sábado, 4 de febrero de 2023

Quiénes son los mayores filántropos del mundo y por qué donan sus millones a causas solidarias


Buffett, clasificado como el segundo hombre más rico del mundo, asiste a una conferencia de prensa con Bill y Melinda Gates en 2006 donde habló sobre su donación financiera a la Fundación Gates Getty Images



La filantropía ha ido cambiando y en las últimas décadas, especialmente en Estados Unidos, se ha afirmado el concepto de filantrocapitalismo, con muchos méritos y algunas sombras



El filósofo romano Lucio Anneo Séneca en su obra De los beneficios describió la beneficencia como una práctica que exige un difícil equilibrio entre las partes: “casi nada es más indigno que no saber dar ni recibir dones” y “no es fácil decir qué es más innoble entre negar un beneficio o pedirlo a cambio”. La filantropía, etimológicamente amor por el ser humano, desde un punto de vista filosófico es la disposición natural del espíritu hacia la solidaridad con el prójimo.

La diferencia entre la filantropía tradicional y la moderna radica principalmente en el horizonte temporal y espacial de las iniciativas. En el primer caso, se trataba en su mayoría de donaciones puntuales para causas concretas, como la construcción de un museo, una escuela o un hospital; hoy, sin embargo, la solidaridad se extiende en el tiempo, a través de acciones estructuradas que tienen objetivos a largo plazo y globales como la erradicación de una enfermedad.

Filantrocapitalismo, la solidaridad se organiza en torno a fundaciones privadas basadas en enormes fortunas personales

Esta mutación ha tomado el nombre de filantrocapitalismo en el que la solidaridad sigue las leyes del mercado y se organiza en torno a fundaciones privadas basadas en enormes fortunas personales. Los extraordinarios recursos económicos con los que pueden contar estas organizaciones acaban muchas veces supliendo la falta de intervención de los estados, generando muchas dudas sobre su excesiva influencia.

Valga como ejemplo el desconcierto causado por la reciente amenaza de Elon Musk de cerrar su sistema satelital Starlink sobre los cielos de Ucrania, tras conceder su uso gratuito al país invadido por Rusia. En ocasiones, la generosidad de quienes han acumulado gigantescas riquezas no es del todo desinteresada y, a menudo, el filantrocapitalismo esconde, detrás de una aparente redistribución de la riqueza, la voluntad de mantener intacto el mecanismo que determina las desigualdades, apuntando, de paso, a la creación de nuevos mercados.

El internet en Ucrania dependede Elon Musk. Sus satélites Starlink son clave para la guerra

El internet en Ucrania dependede Elon Musk. Sus satélites Starlink son clave para la guerra

 NVIDIA Corporation/Flickr

La Universidad de Yale, una de las más prestigiosas de Estados Unidos, acaba de crear un comité interno para las relaciones con sus donantes. La medida se produjo después de que una profesora dimitiera el año pasado en protesta por lo que describió como un intento de influir en los programas universitarios por parte de dos grandes patrocinadores, uno de los cuales había ingresado 500 millones de dólares, la mayor donación en la historia de la institución.

En estos términos, la filantropía es un fenómeno típicamente estadounidense y se sustenta también en razones puramente contables. De hecho, por cada dólar donado, el estado devuelve 74 centavos en forma de exenciones fiscales. Además, este dinero se dona a fundaciones que apoyan programas donde operan sectores privados en los que los propios filántropos son, casi siempre, inversores. Dicho esto, es indudable que la filantropía haya contribuido significativamente a lograr importantes objetivos globales.

Es indudable que la filantropía ha contribuido significativamente a lograr importantes objetivos globales

La revista Chronicle of Philanthropy cuantifica en 9.300 millones de dólares el total recaudado de las donaciones privadas en 2022. Bill Gates hizo la más alta del año: cinco mil millones de dólares. El fundador de Microsoft donó la suma a la Bill & Melinda Gates Foundation, es decir, la fundación creada por él mismo junto a su exmujer para apoyar proyectos en todo el mundo en el ámbito de la salud y el desarrollo. Gates, cuyo patrimonio neto es estimado entre 104 y 120 mil millones de dólares, ya había anunciado la intención de donar 20 mil millones.


Los diez mayores filántropos del último siglo 

(Fuente: EdelGive Hurun)

“De cara al futuro, mi plan es donar todo mi patrimonio a la fundación, más allá de lo que gasto para mí y mi familia”, escribió el magnate en las redes sociales. Desde el año 2000, la Gates Foundation ha gastado casi 80 mil millones de dólares en actividades filantrópicas, empleando a unas 1.800 personas. Esta última donación permitirá a la fundación aumentar su disponibilidad anual en un 50%: 9 mil millones de dólares hasta 2026.

, Gates, según el informe 'EdelGive Hurun', ya es el segundo mayor filántropo de la historia

Gates, según el informe 'EdelGive Hurun', ya es el segundo mayor filántropo de la historia

 UN Geneva/Flickr

De esta manera, Gates, según el informe EdelGive Hurun, ya es el segundo mayor filántropo de la historia, precedido solo por el industrial indio Jamsetji Tata (1839-1904), fundador del homónimo grupo y capaz de donar 102 mil millones de dólares a lo largo de su vida. En el ranking también aparecen los estadounidenses Warren Buffet, quien, a sus 93 años, ha donado unos 50 mil millones de dólares, el financiero George Soros, Edsel Ford, hijo de Henry Ford, el petrolero John D. Rockefeller y el aviador y director Howard Hughes, pero también el fundador de Rolex, el suizo Hans Wilsdorf.

La élite económica estadounidense es sin duda la más activa en el campo de la filantropía y opera de una forma extremadamente organizada. Hace unos años Bill y Melinda Gates junto con Warren Buffett organizaron una cena con unos pocos y muy seleccionados invitados. En la agenda había una propuesta: ¿por qué no asignar la mayor parte de nuestra riqueza a fines benéficos y convencer a otros multimillonarios para que hagan lo mismo?

A los invitados les gustó la idea, y al año siguiente, 2010, nació la campaña Giving Pledge (La Promesa de Dar) con 40 miembros y un capital de 125 mil millones de dólares. En 2022 había 236 signatarios de 28 países con una disponibilidad estimada de 600 mil millones de dólares. Elon Musk y el cineasta George Lucas también forman parte del pacto, así como el indio Azim Premji y el ruso Vladimir Potanin. Entre los multimillonarios más reacios, y por ello muy criticados, a participar en la iniciativa se encuentran Jeff Bezos y Mark Zuckerberg, titulares de sus respectivas fundaciones, Earth Fund y The Chan Zuckerberg Initiative.

Entre los grandes filántropos estadounidenses también se encuentra MacKenzie Scott, la exesposa del propio Bezos, quien ha donado al menos 8.600 millones de dólares en menos de dos años a más de 700 organizaciones enfocadas en diversos temas como la justicia racial, la igualdad de género y la salud pública. También destaca el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, quien creó la Bloomberg Philanthropies y ha donado más de 12 mil millones de dólares a varias organizaciones.

En Europa, la filantropía generalmente se practica pero no se dice

Además de que existen menos beneficios fiscales, en Europa la relación con el dinero es diferente y la filantropía generalmente se practica pero no se dice. Más que con la creación de fundaciones propias, los millonarios vehiculan el dinero a través de asociaciones sin ánimo de lucro, fundaciones empresariales o bancarias, y en muchos casos las donaciones se realizan de forma anónima. Por ello es más complejo establecer quiénes son los grandes filántropos europeos.

El sector se ha profesionalizado tanto que existen incluso figuras llamadas philanthropy advisor, contratadas para guiar a los clientes a través de un laberinto de opciones filantrópicas, esclareciendo objetivos, estrategias y herramientas para maximizar el impacto social. Jeff Bezos en una entrevista con CNN dijo: "Estoy descubriendo que la filantropía no es fácil. Construir Amazon no fue fácil: requirió mucho trabajo, algunos compañeros de viaje preparados y excelentes trabajadores. Creo que la filantropía es similar”.


Alberto Barbieri

Barcelona