Esta semana, un estudio publicado en la revista Nature ha puesto cifras a un problema de carácter internacional sobre el que ni el último informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha logrado ponerse de acuerdo.
Según el estudio, el deshielo de la Antártida y de Groenlandia, con su consecutiva subida del nivel del mar, será "inminente" si no logramos estabilizar el calentamiento global a tiempo. Esto se conseguiría si logramos situar el aumento de la temperatura global para los próximos años por debajo de los 1,8 grados (en relación a los niveles preindustriales).
En cifras, el modelo matemático empleado por los investigadores consideró que el desbordamiento de la capa de hielo solo podrá evitarse si el mundo alcanza las emisiones netas de carbono cero antes del año 2060.
"Si no cumplimos con este objetivo de emisiones, las capas de hielo se desintegrarán y se derretirán a un ritmo acelerado, según nuestros cálculos. Si no tomamos ninguna medida, el retroceso de las capas de hielo seguiría aumentando el nivel del mar en al menos 100 centímetros en los próximos 130 años. Y esto se sumaría a otras contribuciones, como la expansión térmica del agua oceánica", apunta Axel Timmermann, director del Centro de Física del Clima IBS.
"Éxodo masivo a escala bíblica"
Precisamente, esta misma semana también se ha pronunciado sobre este tema el secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha alertado que la subida del nivel del mar puede provocar consecuencias "impensables" si no actuamos de inmediato.
"Comunidades bajas y países enteros podrían desaparecer para siempre. Seríamos testigos de un éxodo masivo de poblaciones enteras a escala bíblica. Y veríamos una competencia cada vez más feroz por el agua dulce, la tierra y otros recursos", ha vaticinado Guterres.
Según las cifras arrojadas por el secretario general, el nivel del mar se elevaría considerablemente pese a que el mundo lograra limitar a 1,5 grados el aumento de la temperatura global para fin de siglo. Y si llegara a los 2 grados, la elevación del agua se duplicaría.
"El peligro es especialmente grave para los casi 900 millones de personas que viven en zonas costeras a poca altura, es decir, uno de cada diez habitantes del planeta", advirtió el mandatario.
"Bajo cualquier escenario, países como:
Bangladés, China, India y Países Bajos están en riesgo.
Megaciudades en todos los continentes se enfrentan a serios impactos incluyendo:
El Cairo, Lagos, Maputo, Bangkok, Daca, Yarkarta, Bombay, Shanghái, Copenhague, Londres, Los Ángeles, Nueva York, Buenos Aires y Santiago",
señaló Guterres como ejemplos.
Para paliar esta situación, el secretario general ha instado a actuar en tres áreas. La primera, hacer frente a la crisis climática, para reducir las emisiones de carbono y garantizar la justicia climática; la segunda, implementar estrategias que pongan fin a la pobreza, la discriminación, la desigualdad y las violaciones de derechos humanos; y la tercera, mejorar los sistemas de previsión y las alerta temprana para preparar y proteger a las comunidades vulnerables.