todo esto, un modelo de negocio futuro no muy claro. Si bien es cierto que algunas de ellas se han aprovechado de esta situación anómala para mejor su situación financiera, el devenir de las mismas es ciertamente complicado y, en condiciones normales de mercado, no serían objeto de deseo de muchos inversores.
Pero las cosas cambian y lo curioso de todo esto es que las “acciones meme” están empezando a generar cierta inquietud desde un punto de vista de riesgo sistemático. Lo social llevado a otra dimensión. La negociación de acciones en base a rumores, opiniones y modas capaces de generar un volumen de negociación nunca visto antes donde, lo movido por los inversores individuales en EE.UU. ha pasado de estar por debajo del 10% del total mercado, a suponer hoy más del 20%. Y todo ello sin atender a los fundamentales y con un objetivo segmentado, hasta la fecha, entre la búsqueda de la máxima rentabilidad (el próximo pelotazo) y la consecución de ciertos objetivos (ajenos al anterior) como lo visto con la derrota de “fondos hedge” bajistas de hace unos meses.
Añadir este nuevo factor social, con sus variaciones específicas como la observada con los memes, se ha convertido en una necesidad
Si bien no hay aún datos históricos suficientes para llegar a tales afirmaciones, se publicaba en el CFA IC un artículo justo tratando este tema y con respecto a las implicaciones observadas en bolsa. La idea pasa por analizar la correlación de este grupo de “acciones meme” con respecto a los índices y entre ellas, comparando dichos movimientos antes de todo este impacto social y desde que se convierte en una de las privilegiadas del género (según el grado de atención en Reddit).
De los primeros cálculos se observa un aumento de la volatilidad y un incremento de la correlación con respecto a ciertos índices, en especial el Russell 2000. Del mismo modo y entre ellas, la correlación media previa a ser una “acción meme” pasa de 0,21 a 0,38 en lo que supone un aumento sustancial. Así mismo, GME y AMC tenían antes de ser títulos sociales, una covarianza del 0,08 frente al 0,45 actual. Del lado de la volatilidad, son también interesantes los datos pues AMC por ejemplo, pasa de tener una volatilidad anualizada del 134% al 239%.
Así las cosas y en plena situación de máximos históricos en la gran mayoría de activos directores, añadir este nuevo factor social, con sus variaciones específicas como la observada con los memes, se ha convertido en una necesidad desde un punto de vista de gestión del riesgo. Si bien el impacto puntual que aquellos pueden tener debe ser considerado en su justa medida, en caso de vuelta del mercado podría suponer un efecto manada trasladable a otros títulos de mayor relevancia y, cuando todos estamos en el mismo lado de la balanza, la historia nos demuestra cómo terminan estas cosas.
Por
Javier Molina
13/08/2021 - 05:00
Los memes y su impacto en las bolsas (elconfidencial.com)
blogs.elconfidencial.com/mercados/de-vuelta/2021-08-13/los-memes-y-su-impacto-en-las-bolsas_3228456/