jueves, 26 de septiembre de 2024

¿A quién pertenece la Antártida realmente? El tratado de 1959 que dejó todo claro



Imágenes de la Antártida y del tratado 
(Fuente: Wkimedia/iStock)



Un continente vasto, helado y prácticamente intacto. La Antártida ha sido objeto de interés global durante más de dos siglos. Un tratado histórico logró establecer su estatus actual, centrado en la ciencia y la paz




La Antártida, ese vasto y misterioso continente blanco, no pertenece a ningún país. Aunque pueda parecer extraño, esta enorme extensión de tierra helada, que en invierno se vuelve más grande que Rusia, ha sido declarada un territorio neutral, donde las disputas por la soberanía han quedado congeladas, al menos por ahora. Todo esto gracias al Tratado Antártico firmado en 1959, que estableció un marco para la paz y la cooperación científica en la región.

Ubicada en el extremo sur del planeta, la Antártida fue descubierta hace poco más de doscientos años, y desde entonces ha captado el interés de varias naciones. Al principio, países como Francia, Noruega y el Reino Unido comenzaron a reclamar partes del continente. Incluso, Gran Bretaña llegó a transferir parte de sus reclamos territoriales a sus colonias, Australia y Nueva Zelanda. Más tarde, Chile y Argentina se sumaron a las reclamaciones sobre zonas adyacentes a sus territorios. Sin embargo, tal como apunta el vídeo de Geo Globe Tales, la mayor parte de la Antártida sigue siendo "la tierra más inaccesible y el territorio más grande sin reclamar del planeta".




El panorama dio un giro durante la Guerra Fría, cuando la comunidad internacional, preocupada por la posibilidad de que este rincón del mundo se convirtiera en un escenario de conflicto o experimentación nuclear, decidió tomar cartas en el asunto. Fue entonces cuando el Tratado Antártico de 1959 puso fin a las reclamaciones territoriales y declaró la Antártida como una "zona de paz, destinada únicamente a la investigación científica".

Este acuerdo fue firmado originalmente por doce países, entre los que se encontraban potencias como Estados Unidos, la Unión Soviética, el Reino Unido y también países interesados en la región, como Argentina y Chile. Hoy, el número de firmantes ha aumentado a 57, aunque solo 29 de ellos tienen voz y voto en las decisiones clave del tratado, según el Sistema del Tratado Antártico.

En 2048 podría darse una revisión del Tratado. A partir de esa fecha, cualquier país con derecho a voto podrá solicitar una revisión del sistema normativo vigente

El tratado prohíbe cualquier actividad militar en el continente y congela los reclamos de soberanía existentes, evitando que se realicen nuevos. Esto ha permitido que la Antártida sea, hasta la fecha, una región dedicada casi en exclusiva a la investigación científica. De hecho, cualquier país que quiera tener un papel más relevante en las decisiones sobre el futuro de la Antártida debe construir una base de investigación o realizar investigaciones científicas importantes en la región.

No obstante, aunque el tratado tiene vigencia indefinida y ha mantenido el estatus de la Antártida desde su entrada en vigor en 1961, en 2048 podría darse una revisión del mismo. A partir de esa fecha, cualquier país con derecho a voto podrá solicitar una revisión del sistema normativo vigente, lo que podría abrir la puerta a nuevas discusiones sobre el futuro del continente.