viernes, 24 de febrero de 2023

Europa no puede cantar victoria: Rusia aún tiene un 'as' en la manga en la guerra energética

 



  • AIE: "Europa ha ganado tiempo este invierno, pero la guerra no ha terminado"
  • La AIE cree que Europa puede 'morir' de éxito tras pasar el invierno sin problemas
  • Moscú espera que un invierno más frío en 2023 coja desprevenida a Europa



El director de la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol, ha pedido cautela a los gobernantes y empresas europeas y ha asegurado que aún no se ha ganado la guerra energética contra Rusia a pesar la gran caída en los precios del gas, e instó a los gobiernos a mantenerse alerta para conservar y aumentar los suministros. El gas que sigue enviando al Viejo Continente, el clima y el exceso de confianza de Europa son el 'as' que tiene Moscú en la manga.

Fatih Birol ha asegurado que aunque la Unión Europea ha evitado en gran medida una crisis energética en toda regla tras los recortes de los suministros de gas por parte de Rusia, el próximo invierno podría ser un desafío mayor si el continente sufre un clima más frío, lo que podría volver a generar grandes temores de escasez generalizada y apagones.

"Rusia jugó la carta de la energía y no ganó", pero sería demasiado atrevido decir que Europa ya ha ganado la batalla energética", asegura Birol al Financial Times. "Creo que Europa hizo un buen trabajo, (su estrategia ha) sido un gran éxito. Pero tener un exceso de confianza para el próximo invierno es arriesgado y es hora de continuar e intensificar los esfuerzos para 2023".

Los precios del gas natural en Europa han caído hasta un 85% desde que alcanzaron un máximo de 300 euros por megavatio hora en agosto. Los esfuerzos para adquirir fuentes alternativas, el buen uso de los suministros existentes y el clima más cálido han dejado una gran cantidad de gas almacenado que está permitiendo a Europa afrontar el invierno con todas las garantías. 

¿Ha perdido Rusia la guerra energética?

Eso ha llevado a algunas figuras de la industria a declarar que Moscú ya ha perdido la guerra energética que desató para tratar de debilitar el apoyo occidental a Ucrania, a medida que se acerca el primer aniversario de la invasión a gran escala de Rusia el 24 de febrero.

Birol explica que aunque Europa había "movido montañas" para asegurarse la capacidad de reemplazar la energía rusa y había recortado los ingresos de Moscú con las sanciones petroleras, no puede permitirse el lujo de perder el enfoque y olvidarse del desarrollo de fuentes de energía renovable.

"Algunos de los logros obtenidos en energía limpia y la reducción de los ingresos de Rusia son buenos, pero no es una solución permanente. Hemos tenido la ayuda del clima templado. Ganamos algo de tiempo, que es vital, pero hay mucho más por hacer".

El próximo invierno

Birol advirtió que Rusia podría recortar el 20% restante de los suministros de gas de antes de la guerra que todavía envía a Europa a través de gasoductos a través de Ucrania y Turquía, mientras que es probable que aumente la competencia por los suministros de gas natural licuado transportados por mar a medida que la economía de China continúe reabriendo.

Eso haría que la recarga de las instalaciones de almacenamiento europeas durante los meses de verano fuera más compleja y pondría a prueba la capacidad del continente para evitar la escasez en caso de que el próximo invierno resulte ser particularmente frío.

Birol advirtió en noviembre que un invierno frío podría dejar las instalaciones de almacenamiento de gas de Europa al 65% de su capacidad para octubre de 2023. A pesar de que algunos países europeos aumentaron el uso de carbón, altamente contaminante para la generación de energía, para conservar el gas para la calefacción y la industria, las emisiones de la UE cayeron un 2,5% en 2022 debido a un menor uso de gas y al cálido comienzo del invierno, asegura el jefe de la AIE.

Birol está apostando por una transformación a largo plazo que no solo se centre en las fuentes de energía renovable (también mire a los puntos de fabricación que impulsarán esta transformación), sino que también garantice que una mayor proporción de turbinas eólicas o baterías que se fabriquen en Europa. Birol se ha reunido con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dos veces la semana pasada, argumentando que la UE debe asegurarse de que nunca vuelva a depender tanto de ningún país para sus suministros de energía, o cadenas de suministro.

"Estamos entrando en una nueva era industrial de fabricación de tecnología de energía limpia", asegura. "Las dos potencias (en generación de energía renovable) son China y EEUU. Confiar en un solo país siempre es una mala idea. Entonces, si queremos diversificación, Europa es un buen candidato".