jueves, 9 de febrero de 2023

Por qué el petróleo cae con fuerza pese a las sanciones al crudo de Rusia y la reapertura de China

 



  • El invierno ha sido muy cálido y el precio del gas se ha desplomado
  • Las sanciones a Rusia no están impactando en la producción de petróleo
  • El crudo ruso sigue fluyendo a Asia donde es refinado y enviado a Europa



La evolución de los precios del petróleo trae por el camino de la amargura a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Pese a los drásticos recortes de producción del cártel, las dolorosas sanciones de Occidente al crudo y los derivados rusos, y la reapertura de la economía de China, los futuros de petróleo han caído cerca de 40 dólares en los últimos seis meses. Ante todos estos eventos, hasta la propia Agencia Internacional de la Energía (AIE) había advertido de la falta (déficit) de petróleo en el mercado. Por ahora, el crudo se encuentra en una senda, con picos y valles, pero que parece tener un fondo bajista.

Las expectativas sobre la subida de precios del petróleo eran muy altas. El embargo de crudo a Rusia, la reapertura de China o los recortes de la OPEP prometían disparar el precio del crudo casi de forma casi inmediata. Pero todos estos factores se han ido desinflando, lo que por ahora ha provocado casi lo contrario, un descenso del precio del crudo que este miércoles cotiza en los 84 dólares, frente a los 120 dólares en los que se movía allá por junio de 2022.

¿Qué ha pasado con el petróleo?

"Los precios mundiales del petróleo han tenido una tendencia turbulenta y a la baja desde mediados de 2022, cayendo en 40 dólares desde principios de junio. Ahora, el Brent ronda los 80 dólares por barril, un nivel en el que la OPEP podría considerar actuar para respaldar los precios", aseguran los analistas de Bank of America Merrill Lynch. Sin varios los factores que, por ahora, han desinflado las expectativas sobre el crudo: unas sanciones a Rusia decepcionantes, un invierno cálido, los 'no' recortes de la OPEP y una economía de China que mejora, pero que no devolverá al país a la senda de crecimiento cercano al 8% anual que mostraba hace unos años.

Los economistas de Julius Baer coinciden: "A juzgar por los últimos movimientos de precios del crudo, el mercado del petróleo parece bastante relajado: ni la reapertura de China ni las sanciones occidentales contra Rusia limitan significativamente los suministros por ahora. Compartimos la opinión de que es poco probable que ambos temas hagan descarrilar la normalización del crudo. Vemos precios más bajos a más largo plazo, en línea con las expectativas del mercado de futuros".

-Sanciones a Rusia. "El mercado están empezando a aceptar que el embargo y las sanciones de petróleo y productos refinados de Europa probablemente no afectarán a la producción y las exportaciones de Rusia, pero es cierto que todavía existe cierto riesgo en este frente", advierten estos expertos. Sin una interrupción del suministro ruso, el mercado podría contar con entre 500.000 y 2 millones de barriles diarios más de petróleo de lo que se había estimado.

Por ahora, las sanciones a Rusia no están impidiendo que el país gobernado por Vladimir Putin exporte su petróleo (con un descuento de 30 dólares) a varios países emergentes que se encargan de refinar el crudo ruso y vender estos productos a Europa. Es decir, Rusia está perdiendo millones de euros cada día porque tiene que vender su crudo con grandes descuentos para 'cumplir' con el tope al precio impuesto por Occidente, pero su producción se mantiene relativamente estable. Se está produciendo un cambio en los flujos de petróleo y derivados, pero no una interrupción.

Además, "las sanciones a Rusia están impulsando lo que se conoce como la 'flota en la sombra' o 'flota fantasma', que incluye prácticas como los intercambios de petróleo entre barcos (curiosamente ocurren en Ceuta) y la adquisición de viejos petroleros para transportar el crudo ruso... Europa debería poder compensar las importaciones rusas de destilados gracias al elevado nivel de inventarios y a las crecientes exportaciones de destilados de Oriente Medio y China", sentencian desde Julius Baer.

-Un invierno cálido. "El clima cálido de este invierno ha reducido la demanda de calefacción, lo que ha provocado la caída de los precios del gas y ha dejado en nada el esperado cambio de gas a petróleo en este mercado. Esto plantea un obstáculo adicional para la demanda de petróleo, puesto que se esperaba que la subida del precio en los mercados globales de gas y carbón impulsaran la demanda de crudo".

-Recortes 'fantasma' de la OPEP. La OPEP anunció grandes recortes en la producción de crudo el año pasado. Sin embargo, buena parte de estos recortes ya se estaban implementando cuando se anunciaron (varios países del cártel son incapaces de producir petróleo al nivel deseado por falta de inversión, sabotajes...), por lo que el impacto en el precio del crudo de estos recortes se había producido previamente.

-La voracidad de China no es la misma. Por otro lado, el petróleo esperaba con entusiasmo la reapertura de la economía del 'gigante asiático' y sin duda la vuelta a la 'normalidad' ha sido positiva para el precio del crudo. Los chinos vuelven a las calles, conducen, viajan en avión y todo esto impulsa la demanda de derivados del petróleo. Sin embargo, el crecimiento económico de China no volverá a ser el mismo, el PIB no va a crecer a dos dígitos nunca más y probablemente tenga problemas para acercarse al 7-8%. El mercado de petróleo tendrá que adaptarse a esta nueva realidad.

Pese a todas estas presiones bajistas para el precio del crudo, los propios economistas de BofA creen que sigue existiendo un riesgo elevado de que algo falle y el crudo retome la senda alcista. Las cadenas de suministro y las nuevas rutas que ahora tiene que seguir el crudo y los derivados para llegar a Europa son más largas, menos eficientes y requieren de un proceso de adaptación. Si en algún momento todo esto empieza a afectar a la oferta de petróleo o a la producción en Rusia, el precio del crudo podría volver a subir.